Lunes 05 Diciembre 2016
Clover Bloom
—¿Estás segura de que puedes caminar sola, Clover?
Camino por la escuela tras dos semanas de estar lejos, ver a Adam todos los días y finalmente… estar con Theo.
Vamos al anfiteatro con cuidado de no alertar mucho. Ni idea de dónde está Montserrat, pero no aparece desde finales del mes pasado.
Se hace extraño que noviembre haya pasado tan rápido, que Navidad está a la vuelta de la esquina y que la Clover de ahora mismo, irónicamente, ha cambiado mucho por encima de cómo había sido alterada en previos.
—Petra, tengo una costilla lesionada, no el trasero destrozado —respondo con algo de risas—. Puedo caminar.
—Como sea, déjame ayudar —Asher me ayuda a caminar, lo hubiese empujado, pero es Asher.
—Coleman, que se pone celosa Hailey —dice Demien.
El rubio sonríe.
—Es solo una amiga.
—Ella no me agrada —habla Cecile—. No lo sé. Me molesta mucho. Demasiado pinky.
Y eso que no sabía que el año pasado había visto a Hailey coquetear… o bueno, a Marlon coquetear con Hailey. A su novio sí le gustaba esa Pinky.
—Pero Pinky eras tú, mujer —dice Demien.
—Es buena chica —interviene Petra mirando a Asher —. Tierna.
—A mí me agrada Gael —digo y miro a mi hermano. Hayes no había hablado en todo el camino—. ¿Qué opinas tú, Hayes?
Me mira a los ojos y sin emoción alguna acelera el paso. De esa manera nos deja atrás.
—Ay ups —murmura Cecile—. Que sensible.
—¿Petra y tú están mejor? —cuestiono en un susurro.
—Sí… —responde con sonrisa y además con la cara encendida de emoción.
—¿Han visto al director?—pregunto a todos los restantes.
—Nadie lo ha visto desde Pickering…
—¿Saben para qué nos llevan? —pregunta una chica a nuestro lado.
—Escuché que es una ceremonia en honor al profesor Henderson, para su despedida —su amiga responde.
Paro en seco.
—¿Despedida? —pregunta Petra.
—¿El profe se va? —cuestioa Cecile.
—No había escuchado nada, ¿Tú, Clover?
—No, Petra —quito a Asher de mí como soporte—. No sabía una mierda.
Camino rápido hasta dónde Adam, en el anfiteatro. ¿Se iva? Pero si ayer mismo habíamos estado juntos, habíamos hablado por horas, se había jodidamente quedado conmigo en casa de Petra y Cecile, incluso me cocinó. ¿No podía mencionar esto? ¿Desde cuándo se supone que este hombre se iba?
¿Qué mierda?
Le hago una seña para que se fijara en mí. Sonrío cuando él me mira. ¿Sonreí? ¿Por qué estoy sonriendo?
Debe ser una mentira. Un rumor.
¿Ya se iba? ¿Por qué si dijo que no se iría a Londres porque… yo no estaba allá?
Ya no se quedará por mí, ¿Eso es lo que significa?
—¿Te sientes bien? ¿Aún te punza el costado?
—¿Te vas? —le cuestiono rápido.
—Ve a sentarte, bruja.
—Adam, ¿qué mierda?
—Debo pasar a hablar —sonríe. Debería dejar de sonreír, mierda, él siempre es cascarrabias, y más conmigo; que le vean así de… así, hará que las cosas se compliquen y si se complican se iría más rápido de aquí—. Y sí, bruja, me voy de la escuela; esto solo es formalidad.
Formalidad y una mierda.
—¿Me dejarás sola?
—Jamás.
—Me dejarás con Montserrat.
Adam se tensa cuando menciono al director de pervilandia.
—Mírame y dime que de verdad crees que yo haría eso —reta.
Me quedo en silencio unos segundos.
—Dímelo.
—No —confieso —, no lo harías.
Sé que no, pero… ¿Qué está haciendo entonces?
—Pero te vas a Londres —vuelvo a reclamar.
—No me iré a Londres, Clover.
—¿Y qué coño planea hacer?
—Renuncio.
Mis amigas van a buscarme y me halan por el brazo cuando notan que la conversación se va a alargar, me dicen que es porque nos están mirando mucho los estudiantes. De la misma manera, sigo sus pasos, pero nunca lo pierdo de vista. ¿Qué mierda planea?
—¿Quién es el encargado de hacer la fiesta para celebrar que me voy? —pregunta animado al subir al podio. Sobre la fiesta en otros contextos sería yo, yo la haría, pero desde el accidente Hannah y yo no nos hemos ni topado y sé ninguna de las dos está especialmente emocionada por ello… Y en este contexto desearía que no se fuera —De seguro será Jules o Clover. No hay duda —reímos—. Yo también celebraré, quizás con mis amigos y eso. Pero, aunque no tener que volver a perder los estribos por ustedes es todo un alivio, siento un poco de nostalgia. Nostalgia porque, puede que todos ustedes no lo crean, yo… de verdad siento que ustedes son parte de mí; una parte importante de mi vida. Una de las pruebas más fuertes que he tenido; rayos, que sí fuerte… Ser maestro es algo que no te mata pero te hace más fuerte —mira en mi dirección— Extrañaré hasta a quienes no veía la hora de dejar de ver antes.
Maldita cara mía que no deja de sonreír…
—Extrañaré burlarme de las tremendas respuestas absurdas que ponen en mis exámenes, extrañaré verlos coquetear en los pasillos y ponerse tímidos cuando me vean. Extrañaré las estupideces de unos, las risas de otros… Admito que extrañaré a unos más que a otros también…
Cecile y Petra me miran.
—Lo peor es que no sé cuál es Clover. Si de los que extrañará, o de los que no ve la hora de dejar de ver —dice Cecile a su novio.
—Pero seguir con cursilerías sería mentir. Tampoco puedo dejar de decir que, para no tener que pasar un día más enojándome con ustedes, haría cualquier cosa… y eso porque no pueden evitar ser tan…
Me falta un año aún antes de irme de la escuela, ¿Lo tendré que pasar sin él?
—Hay unos rumores sobre mi vida personal que me gustaría aclarar con todos ustedes —se me cierra el estómago… de la ansiedad—, pero me da igual, porque ya no habrá nada que reprochar. Porque entre aclarar y meterme aún más profundo, supongo que prefiero lo segundo. Pues hay cosas que no se pueden dejar, y hay una cosa que eso no es ni una opción ya. Es que eso amenaza con ser lo más irreverentemente absurdo… ese algo posee su negativo y su positivo, ese positivo es que rompe tus paradigmas, lo negativo es que, bueno… rompe los paradigmas. Sí, eso que le hace malo, es también lo que lo hace tan maravilloso, tan atractivo.
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Editado: 30.09.2023