Capítulo 12º Lluvia.

La lluvia tamborileaba contra los ventanales del pequeño café donde Emma solía refugiarse después de sus largas sesiones fotográficas. Nueva York era su hogar entonces, con todo su ruido y belleza urbana, una ciudad que emanaba vida y energía constante. Emma cerró los ojos por un momento, dejándose llevar por la oleada de recuerdos que regresaban con fuerza, como si la lluvia y el cielo gris la transportará entre el pasado y el presente.

Era en ese mismo café donde había conocido a Daniel, el hombre que le robó el corazón y, finalmente, lo rompió. Recordaba con claridad el día que entró, con su sonrisa deslumbrante y su chaqueta de cuero negra desgastada. Daniel era periodista y compartían la misma pasión por contar historias, aunque sus medios fueran diferentes. Él con palabras, y ella con imágenes.

Al principio, todo había sido perfecto. Se pasaban horas caminando por las calles de Nueva York, buscando los rincones más escondidos y únicos para fotografiar o inspirarse. Fue él quien la impulsó a exponer sus fotografías en una galería por primera vez,quien creyó en ella incluso cuando ella misma dudaba.

Pero el Daniel que le robaba el aliento pronto comenzó a distanciarse, a ser alguien distante y evasivo. Emma tardó demasiado en darse cuenta de las señales;las llamadas que no respondía, las excusas para no verla, los rumores que se comentaban por sus círculos de amigos en común. Hasta que un día, la verdad la golpeó con toda su crudeza. Daniel tenía a alguien más, una relación que había mantenido oculta meses.

El recuerdo de aquella noche aún la perseguía. Las palabras que se dijeron, llenas de reproches y lágrimas, el vacío que sintió al cerrar la puerta tras de sí por última vez. Fue entonces cuando supo que no podía quedarse en Nueva York, con las cicatrices abiertas y los recuerdos a cada momento, en cada lugar que habia pasado junto a él..

Cuando regresó al presente, Emma sintió un escalofrío en su cuerpo. ¿Acaso esa herida no cerrada la estaba frenando en su vida ahora? Al llegar al rancho, con el cielo teñido de naranja y el aire seco sobre su rostro, Emma divisó a Cole trabajando cerca del granero.

Le observó por un instante. Había algo en él, que le recordó lo que había perdido en Nueva York: confianza, autenticidad, pasión. Sin embargo, un pensamiento cruzó por su mente.

¿Era posible que estuviera utilizando a Cole como una cura para las heridas que Daniel le dejó?

Emma respiró hondo y apartó la mirada antes de que Cole pudiera notar que le observaba.

¿Sería capaz de dejar atrás a Daniel por completo,o su recuerdo seguiría persiguiéndola incluso aquí,bajo el cielo abierto de Texas?

"¿Y si su corazón aún no estaba listo para amar de nuevo?"