Capítulo 21º Distancia y lucha.

El sol comenzaba a colorear de ámbar la pradera cuando Emma despertó con una extraña sensación en el pecho. La noche anterior había sido una pelea continua dentro de su mente,llena de emociones, de la intensidad de Cole, la forma en que la miraba, como si estuviera luchando consigo mismo apostando entre desearla y al mismo tiempo alejarla… algo lo aturdia, y Emma estaba decidida a descubrir qué era.

Se vistió despacio, dejando que el aire fresco de la mañana despejara su mente. Desde que había llegado al rancho, sentía que cada día desenterraba un pedazo más de la vida de Cole, pero aún quedaban demasiados fragmentos oscuros en su historia.

Salió de la cabaña y se dirigió al rancho, estaba la entrada abierta y pasó en silencio hacia la cocina, donde encontró a Mike sirviéndose un café.

—Buenos días —saludó ella, cogiendo una taza.

Mike le dedicó una sonrisa amigable.

—Mañana tranquila, ¿verdad? —dijo él, pero Emma notó cierto brillo en su mirada.

—¿Demasiado tranquila, quizá? —bromeó ella, tratando de leer entre líneas.

Mike tomó un sorbo de su café antes de responder.

—Bueno… Cole salió temprano. No dijo a dónde iba.

Emma se quedó pensativa.

—¿Suele hacerlo?

—A veces —Mike se encogió de hombros—. Pero cuando lo hace, suele significar que hay algo en su cabeza que no quiere que nadie sepa.

Ese comentario despertó la curiosidad de Emma. ¿A dónde iba Cole cuando desaparecía así?

Decidida a averiguarlo, terminó su café rápidamente y salió al exterior.

El rancho estaba en calma, los caballos pastaban tranquilos y los trabajadores se ocupaban de sus tareas diarias. Emma montó en Thunder y se adentró en los senderos menos transitados.

Cabalgó durante un rato, guiada por su intuición y curiosidad. Entonces, en la distancia, vio a Cole.

Estaba junto a una cabaña antigua, de madera desgastada, oculta entre los árboles. Emma se detuvo, observándolo desde la distancia. Él parecía absorto en sus pensamientos, apoyado en el porche con los brazos cruzados.

Pero lo que más llamó su atención fue la forma en que miraba el interior de la cabaña. No era solo nostalgia, ni siquiera tristeza. Había algo más en su mirada …

Emma sintió un escalofrío recorrerle la espalda. ¿Qué significaba aquel lugar para él?

De pronto, Cole se giró bruscamente, como si hubiera sentido su presencia.

Emma contuvo la respiración,se tapó la boca y se quedó sin moverse y escondida tras un árbol.

¿La había visto?

¿Qué misterio era lo que él ocultaba tras esas paredes?