Amor o Venganza...

CAP 1. UN ENCUENTRO INESPERADO.

Alaska
Alaska...Alaska...Alaska...Son las últimas palabras que aún recuerdo de mi difunta madre, asesinada y ultrajada por la familia que más odio y a la que le cobraré la felicidad que me arrebataron sin piedad...

Yo Alaska Emiroglû hijo del gran Sinan Emiroglû juré que vengaría a mi madre lastimando el punto más vulnerable de Osam Arslan el maldito que mató a mi mamá y tal como ella sufrió por mí, él sufriría por su hija, Kansu Arslan, su mundo, su felicidad, su todo.

Gracias al desgraciado de Osam Arslan, todas las noches recuerdo los gritos de mi madre siendo abusada y torturada, gritos sin fin y lastimeros que escuchaba tras la puerta un niño de tan solo 7 años, un niño inocente escuchando la muerte... Recuerdo cuando mi madre  me contaba cuentos todas las noches, cuando ella me cuidaba cada vez que me enfermaba, que cada vez que me caía ella me levantaba y me consolaba; todo lo que ella soportó fue para protegerme...

Pase diecisiete años investigando los puntos más débiles de la familia Arslan, Diecisiete años estudiando cada miembro de esa maldita familia, diecisiete años planeando una venganza.

-Padre...- le digo al hombre que está postrado en una cama muriendo.

-Alska hijo mío, hoy todas mis riquezas y fortunas pasan a ti. Pero antes de irme júrame que acabarás con Osam Arslan, el hombre que arrancó a tu madre de nuestros corazones sin piedad, Júrame que borraras ese maldito apellido de la faz de la tierra.

- Te lo juro padre... Te lo juro- le decía mientras él cerraba los ojos y la máquina que lo mantenía con vida sonaba indicando que el paciente había muerto. Sobre el cadáver de mi padre juré que vengaría la muerte de mi madre, la tristeza y la angustia que nos había invadió por años y la muerte de pena moral de mi padre.

Ese mismo día mi padre fue enterrado al lado de la mujer que amó. Mis tías, mis primas y mi abuela me acompañaron en mi sufrimiento, pero sabía que la muerte de ese gran hombre no podía obstruir mi venganza...

-Escuchen familia Emiroglû, no espacio para lágrimas y sufrimiento, no hay lugar para lamentarnos y atrasar nuestra venganza. Hoy la familia Emiroglû regresa a Estambul a cobrar todos los momentos amargos que la familia Arslan nos hizo pasar y juro por las almas de mis padres que esos mal nacidos pagaran por todo. Familia empiecen a empacar mañana partimos a primera hora.

La venganza comienza...
  

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Kansu
Hoy fue un día como todos, encerrada como una prisionera en esta mansión...

- Ahhhhh, cuánto daría por salir alguna vez sin 10 escoltas detrás de mi como perritos falderos- pensaba en voz alta mientras miraba mi ventana con barrotes.

- Kansu estás ahí?- me preguntó mi madre tocando la puerta.

-Si mamá estoy aquí como siempre durante toda mi vida- le respondo mientras abría la puerta.

-Hija, sabes que por tu seguridad y protección, tu padre y yo nos moriríamos  si algo te llega a pasar. Por favor comprende Kansu, eres lo más preciado para nosotros.

- comprendo, yo también los amo pero quiero un poco de libertad y...- mi madre me interrumpió y me miró con ternura y me dijo...-Kansu mañana estaremos celebrando el aniversario de la compañía.
Tal vez puedas ir al centro de la ciudad y dar una vuelta de unos 45 minutos mientras tú abuelo y tú padre firma el contrato con los Aksoy y los guardaespaldas están distraídos.

De pronto mi cara se iluminó y tenía una sonrisa de oreja a oreja -¡¡Gracias mamá!!

-Bien entonces a dormir, mañana será un día muy importante.

-Buenas noches mamá.

-Hasta mañana hija- me dijo mi madre cerrando la puerta mientras yo pensaba en que sería una chica de 24 años como cualquiera, mañana sería un día fantástico.
 
*****
Ya es de mañana, hoy por fin tendré un poco de libertad, salgo de mi habitación y voy a la cocina para desayunar.

-Señorita Kansu hoy está muy feliz- me dice Nana Gül entregándome un plato con sándwiches y frutas.

-Si Nana Gül, hoy yo...- no pude terminar la frase porque tal vez Nana Gül avisaría a mi abuelo y arruinaría mi oportunidad de salir de la vista de mi padre y los escoltas -...yo estaré presente en la firma y saldré en televisión!!

- Eso de salir en televisión es increíble, gózalo linda.

- lo haré Nana, lo haré...

-Kansu hora de irnos- escuché que mi abuelo me llamaba.
No pude terminar mi desayuno, así que Nana Gül me preparo una pequeña lonchera. Me despedía de ella y salí de la cocina.

Cuando me subí al auto empecé a recordar mi infancia, las veces en la que salía de la mansión con 10 guardaespaldas detrás de mí; cuando mi abuelo me cargaba en sus brazos y me decía lo peligroso que era el mundo o cuando me contaba las historias de una familia que en el pasado nos hizo mucho daño... Todo eso terminaría hoy, hoy por fin saldría como una persona normal.

Mi abuelo no me dirigió la palabra en todo el camino, pues estaba clavado mirando los contratos y evaluando precios.

Al llegar vi un edificio muy alto y lujoso, un escolta me abrió la puerta y me ayudó a bajar del auto. Enseguida vi que otro auto llegó, tal vez era la familia con la que se tenía que reunir mi abuelo y mi padre para la firma.

Entramos y tomamos el elevador para el piso 38, el lugar donde se llevaría a cabo toda la celebración y la firma.

-Kansu, quiero que te mantengas cerca, yo estaré ocupado dos horas por lo menos; solo tienes permitido ir a la cafetería del 2 piso, y si quieres salir para tomar aire lleva al señor Risa contigo. Está claro?

- Si abuelo entiendo.- le dije en tono aburrido para que el se diera cuenta de que si había entendido, porque si le hablaba de otra forma él sabría que tramaba algo.

Al llegar al piso 38, encontré a mi padre u a mi madre, fui con ellos mientras esperábamos a la familia Aksoy.

-Kemal Arslan, es un placer conocernos.

Escuché la voz de un hombre que saludaba a mi abuelo dándole la mano, esa era mi señal. Salí cautelosamente, del lugar y tome el ascensor de emergencia para que nadie se diera cuenta de mi fuga.

Ya en el primer piso salí por la puerta trasera y fui al centro de la ciudad.
Estaba maravillada por lo que veía, la música, el basar, los colores, la gente, todo era increíble, era como un sueño hecho realidad; pero la verdad me sentía como Cenicienta, el tiempo que tenía era limitado, así que tenía que aprovecharlo al máximo.

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Alaska

Estaba en el auto esperando a que Demir saliera con el contrato en sus manos para así empezar con la caída financiera de los Arslan.

Pasaron 45 minutos y ya me estaba aburriendo, así que decidí salir e ir al basar a dar una vuelta. Ví muchas cosas y compré una que otra golosina.

De repente una chica se choca conmigo y derrama una soda en mi camisa.

- Ayyy, perdón señor discúlpeme, no sabía por dónde iba. - me dijo la chica preocupada y muy avergonzada. Llevaba una gorra, por lo que no pude ver su rostro.

-No se preocupe, solo es una camisa, lo importante es que usted esté bien.- le dije mientras ella tomaba un trapo y me limpiaba.

- Oiga no se preocupe la puedo cambiar.

- cuando ella alzó la cabeza la vi, era ella... Era ella... 




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