Capítulo 6º Confesiones bajo la tormenta.

Las gotas de lluvia golpeaban contra el tejado de la cabaña, pero dentro, el ambiente estaba muy tenso.

Emma no apartaba la mirada de Cole, observando los gestos en su cara, en sus ojos: dolor, furia... y algo más. Algo que le hacía sentirse más unida a él de lo que estaba dispuesta a confesar.

—Cole... —dijo finalmente, con una voz muy bajita—. ¿Quién era ella?

Cole dio un paso hacia la ventana, mirando al vacío mientras se pasaba una mano por el cabello mojado.

—Se llamaba Grace —dijo con voz baja—. Era mi esposa.

Emma sintió que el aire se le escapaba del pecho.

—¿Tu...esposa?

Cole asintió sin mirarla.

—Grace y yo nos conocimos cuando éramos jóvenes. Ella era todo lo que yo no era, valiente, llena de sueños... Ella veía algo en mí que yo no veía. —Hizo una pausa, como si las palabras fueran difíciles de expresar—. Nos casamos, y por un tiempo, todo fue perfecto. Pero... las cosas cambiaron.

Emma dio un paso hacia él, queriendo consolarlo, pero algo en su postura la detuvo.

—¿Qué pasó?

Cole se giró hacia ella, y esta vez su mirada era un mar de sensaciones.

—La perdí, Emma. Fue un accidente... y fue mi culpa.

Se quedaron en silencio. Emma quería decir algo, pero no le salían las palabras.

—Por eso vine aquí, a este lugar. —Cole se encogió de hombros, como si aquello lo explicara todo—. Para escapar de los recuerdos, pero... parece que no importa cuánto lo intente. Siempre vuelven.

Emma sintió un nudo en la garganta. Ahora entendía por qué Cole era como era, por qué había construido esa barrera tan alta, por qué era tan distante y frío. Pero también sentía que, de alguna manera, él había compartido esa verdad con ella, porque confiaba en ella.

—Lo siento mucho, Cole —dijo con una voz muy suave, con palabras llenas de sinceridad.

Él asintió, pero no dijo nada más...