Amor Robado. Saga Salamina Nº 3

Capítulo 8

La gran casa donde se lleva tan exagerada fiesta esta iluminada y decorada de hermosísimos adorno alusivos a la cosecha y que esta pronto a ser recogida. Esta casa está compuesta por dos grandes pisos, siendo la segunda planta un conjunto de habitaciones privadas, que eran utilizadas para eventos de congresos o capacitaciones.

Ya son pasadas las doce de la noche y la fiesta está en su mayor apogeo, los jóvenes eufóricos gritan y bailan al ritmo de la juvenil música y otros formando líos por la ebriedad que sienten, las bebidas los motivan a cualquier actitud irrazonable dejándolos que expongan sus emociones carnales. Muchos se besan y se acarician en rincones oscuros, dando el espectáculo del año.

Rosa está un poco tomada por estar llevando las bebidas a Julio disimulando, bebe ella una que otra, pero al no estar acostumbrada a la bebida se marea muy rápido, ella ha decidido emborracharlo y así llevarlo a la cama para después mentirle que se embarazada de él; ese plan ella lo trazó con ayuda de su madre para poder adueñarse de las riquezas de él, porque éste proviene de una acaudalada y reconocida familia, estas quieren hacer parte de esa clase social, la cual por años han deseado ingresar, y esta es la oportunidad de oro para que ellas puedan pertenecer a ese grupo social.

Rosa al darse cuenta qué Julio le prestaba poca atención decide coquetear con un amigo para provocar los celos a Julio, pero debido a los tragos que ella tiene en la cabeza, no se da cuenta que él no la observaba y a la vez alienta al chico al que ella le se le insinúa, llevándola a perder el juicio.

Julio que todo el tiempo ha estado jugando con las cervezas que ella le trae, para luego botarlas no quiere beber, mientras luchaba con el sentimiento que fluye dentro de él de rabia al ver a Azucena rodeada por el brazo de Jeison y que este le acaricia su piel desnuda de la cintura e imaginarse que ella se le pudo haber entregado, lo está devorando de celos.

Por mucho que él trata de controlarse no logra disimular su visible enojo.

Azucena que lo ha estado observando supone que el enojo de él es porque está celoso al ver a Rosa que se le insinúa de manera coqueta a Elías, un compañero con el que ella se está graduando, por eso toma la decisión de acercársele para tratar de calmarlo porque a ella le duele lo que él está sufriendo en ese momento.

_ Julio_ dice muy nerviosa, ella sabe que él está furioso.

En esos momentos Rosa se va a un matorral y Azucena observa con horror que Julio se ha dado cuenta que ella ha comenzado a besarse y que las caricias son cada vez más intensas dejando ver la pasión con que los amantes se acarician o eso es lo que parece desde la distancia.

Julio se da cuenta de qué Rosa está en los brazos de otro hombre.

_ ¡No puede ser! _ murmura al comprender que él no siente absolutamente nada por Rosa, y por eso decide salir de la fiesta rápidamente e ingresar a la casa.

Llega a un mini bar y toma un botella de Whisky llena y sube las escaleras desea escapar de sus turbulentas emociones, encuentra una habitación; frustrado bota el licor en el baño y lava su cara y manos, se siente sucio por su descubrimiento, no entiende lo que paso con él, cómo se ha dejado engañar por Rosa. Se sienta en el gran sillón a recapitular su vida y comprende que él nunca ha sentido amor por Rosa, es que ni siquiera deseo y a cambio por Azucena siente un cúmulo de sentimientos  que arrasan con todo sentido común de la razón.

Azucena vio cuando Julio, observó a su prometida en los brazos de un amante de turno, corre tras él para detenerlo y es cuando ella lo ve que él toma la botella de licor sellada y la abre y lo ve tomar un trago; ella sabe mejor que nadie que él no bebe porque le hace daño, y además por su educación y eso demuestra que él siente mucho dolor por lo que acaba de ver.

Desesperada y ansiosa por ayudarlo no mide las consecuencias de sus acciones y entra intempestivamente en la habitación y lo encuentra sentado con la cabeza gacha y la botella de licor vacía en sus manos.

_ ¿Qué hiciste, Julio? _ Le dice ella con lágrimas en los ojos por el dolor que ella siente al verlo sufrir, al creer que él se bebió la botella de un solo tiro.

_ ¿Acaso te importa, lo que a mí me pase? _ le grito furioso. Los celos lo estaban consumiendo, pero sabía que no tenía derecho a reclamar.

_ ¡Me importa mucho lo que pasa contigo! _ Su voz tembló _ porque tú pronto vas a ser parte de nuestra familia y realmente me encantaría llevarme bien contigo _ ese era el consuelo que tenía Azucena de poderlo ver aunque no fuera de ella.

_ ¿Te acostaste con él? _ le preguntó el furioso por los celos que lo atormentaba, olvidando si tenía o no derechos.

_ ¿Qué? _ fue respuesta de sorpresa que ella le dio _ ¿De qué estás hablando?

_ ¡No te hagas! _ La voz ronca de Julio la paralizo de temor a ella_ Muy bien sabes lo que estoy hablando. Te pregunté que si te acostaste con ese estúpido.

_ ¡No! No sería capaz de hacerlo_ se sinceró con él. Sus ojos la querían traspasar por la furia que en ellos se veía y ella podía sentir.

Julio la miró a los ojos y dentro de él fluía un torrente de fuego que amenazaba con fundirlo y dejarlo ahí derretido delante de ella y sin pensarlo se levantó y se acercó con brusquedad y la tomó por los hombros mirándola fijamente a los ojos, y al escucharla él sintió un alivio en su corazón.




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