Corazón roto en una mañana de diciembre

Claudia: ¿Por qué?, ¿hice algo mal?, espera por favor. «No te vayas, ¡quiero que me digas qué hice mal para que me dejes así, Lucía!», tú y yo somos amigas desde hace años ya. Esto no puede terminar así,─ no ─ Lucía... ¿Qué hice?, no lo entiendo; maldita sea, no lo entiendo. ¡Dios!, me duele... Pietro, despierta ya, por favor; te necesito. ¡Despierta!.

Pietro: «¡Vamos un trago más!, ¡eso dale!, ¡esto es demasiado divertido!» Hey hermano; ven aquí. Hoy cumples 18, y, ─ aunque ─ no seas de mi sangre te considero una persona muy especial; nos conocemos desde toda la vida y sé que, aunque Julio ya no este con nosotros, él nos está mirando desde el cielo, pero... Ya no hablemos de esto. Por cierto, ven, ven; ¡hay que tomarnos una foto!, se lo enviaré a Claudia. 

A ella, le gustaría conocerte y te la presentaré pronto eh, espera, ¿qué hora es?, ¿las 9 am?, allá son las 6 am.
─ Ya, en un rato empezará su día ─ ¿te dije que ella vive al otro lado del mundo, no?.

¡Son 9 horas las que nos separan!, pero ya nos veremos pronto. Además, ¿viste las noticias?, están creando aldo llamado: "Pure love", o algo así. Lo vi rápido por internet, algo están creando los japoneses, pero, te juro que por lo que pude ver; es algo bien interesante, Dios, estoy muy ebrio. Me sentaré un rato, ¿okay?, ve y diviértete con las chicas, yo te sigo en un momento.

11 horas después...

Pietro: «Buen día, dulzura mía, ¿Cómo estás?»

El tiempo, ─ qué puedo decir del tiempo ─ siendo una cosa extraña e inexplicable. Dos almas a cierta distancia que conectan, «¿podrán romper ese lazo en algún momento?» puedes jurar amor eterno; amistad eterna. Pero, son sólo promesas que generan felicidad pasajera, el amor puede acabar en un mal día; en el momento menos esperado, todo puede terminar con un simple: "Buen día, dulzura mía, ¿Cómo estás?".