Amor & Mentira (editando)

Capítulo 20

Capítulo 20

Pov Sofía

Día del juicio 10:00 hrs.

Desperté temprano tanto por los nervios y las palabras de Álvaro que aún seguían como un taladro en mi cabeza. No había podido pasar un domingo agradable junto a Alonso al seguir escuchando las palabras de Álvaro: Alonso no es hombre que crees que es, solo te está utilizando y te lo voy a comprobar. Te cederé la custodia total de mi hijo, me encargaré de sus gastos, pero no pienso darte el divorcio Sofía, yo aún te amo, si tú lo aceptas podemos formar nuestro hogar, darle un hogar a nuestro hijo.

Sacudí la cabeza buscando alejar las palabras de Álvaro, estaba loco si pensaba que regresaría con él para formar de nuevo una familia, mucho menos deseaba tener cerca a la loca de su madre y hermana.

Me metí rápidamente a la ducha, necesitaba agua fría para estar tranquila, tenía los nervios totalmente alterado y los sentimientos a flor de piel, por más que Álvaro dijo que me sedería la custodia de mi hijo no confiaba, tenía que esperar que el juez dictamina que mi hijo estría bajo mi cargo.

Después de la ducharme y cambiarme, fui para la cocina encontrándome a Cielo. —Buenos días —salude pasando por su costado para servirme una taza de café.

—Buenos días mi Sofí, ¿Cómo te sientes?

—Nerviosa —respondí con sinceridad.

—Todo saldrá bien mujer —dijo tomándome de los hombros.

—Gracias.

—¿Te llevo?

—No, Alonso pasara por mí.

—Entiendo. Me alegra ver que las cosas estén mejorando, te mereces toda la felicidad del mundo amiga mía —dijo regalándome una sonrisa.

—Y tú también —dije dándole un cálido abrazo.

—Antes que me olvide, te trajeron un encargo.

—¿A mí?

—Sí, lo deje en la sala.

—Entiendo, gracias.

Vi a Cielo desayunar rápido y salir a carrera de la cocina al percatarse que ya se hacía tarde. Gracias a Dios yo pedí día libre para pasarlo con mi hijo, estaba seguro que mi niño vendría a mi lado.

—Adiós… confió en que todo saldrá bien —grito Cielo desde la puerta.

—Conduce con cuidado —grite mientras caminaba hacia donde estaba el pague. Me sorprendió ver que era un paquete enviado por Álvaro. —¿Qué se trae en te manos? Me pregunte. Comencé a quitar el embalaje de la caja, la abrí, había una pequeña nota y una grabadora en forma de lapicero. “Escucha el audio y comprobaras quien es verdaderamente Alonso”.

Arrugue el entrecejo, me debatida entre escuchar o no escucharlo. «Quizá sea mejor que lo escuche cuando regreses del juicio» dijo mi conciencia, pero más pudo mi curiosidad y presione el botón, escuche las voces de Álvaro y Alonso, no entendía muy bien de lo que hablaban hasta que Alonso…

—No es cierto —dije y volví a presionar la grabadora, repitiendo las palabras que salían de la boca de Alonso. Mi corazón dolía, sentía que me faltaba el aire y me negaba aceptar que fuera ese tipo de persona, me negaba a aceptar que el solo me estaba utilizando para su venganza. Repetí varias veces el audio, buscando de alguna forma estúpida que lo que escuchaba sea producto de mi imaginación, pero no era ninguna imaginación, era Alonso.

Caí en mis propios pies, sentí mis lágrimas recorrer mi mejilla. Después de respirar varias veces para tratar de controlarme, me puse de pie y me sequé las lágrimas violentamente. No dejaría que esto me afectará, no cuando lo más importante que tenía en mi vida volvía a mi lado, jure para mis adentros que nunca más confiaría en ningún hombre.

Corrí de vuelta al baño me lave la cara y me maquille, me quite cualquier rastro de tristeza del rostro. Vi el reloj marcaba las ocho y media de la mañana, salí de casa, tome un taxi y me fui directo al lugar donde se llevaría a cabo la audiencia. No quería ver a Alonso, pero no tenía de otra que aguantarlo por unas horas más que sea el juicio. Mi celular comenzó a sonar, era Alonso quien llamaba, seguramente había pasado por casa a recogerme.

Sofía: Ya estoy en el lugar donde se llevará la audiencia.

De ahora en adelante no dejare que ningún hombre aparte de mi hijo ingrese a mi corazón, ya me habían herido dos veces y estaba segura que no habrá un tercero, no permitiría que una tercera vez me volvieran a lastimar, no señor, eso nunca más.

Paso los minutos y me comenzaba a sentir ansiosa, tenía los nervios de punta y un corazón que se volvía más duro.

—Mi amor, ¿Por qué no me esperaste? —sentí las manos de Alonso tomarme desde atrás e intentar besarme más lo evadí y me solté de su agarre.

—¿Qué pasa? —pregunto sorprendido.

—Estoy nerviosa por el juicio y no me siento bien —mentí, la verdad tenía muchas ganas de gritarle que lo sabía todo y que no era necesario que siguiera mintiendo.

—Todo saldrá bien —dijo e intento tomar mi mano más lo esquive.

—Debemos ingresar, ya casi es hora —dije y caminé hacia la sala dejando a un Alonso sorprendido. «que bien fingía, debía ser actor» dije con enojo para mis adentros.




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