La primera mañana en el rancho amaneció con una suave luz que entraba por las ventanas de la cabaña.Emma ha empezado a darle toques personales que la hacen sentir como en casa.La fachada es sencilla y sin lujos,con una pequeña terraza de madera sin barandas,donde ha colocado un par de sillas de mimbre y una mesa baja.Aquí,a veces se sienta a disfrutar del paisaje desértico y a ver el sol teñir de tonos cálidos la llanura al atardecer.La cabaña cuenta con pequeñas ventanas para mantener el interior fresco,y sobre ellas cuelgan visillos de algodón blanco que ondean con la brisa.
El interior es igualmente simple y acogedor,con pisos de madera y paredes sin tratar que le dan ese aroma natural.En el salón,una pequeña chimenea de ladrillo en una esquina,más bien decorativa que funcional en este clima de texas.Un par de estanterías que empiezan a llenarse con libros y objetos personales que Emma trajo consigo.Frente a la chimenea,un sillón cubierto con una manta de algodón y una alfombra tejida a mano.La cocina está equipada de manera sencilla,con una antigua estufa de gas y estanterías abiertas donde ha empezado a colocar utensilios y hierbas secas que recoge del entorno.La mesa del salón de madera sin pulir es perfecta,por su gran tamaño.En su dormitorio,una cama de madera rústica ocupa el centro,con sábanas ligeras y una colcha de algodón que ella misma ha elegido para hacer frente a las cálidas noches texanas.Una ventana ofrece vistas del horizonte y permite que la luz del amanecer llene el cuarto cada mañana.Recien instalada,Emma ya ha echo de esta cabaña un lugar íntimo y personal,un refugio perfecto para comenzar su vida en un entorno completamente nuevo.
Esta vida sencilla,sin los ruidos de la ciudad y con el sonido de la naturaleza como única compañia,ya empezaba a calar en ella.
Mientras se ponía sus botas y preparaba la cámara,se recordó a sí misma la razón por la que estaba allí,para reencontrarse,para hacer de la forografía su refugio,y para capturar la esencia de un lugar tan desconocido para ella,y para olvidar todo lo que había dejado en New York.
Al salir,se topó con una vista impresionante,un cielo despejado, y una extensión infinita de colinas.A lo lejos,podía ver a los caballos pastando cerca de un establo,y caminando hacia el lugar,la figura solitaria de Cole.
Con cautela,Emma caminó hacía él,decidida a comenzar su primer dia con el pie derecho.Mientras se acercaba,Cole alzó la vista y la observó por un instante,sin mostrar emoción alguna,como si no esperara compañia ni la deseara.Aún así,Emma le sonrió,tratando de romper la barrera de su mirada.
—Buenos días—dijo,acomodando su cámara y tratando de mostrar seguridad.
Cole le devolvió un leve asentimiento,pero su mirada era fría,Su silencio era desafiante,pero Emma no estaba dispuesta a rendirse tan rápido.
—Mike me dijo que tú trabajas aquí desde hace tiempo—continuó ella,intentando encontrar una manera de iniciar una conversación—.Este lugar es increible;es justo lo que necesitaba para mi proyecto.
—Este lugar no es para cualquiera—respondió él.
Emma frunció el ceño,sorprendida por la dureza en sus palabras.
—Quizá es justo lo que busco.¿Tienes algún problema con eso?—replicó con una sonrisa,sin apartar su mirada de la suya.
Cole entrecerró los ojos,sorprendido por su respuesta.
—No es mi problema,no mientras no te metas en mi terreno—respondió,sin dejar de mirarla.
Antes de que ella pudiera responder,se dio media vuelta y comenzó a caminar hacía los establos,dejando a Emma allí,desconcertada.Sabía que él estaba acostumbrado a mantener a la gente a distancia,pero no iba a permitir que su hostilidad la desanimara.
Decidida a no dejarse amedrentar,Emma se dirigió a los caballos y comenzó a tomar fotos.A través de la lente de su cámara,capturó la paz del lugar,la luz que bañaba las colinas y la silueta de los caballos moviéndose en la distancia.Pero a cada momento,su mirada regresaba a Cole,quien trabajaba sin prestar atención a nadie.
Y aunque Cole seguía siendo frío y distante,ella sintió que detrás de esa coraza había algo que valía la pena descubrir.
Cuando el sol comenzó a bajar,Emma decidió que no dejaría que el silencio de Cole fuera el último momento de aquel día.Antes de retirarse,se acercó a él una vez más,con su cámara en la mano.
—Sé que no eres muy sociable,pero¿te importaría si algún día te fotografío trabajando aquí?Capturarte en tu día a día,quiero decir.Podría ser interesante.
Cole la miró.
—Haz lo que quieras—respondió al final,encogiendo los hombros.
Ella sonrió,sabiendo que con ese simple gesto había logrado una pequeña victoria.
Quizás no sería fácil derribar las barreras de Cole,pero Emma seguiría sin ninguna duda luchando por hacerlo cambiar.
Caminaba de vuelta a la cabaña, con una sonrisa de satisfacción,sabiendo que el rancho le reservaba aún muchos misterios y que,tal vez,aquel hombre solitario formaría parte de la historia que tanto había buscado capturar.
¿Será que Cole .estará destinado a Emma ? ¿A pesar de ser un hombre terco, salvaje,frío y distante?
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Editado: 13.11.2024