Hola:
Lamento mucho la tardanza pero estaba de viaje. Espero que sigan disfritando de esta aventura de la poblacion de Salamnia.
Miky Perez.
Julio antes de ir al almuerzo que el seminario iba a brindarle a todos los participantes, en el que él pensaba ir asistir con Azucena le dio por visitar a su hermana Helena, para saludar a toda la familia Díaz personalmente, aunque en la noche anterior él ya la había llamado y le pidió el favor que le diera alojamiento por una noche en su casa, él necesitaba pensar bien las cosas antes de presentarse ante su esposa e iba con la intención de pedir su ayuda y consejo.
_ Oh, Julio, que alegría tengo de verte _ decía Lena muy emocionada _ ¿Te vas a quedar por mucho tiempo, en Nuevo Horizonte?
_ No Lena, solo esta noche, debo volver al rancho y organizar unos asuntos que me traen de cabeza, son muy complicados _ se dejó guiar por ella a una pequeña sala que era dominada por una gran pared y en esta había una foto con marco dorado de una hermosa niña morena de ojos verdes y sorprendido miró la foto y luego a su hermana, su corazón latía de manera apresurada, ver la foto de su hija en la casa de su hermana, lo hacía estar más cerca de ella, de su Yalena _ ¿Quién es ella?
_ Oh, es mi preciosa reina, la dueña de mi corazón _ dijo con una sonrisa soñadora _ es mi súper modelo y además mi adorada ahijada, Yalena Abello _ sonrió con orgullo y acaricio la gran imagen que adornaba la pared con amor _ Efraín y yo amamos a esa criatura.
_ ¿Es tu adorada ahijada? Desde cuando la conoces _ tenia curiosidad. Quería saber todo lo que paso su mujer al dejarlo solo en el rancho.
_ Desde antes ella nacer. Sabes Julio, cuando Yalena nació, yo hubiese metido las manos al fuego, jurando que ella era tu hija, ustedes son muy parecidos y eso me lleno aún más de amor por esa criaturita hermosa, además su madre es una joven sin tacha ni errores, el único error fue haberse enamorado de un imposible_ suspiro muy triste _ ha sufrido mucho, el padre ni siquiera sabe que tiene una hermosa hija, pero eso no importa porque para eso tiene a Efraín y a mí, nosotros seremos como sus padres_ le sonrió y al verlo tan serio le preocupo.
_ ¿Tú la conoces desde antes de nacer? _ él pensaba en voz alta _ ¿Era la bebé que lloraba una vez que vine a visitarte? _ De pronto un recuerdo lleno su mente y esto lo estremeció de dolor y nostalgia.
_ Sí, es ella, apenas tenía unos días de haber nacido _ sonrió alegre. A Helena le encantaba hablar de su mayor amor, Yalena.
Dios o el destino siempre lo había puesto en el camino de su mujer e hija, pero a él le falto mucho más interés, pero ahora lucharía por su mujer y por su adorada hija, sonrió complacido ante aquella inverosímil casualidad, si Azucena en algún momento trataba de huir de él, lo más seguro es que fuera a buscar a la madrina de su hija, porque ahí ella se sentía segura, eso le dio un poco más de confianza. Helena Díaz o era su amiga o su enemiga, pero, ante todo era su hermana, antes cualquier situación, él sabía que llegado el momento contaría con ella.
_ ¿Siempre me vas a dar posada esta noche? _ le preguntó con la cabeza llenas de dudas y muchos pensamientos confusos.
_ Sí, claro, espero que no te importe acompañarnos Yalena y su madre se van a quedar con nosotros unos días, como apareció el padre de la niña y ella está muy asustada la pobrecita y se quiere esconder aquí conmigo.
_ ¿La pobrecita? _ murmuró él, la pobrecita se iba a llevar el susto de su vida. Si a la hora del almuerzo no era la chica de Mateo, entonces seria en la noche, pero no le iba a dejar escapatoria, de que la atrapaba, la atrapaba. Sonrió de manera malévola. _ No, no me va a importar, es más si quieres nos puedes acomodar en la misma habitación_ rió al ver la cara de su hermana con los ojos desorbitados.
_ ¡Julio! _ Él reía de buena manera. Ella tenía mucho rato de no verlo feliz y eso la hizo muy feliz a ella. _ No sabía que eras un descarado.
Julio después del almuerzo tan provechoso que tuvo, fue y dejó a Azucena en el apartamento, según él para que ella recogiera todas sus cosas, porque muy temprano viajarían al Rancho Villalobos.
Después de dejarla se dirigió nuevamente al seminario y buscó a Mateo, necesitaba disculparse con él por el mal momento que le hizo pasar, aunque si era muy sincero consigo mismo no se arrepentía para nada, pero no lo encontró se marchó antes de tiempo, lo más seguro era que estuviera muy enojado con él, por lo sucedido, pero ambos no tenían culpa por enamorarse de la misma mujer. Ella era su mujer, y así seguiría, al menos por un tiempo, un año. Sonrió. Su padre dijo tres meses, pero ella no lo sabría, bueno eso esperaba.