Amor Prohibido

Capítulo 17

                                                      Aquellos     FILIPINOS         

                                                               CELOS ACTIVADOS                                                                      

16 octubre.

Salgo de la habitación bastante confundida y frustrada, no es de mi agrado que mi socio siempre deje todo sin explicación alguna, además ¡No le importa compartir cama conmigo! Para mí la verdad es bastante íntimo con qué persona duermo, por la simple razón de que yo me muevo demasiado y doy una que otra patada durante la noche. 

Para mí solo hay una respuesta bastante coherente a decir verdad. ¡Es un simple mujeriego! Todo encaja a la perfección, hombre atractivo, guapo, cuerpo trabajado, serio, reservado, elegante, de familia adinerada, empresario, pelo pelinegro, ojos azules... Su apariencia lo discrimina al tipo de hombre que se acuesta cada noche con uno y no la vuelve a ver... pero mi dichosa pregunta que me hace sobre pensar todo durante el día es ¿por qué me invitaría a dormir con él? 

Un sonido me hace volver a la realidad, es el sonido del ascensor... Las puertas se abren y me guio hacia el spa por un mapa donde se sitúan todos los lugares del amplio hotel.

Para ser sinceros, no me oriento bien cuando se trata de lugares.

__ Entonces, ¿en dónde se encuentra? Derecha o izquierda, creo que estaré todo el día buscando el maldito spa __ llevo mis manos a la cabeza, entrando en desesperación y mirando de un lado a otro. Escucho de nuevo las puertas del ascensor, abrirse, y gracias a dios que detrás de las puertas estaba la señora Nathaniel a decir verdad en este inmenso hotel nunca habría sido capaz de llegar a la zona __ Sra. Nathaniel menos mal que la encuentro, habría sido imposible situarme a qué dirección se encontraba el spa.

__ Gia __ habla reprochándome y quizás con un tono de regaño __ Ya le he dicho muchas veces durante el día que para ti soy solamente Nathaniel __ una sonrisa aparece en su blanquecino rostro __ ¡Me alegra que me encontraras!

__ Perdóneme es que estoy acostumbrada a llamar por formalidad, ¡Parece que vivo en la empresa! __ rió suavemente.

__ Tú, también le llamas a Christian, ¿señor? __ enarca una ceja. Siento mis manos sudar mientras andamos hacia el spa al que me guía la señora Nathaniel, poco a poco mis piernas comienzan a temblar, quedando muda por unos segundos sin saber lo que responder...

__ Cariño __ expresó sobresaltada, dije lo único que se me ocurrió... __ Por supuesto que no le llamo por su nombre, suelo decirle cariño.

__ UFF, ¡Me había asustado! __ la señora Nathaniel pasa una mano por su cabeza en tono de sarcasmo.

Abrimos la enorme puerta de cristal, en frente nos encontramos a la recepcionista del SPA, ella gira su atención en nosotras y nos sonríe amablemente.

__ Buenas tardes, Sra. Nathaniel, ¿a qué zona les gustaría ir? __ dice amablemente la chica. Supuestamente deberíamos de tener cita o reserva, pero tengo como compañera a la esposa del dueño del hotel, ¿que más ventajas podría tener en este viaje?

__ Empezaremos por lo que mi amiga elija __ quedo sorprendida ante las palabras de la señora Nathaniel, ¿amiga?, esta mujer me tiene mucho aprecio, me agrada que siga existiendo gente así de agradable a pesar de que tengan millones de billetes.

__ ¿Qué desea hacer primera señora? __ giró mi cabeza de nuevo hacia la recepcionista poniendo toda mi atención en ella.

__ Será mejor que elija usted Nathaniel, he ido a muchos, pero nunca soy buena eligiendo lo correcto __ replico yo siendo totalmente sincera.

__ De ninguna manera, hoy eres la invitada, eliges.

__ Entremos a la sauna __ suelto lo primero que se me ha ocurrido, sinceramente no iba a pensar mucho más.

__ Joseph las acompañará síganlo __ explica la recepcionista guiando su mano hacia el supuesto Joseph.

Vamos detrás de el hombre el cual nos da un bañador blanco entero, en medio tiene unas letras finas y doradas, ¨ DAVIS HOTEL¨, tomamos los bañadores y vamos directas al baño elegante en el cual cada una por separado se cambia.

Más tarde después de las dos cambiarnos entramos a la sauna, una ráfaga de aire caliente me abofetea cuando abro la puerta. ¡No hay nadie! Solamente estamos la señora Nathaniel y yo sentadas en los grandes y largos bancos de la sauna.

Me siento y encojo mis piernas, las agarro con fuerza, miro hacia arriba y cierro los ojos lentamente para relajarme. 

Llevamos unos quince minutos aproximadamente en la sauna, supongo que deberíamos salirnos, ya que no es bueno permanecer demasiado tiempo en estas salas. 

Abro los ojos muy lentamente y al instante veo la puerta abrirse, observó a dos musculosos hombres. Está nublado y no veo bien, pero reconozco desde lejos ese delicioso aroma que invade mis fosas nasales, abro más mis ojos y los observó entrar, ambos llevan el bañador del hotel, es el mismo, pero es un bañador de hombre, puedo apreciar sus trabajados brazos y abdomen.

__ ¡Que bien que habéis llegado!, amor te echaba de menos __ expresa Nathaniel hacia el señor Lian el cual se sienta al lado suyo y le da un cálido y rápido beso en los labios.

__ ¡Hola cariño! __ digo sonriendo falsamente, evitando que los Davis lo noten y recordando la anterior conversación con la señora Nathaniel.

Él me mira extrañado, disimuladamente y se sienta al lado mío fingiendo y destacando un poco más que somos una ¨ pareja.

__ ¿Cómo que ¨ cariño? __ susurra Christian para que los dos dé al lado, no se enteren.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.