El aire fresco del amanecer inundaba el rancho cuando Emma decidió aventurarse más allá de los límites conocidos. Cole había salido temprano, murmurando algo sobre revisar las cercas del lado oeste. Emma, intrigada por lo que aún no conocía de él, decidió aprovechar el momento para explorar el pequeño cobertizo donde lo había visto entrar tantas veces.
Al abrir las puertas, un ligero olor a cuero y madera la envolvió. Entre herramientas cuidadosamente alineadas, encontró una caja de madera en un rincón. No pudo resistir la curiosidad y levantó la tapa.
Dentro había cartas antiguas, algunas descoloridas por el tiempo. Las primeras parecían normales: listas de compras, notas rápidas… pero al seguir rebuscando, encontró una que destacaba. Era de un papel más fino, escrita con una caligrafía elegante y firmada con un simple "C.M.".
"Nos prometimos la verdad, pero esta mentira será nuestra ruina. No sé cuánto más puedo seguir callando…"
El corazón de Emma se aceleró. Esa inicial, ¿era de Cole? ¿O de su esposa fallecida?
Antes de que pudiera seguir leyendo, un ruido de pasos la hizo girar bruscamente. Era Mike, el capataz del rancho, quien la observaba desde la entrada.
—Este lugar no es para usted, señorita Emma —dijo, cruzando los brazos.
Emma se apresuró a cerrar la caja.
—Solo tenía curiosidad. No pretendía...
Mike no le dejó terminar.
—Hay historias en este rancho que es mejor no saber.. Si yo fuera usted, no removería lo que Cole quiere olvidar.
El tono de su voz era una advertencia no un consejo. Emma asintió lentamente, pero no podía dejar pasar lo que acababa de leer.
Más tarde, cuando el sol se escondía en el horizonte, Emma encontró a Cole en el porche. Él estaba sentado, con la mirada fija en la distancia.
—Hoy encontré una carta —dijo ella, directa, mientras se sentaba a su lado.
Cole no respondió de inmediato.
—¿Por qué sigues buscando respuestas donde no las hay? —preguntó al fin.
—Porque siento que no me dices todo. Y si vamos a construir algo juntos, necesito saber qué secretos te siguen atormentando y no te dejan vivir.
La confesión de Emma quedó suspendida en el aire. Cole la miró por un momento antes de apartar la vista, jugando con su sombrero.
—Tal vez no soy alguien con quien deberías construir nada, Emma. Mi vida ya está demasiado llena de líos y preocupaciones.
El silencio cayó entre ellos, pesado como una losa. Emma sabía que había algo más, algo que Cole no estaba listo para contarle de momento. Pero ella sabía que no iba a rendirse tan fácilmente.Emma estaba loca por él, y cada día que pasaba su amor era más profundo. Quería saberlo todo de su pasado y deseaba tenerlo en su presente. Quería conocerlo profundamente, no quería secretos entre ambos, tenía claro un futuro con Cole.
¿Qué podría ser tan devastador como para que Cole prefiera huir de sus propios sentimientos?
#567 en Novela contemporánea
#2017 en Novela romántica
suspense, amor inesperado del destino, decisiones difíciles.
Editado: 20.02.2025