Amores tradicionales

Cap 2: Nikolai Volkov

Nikolai Volkov estaba solo en la sala de mapas, las manos entrelazadas sobre la mesa, repasando los informes que habían llegado de diferentes partes del mundo. Era el tipo de líder que no necesitaba decir quién era, pero hoy se permitió un momento de introspección: calculador, frío, capaz de mantener la calma mientras otros se desesperaban, responsable de un equipo que trabajaba en la sombra para entender lo que nadie más podía.

—Soy el que observa sin interferir —pensó—. El que analiza antes de actuar. No hay heroísmo en esto, solo precisión.

Maxim rompió el silencio al entrar:

—Pensando de nuevo, ¿eh? Siempre en tu mundo, Nikolai.

—Siempre —respondió él, sin levantar la voz—. No hay otra forma de hacerlo bien.

Andrei levantó la vista de los mapas.

—A veces me pregunto si todo esto vale la pena.

—Vale —dijo Volkov—. Solo hay que ver las piezas antes de que se rompan.

Antes de que alguien pudiera continuar, el teléfono sonó. Volkov lo levantó y escuchó al agente en Italia.

—Он появился.
(Apareció.)

Volkov frunció el ceño.

—¿Seguro?

—Sí. Lo he seguido semanas. No desaparece. Está siempre en el mismo sector. Al principio parecía coincidencia, pero ya no.

—¿Hablaste con él?

—Нет. Solo observo. Nunca me acerco.

—Bien —dijo Volkov, guardando el teléfono—. Parece que tenemos algo que analizar.

Maxim se apoyó contra la pared, cruzando los brazos:

—Italia otra vez… ¿y si esto termina siendo otro caso perdido?

—No es el lugar —dijo Volkov—. Es donde se nota primero. Donde los errores se repiten.

—¿Errores como con la princesa? —preguntó Andrei.

—Sí —dijo Volkov—. Era asiática. Sospechábamos que tenía una inteligencia especial. Nunca lo confirmamos, murió antes de que pudiéramos comprobarlo. Aprendimos que no siempre se puede actuar a tiempo.

—Жаль, —susurró Lev.
(Una lástima.)

Maxim miró el mapa con gesto serio.

—Entonces, ¿qué nos hace pensar que Pietro es diferente? —preguntó—. Hasta ahora solo tenemos informes del agente.

—Exacto —dijo Volkov—. No podemos afirmarlo. Puede ser otro caso que se ve distinto porque alguien más lo observa de manera diferente. Pero algo en su comportamiento, en cómo interactúa con el entorno… no coincide con nada que hayamos visto antes.

—Или это просто совпадение, —comentó Lev.
(O tal vez es solo coincidencia.)

—Tal vez —dijo Volkov—. Pero por primera vez en mucho tiempo, no desapareció antes de que pudiéramos analizarlo. Y eso ya es diferente.

Andrei suspiró.

—Entonces estamos siguiendo un patrón que ni siquiera sabemos si existe.

—Sí —dijo Volkov—. Y nosotros tampoco somos normales. No tenemos habilidades, no nos alteramos, solo funcionamos, analizamos y observamos. Eso nos permite seguir algo que otros pasarían por alto.

Maxim dejó escapar un murmullo irónico:

—Funcionales, aburridos…

—Funcionales —corrigió Volkov—. Y eso basta.

—¿Qué hacemos con Pietro? —preguntó Maxim.

—Nada —dijo Volkov—. Solo observar, anotar, ver si mantiene el patrón y si alguien más lo detecta primero.

—¿Y si alguien lo descubre antes? —preguntó Andrei.

—Entonces veremos cómo termina. Lo importante es aprender de cada error —dijo Volkov—. Como aprendimos con la princesa.

—Мы наблюдаем. Анализируем. Ждём, —dijo Lev, en voz baja.
(Observamos. Analizamos. Esperamos.)




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.