Amor & Mentira (editando)

Capítulo 6

Capítulo 6

Pov Alonso

No podía quitar los ojos de Sofía, no sabía qué demonios me estaba pasando con esa mujer. Me negaba a aceptar que me gustara de otra forma, escribí un mensaje a Jack y Diego para saber qué horas demonios llegarían, ya estaba demasiado cabreado al ver al idiota de Álvaro y como su sola presencia afecto a Sofía lo cual me dejaba claro que aún se interesaba por ese idiota que ya estaba con otra mujer.

A los pocos minutos después de sentarnos llegó Jack acompañado de su secretaria que resulto ser muy amiga de Sofía, al menos así se le quito la tensión y se puso a hablar con ella mientras yo me dedique a compartir y saludar con los presentes.

—¿De dónde la sacaste?

—¿De qué hablas Jack?

—¿De dónde sacaste a tu secretaria?

—Si te lo digo no lo vas a creer —respondo con una sonrisa de lado, quisiera ver su cara cuando se entere que es la loca que vimos en la televisión y sobre todo que es la esposa de Álvaro Reyes.

—Es sumamente guapísima y que cuerpito —dice mientras hace un gesto con el rostro que no me agrada para nada.

—Ni se te ocurra —advierto.

—Tu no me adviertes nada amigo mío mejor apresúrate en cumplir tu apuesta sino ya sabes que en el buffet de mi padre te espero para que seas mi empleado —dice Jack mientras suelta una carcajada.

—Eso es lo que hago, pagar mi apuesta —respondo sin quitar los ojos de encima de Sofía quien sonríe con su amiga, se ve un poco más relajada y me gusta verla sonreír. Siento que la estoy tomando demasiada importancia del que debería y no me agrada.

—Disculpen la demora.

Ambos giramos y nos encontramos con Diego quien al parecer acaba de llegar. —No me digas que llegaste tarde por complacer a tu madrastra —dice Jack poniendo cara de pocos amigos.

—Ni me lo recuerden, ya saben que tengo un motivo y a alguien que mantener viva —dice Diego mientras toma una copa de champán y brinda con nosotros, yo prefiero no tocar el tema porque se lo sensible y delicado que es para mi amigo, pero juro que tengo unas ganas de matar cada que me acuerdo de lo que le hacia esa tipa a Diego.

No sé en qué momento me distraje y no logro ver a Sofía por ningún lado, aquello me da mala espina y temo que este con el idiota de Álvaro porque tampoco lo veo por ningún lado.

—Discúlpenme debo buscar a Sofía.

—¿Quién es Sofía? —escucho la pregunta de Diego.

—Su secretaria dice —responde Jack haciendo comillas con las manos, solo muevo la cabeza en negación y camino a buscar a Sofía, no puedo darle la oportunidad que este con ese idiota. Sonrió al encontrarla de espaldas en el balcón, definitivamente Jack tiene muchísima razón, Sofía posee un cuerpo de modelo que a cualquier hombre volvería loco.

Camino a paso firme hacia ella, apoyo mi mano en su hombro. —¿Estas bien? —pregunto haciéndola girarse y encontrándome con esos hermosos ojos verdes.

—Todo bien licenciado.

—Entiendo —es lo único que puedo responder y dejarme llevar por su encanto, acaricio suavemente su mejilla, tiene una piel tan suave y por lo que veo no le agrada para nada que le haya acariciado la mejilla, su cara molesta lo dice todo. Internamente sonreí y ya estaba dispuesto a recibir mi golpe por ser un atrevido, pero por alguna razón no pude controlarme. La veo cambiar de expresión y por el rabillo del ojo puedo ver a Álvaro, Sofía me sonríe y sé que lo está haciendo para cabrearlo al idiota.

Si ella me está utilizando pues algo debe ser mi pago digo para mis adentros mientras la tomó por sorpresa y uno mis labios a los de ella, quien no se lo esperaba y yo tampoco. Me apodero de sus labios, profundizo el beso tomándole de la nuca y mi lengua explora toda su deliciosa boca.

—Li-licenciado… —pronuncia separándose de golpe y devolviéndome a la realidad.

—Deberías darme las gracias ya se fue tu aún esposo —pronuncio con dureza, tomándole por sorpresa mi comentario. No tenía la intensión de decirle aquello porque la realidad era que me moría por besar sus labios y no era más que una excusa para mi acto.

—Lo siento, si se sintió utilizado. No volverá a pasar —se disculpa.

Me rasco la cabeza. No sé si es estúpida o se hace, en fin, yo salí ganador de todo esto y lo mejor es que la hice sentir culpable y puedo aprovecharme de aquello para robarle uno que otros besos.

 

(…)

 

Llego lunes y con ello devuelta al trabajo, que por cierto es muchísimo más de lo que me esperaba.

—¡Buenos días guapo!

Levanto la cabeza y me encuentro con Marian mi hermana pequeña. —Para niña te vas a lastimar —grito al verla saltar a mi regazo y tomarme por el cuello depositando un beso en mi mejilla.

—Te extrañe muchísimo hermanito —dice mientras se acurruca en mi pecho cual niña pequeña.

—Ya no eres una niña Marian.

—Disculpe licenciado no sabía que estaba ocupado —dice Sofía mientras coloca la taza de café sobre mi escritorio y salir disparada de la oficina sin darme oportunidad de decir algo.

—Oh… es nueva —dice Marian mientras se levanta de mi regazo y se acaba la taza de café.

—Sí, Nasia está de vacaciones. ¿Nuestros padres ya saben que regresaste?

 —La verdad no, pase solo a saludarte a ti. No iré a casa, iré a otro lugar a visitar, ya sabes que este encuentro no le puedes decir a nuestros padres, solo vine porque moría por verte hermanito y también porque necesito un favorcito tuyo —dice mientras juega con los dedos.

—Ya sabía yo que no era porque te morías por ver a tu hermano —respondo con una sonrisa y moviendo la cabeza en negación.

—Hermanito sabes que te amo con todo el corazón, pero necesito dinero.

—¿Dinero?

—Mamá bloqueo mis tarjetas y pues no quiero que nuestro padre discuta con la bruja de nuestra madre por mi culpa así que acudo a ti y a tu bondadoso corazón —dice mientras suelta una carcajada.




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