Ella: Llegué a casa muy tarde por la noche, el trabajo fue demasiado esta vez; muchos clientes y mi jefe—oh Dios mío—mi jefe, aún sigue intentando salir conmigo, odio eso pero debo pagar la escuela; necesito el trabajo así que lo evito amablemente. Tomé una ducha y me alisté para dormir. En ese preciso momento cuando estuve a punto de cerrar mis ojos, una idea cruzó por mi mente, que, automáticamente perdí. Pero, me hizo dudar, así que aburrida prendí el celular, entré a facebook y ahí lo vi.
Él: bebí demasiado en el cumpleaños de Julio,—toda su familia estaba ahí,—Julio es mi mejor amigo desde que éramos pequeños, él me ayudó mucho cuando mi madre murió y desde ese día, tuvo mi total confianza y lealtad, esa noche salimos a comprar comida, estábamos tan ebrios, pero riendo de nuestras aventuras de niños, las locuras y los amores imposibles. Él hizo un chiste que hoy no puedo recordar, volteé y Julio estaba en el suelo, inmovil y yo reí...—Estúpidamente, reí—como un salto en el tiempo vi luces de colores; mucha gente a mi alrededor haciéndome preguntas y la policia intentando forzarme a declarar una confesión que no entendía, Julio murió. Pero, yo no lo hice, entonces; una cámara me enfocó en vivo a nivel nacional.
Ese fue su primer encuentro. Él, en el peor día de su vida sin saber, que pronto sería el mejor gracias a eso, y ella mirándolo con un corazón roto, que, no la dejó dormir más; mirando sus ojos, sus lágrimas, sintiendo una conexión tan lejana y ambos pasaron esos pequeños momentos detrás de una pantalla hasta que 2 años después, una solicitud haría el trabajo de unirlos y así empezar su terrible, dolorosa y feliz historia.