Capítulo 17º Separación.

La lluvia golpeaba las ventanas de la cafetería en Nueva York mientras Emma giraba el anillo en su dedo, una costumbre que había adquirido en los últimos meses. Frente a ella, Daniel, su ahora exesposo, permanecía en silencio, con las manos entrelazadas sobre la mesa. Mostrándole arrepentimiento.

—Emma, no sé qué más decir —dijo Daniel finalmente, rompiendo el silencio que había entre ellos.

Ella apartó la mirada hacia la calle, donde los taxis pasaban rápidamente bajo la lluvia. Había estado en esa misma mesa innumerables veces antes, compartiendo risas, planes y sueños. Pero ahora todo parecía tan distante...

—No hay nada más que decir, Daniel. Ya está todo dicho —respondió Emma, ,aunque su corazón le dolía con cada palabra.

El proceso de divorcio había sido rápido, pero no indoloro. El descubrimiento de la infidelidad de Daniel había sido como una bofetada que no vio venir, especialmente después de tantos años construyendo una vida juntos. Había estado ciega, enfocada en su carrera, en ser la esposa perfecta, mientras él buscaba algo más en brazos de otra mujer.

—No quería lastimarte —dijo Daniel, como si eso pudiera arreglar algo.

Emma miró, fijamente a esos ojos que una vez amó.

—Pero lo hiciste. No solo me engañaste, Daniel, me rompiste el corazón, me rompiste la vida. ¿Sabes lo difícil que fue mirarme al espejo y preguntarme qué hice mal? —Su voz temblaba, pero no dejó que las lágrimas cayeran.

Él bajó la mirada, incapaz de sostenerla.

—No fue culpa tuya, Emma. Fui yo. No supe cómo manejar lo que sentía.

Ella se recostó en la silla, exhalando profundamente. Había pasado noches enteras buscando respuestas, pero en ese momento entendió que nunca obtendría todas las que quería.

—Tal vez algún día te perdone, Daniel. Pero ahora solo quiero seguir adelante —dijo ella.

Cuando dejó la cafetería, la lluvia la empapó al instante de la cabeza a los pies, pero no corrió. En cambio, caminó bajo el aguacero, dejando que el agua lavara su rostro y todas sus emociones. Fue en ese momento cuando decidió que no se quedaría más tiempo en Nueva York, rodeada de recuerdos que no la dejaban respirar. Texas había sido una elección espontánea, un acto desesperado por encontrar algo que llenara el vacío que Daniel dejó.

Mientras Emma observaba las luces brillantes de Times Square por última vez antes de mudarse, sintió alivio. Sabía que no sería fácil empezar de nuevo, pero debía intentarlo, luchar, tomar decisiones y distancia. No le quedaba otra que seguir adelante.

De regreso al presente, sentada en el porche del rancho, Emma dejó que los recuerdos la harían revivir esos momentos. Por mucho que quisiera dejar ese pasado atrás, sabía que aún la perseguía. Amó muchísimo a Daniel y era muy duro dejar todo eso, muy difícil de olvidar.Pero quería cambiar su vida, su futuro, no vivir anclada en lo que pudo ser y al final no fue. Quería abrir su corazón nuevamente. Cerró los ojos y respiró hondo, sintiendo el aire fresco de la noche. Estaba lista para abrirse a un futuro nuevo, pero ¿estaba lista para confiar en alguien como Cole, que cargaba con su propio equipaje emocional?

Y... ¿Podrán dos corazones rotos realmente olvidar su pasado juntos?"