Capítulo 11

La clínica privada Nuevo Horizonte es un lugar donde Azucena labora para ganar un dinero extra para seguir pagando la manutención de su hija y la de ella, también se ayuda con la costura de su amiga y madrina de su hija Helena Díaz, además el señor Efraín, el esposo de Helena la ayuda llevándole trabajos para la casa, no se puede quejar, la familia Díaz la ha ayudado de manera incondicional, y les está muy agradecida.

Ella camina con rumbo a la farmacia de la clínica donde labora por turnos ese día precisamente debe laborar en el turno de la tarde y la salida es a las nueve de la noche, pero debido al mal sueño y a la preocupación que tiene por la visita de Saray la mantiene en vilo, de imaginar que ella haya descubierto de que su hija es de Julio, y que él se aparezca en Nuevo Horizonte, pero después se relaja, él no vendría por nada en el mundo, según ha escuchado está muy bien viviendo con su novia de turno Luz, que además es muy bella y decidida por captarlo y llevarlo al altar.

_ Hola amor_ la saluda Luis Alfredo, el médico de turno, un hombre casado que se ha declarado enamorado de ella_ te ves muy cansada, te gustaría ahora que salgamos de turno ir a comer algo por ahí_ le dijo con cierta coquetería.

_ Médico, le he dicho mil veces que no me interesan los hombres casados, tuve una mala experiencia con uno_ le sonrió jocosa _ eso me inmunizó hacia los hombres y en especial en los hombres como tú_ lo miro enfadada.

_ ¡Oh, Eso dolió! Dios eres tan cruel, y yo que me muero de amor por ti, tu eres mi medicina_ le paso el brazo por los hombros_ tu sabes que me estoy divorciando, este matrimonio fue un fracaso desde el día que me case.

_ Lo siento mucho, pero no me interesa ni solteros, ni casados, ni divorciados_ le quito con poca delicadeza el brazo, dejándole ver que no le gustaba su lisura _ y le he dicho que no me gusta que me abracen.

_ Bueno, bueno, yo solo te estaré pisando los talones, tu sigue corriendo que cuando te canses yo te atrapare_ se alejó de ella riéndose.

Era un insufrible, lo detestaba era petulante y egocéntrico.   Suspiro  furiosa. No  podía negar que era muy atractivo, pero un hombre que no respeta a su esposa no respeta a ninguna otra mujer.

Hizo los cambios de los medicamentos y regreso a su pabellón. Cansada y terminada su jornada se dispuso para regresar casa y en la salida se encontró con el médico que venía con otra auxiliar de enfermería y esta venia dormida en la parte trasera del auto.

_ ¿Esa es Mireya? _ Lo miro con curiosidad_ ¿Está enferma?

_ No, se dobló dos turnos_ respondió y sus ojos brillaron _ Vamos te llevo a tu apartamento, no hay peligro, cualquier cosa gritas y Mireya te auxilia_ dijo con socarronería.

Ella miro su reloj, ya era muy tarde y quería ver a su hija _ Sera que si me ayuda Mireya, se ve desmayada _ se burló de él.

_ Vamos mi amor_ le dijo mientras le abría la puerta del auto_ sube que estoy muy cansado como para tener pasión ahora_ dijo para tranquilizarla, él gustaba de ella, pero le era esquiva y si era sincero no valía cansancio para estar con ella, el solo mirarla lo encendía. Le gustaba ese genio volátil y su genialidad para resolver situaciones en emergencia, era muy buena en lo hacía.

_ Bueno, te lo agradeceré, ya es muy tarde y don Efraín no puede recogerme hoy _ le comento algo nerviosa, nunca se había subido al auto de él.

_ ¿Efraín? El padre de tu hija_ el conducía concentrado en la carretera.

_No él es el padrino de mi hija, su esposa y él me ayudaron cuando llegue a Nuevo Horizonte_ le comento _ les estoy muy agradecida.

_ Ah, me estaba poniendo nervioso_ le dijo con burla_ no me gusta la competencia.

Ella río al ver que él trataba de calmarla.

_ Lo siento de verdad, pero se me hace muy difícil confiar_ se dedicó a mirar por la ventanilla, era muy avanzada la noche, y estaba muy cansada y aun tenia cosas que solucionar como por ejemplo esa carta que había llegado en las horas de la mañana, y que no quiso abrir por temor, ¿Seria los papeles del divorcio? ¿Julio ya sabría de su hija?_ bostezo por el hambre y el cansancio.

Llegaron a los pocos minutos y al despedirse, él la tomo de la mano y planto un beso en la mejilla de la sobresaltada joven.

__ Ves no muerdo_ le sonrió al verla muy enfadada.

Ella bajo rabiosa y subió los escalones murmurando peste contra el médico por su atrevimiento, pero mañana lo pondría en su lugar. Ella subió los escalones y no se percató de los ojos marrones que la miraban con furia desde un auto que estaba estacionado en la parte de frente de su calle y vio el beso apasionado que el médico le dio.

Julio observaba en silencio y pensaba una y otra forma de cómo llegar a ella, encendió el auto y se marchó al hotel, mañana llegaría ya era muy tarde para enfrentarla, además ella estaría muy cansada.

___ ¡Nany! ___ Azucena la llamo con voz modulada para que Yalena no se despertara ____ ¿Dónde estás?

____ Amiga menos mal que llegaste, es muy tarde___ la miro muy preocupada, salió ya vestida con una pijama de muñequitos ____ Esa bribona me dio mucha lata ___ sonrió ___ su madrina le regalo otra muñeca y a donde la quería dejar para ir a dormir.