Ante los ojos de los dioses

Capítulo 4

—O sea… que tu…e-eres ¿ESA Adrienna Daghetti? —exclamó Harmony sin salir de su asombro, todavía impactada por el descubrimiento de que la mujer con la que hablaba era una de sus autoras favoritas, por no decir un crack en el mundo de las novelas.

—Eh… ¿sí? —respondió dudosa esta vez Adrienna con un mal presentimiento. “Y yo que quería conocerla bien antes de hablar sobre mi carrera” pensó con frustración y resignación.

—Pues entonces, estoy enojada contigo —dijo ahora seria Harmony cruzándose de brazos.

— ¿Cómo dices? —inquirió confundida la mujer pues eso era lo último que había esperado.

—Ya me escuchaste. ¡¿Cómo te atreviste a hacerle eso a la pobre Angelica?! ¡Ella estaba enamorada profundamente de Cibran y tú lo arrojaste a los brazos de… ESA! —exclamó ahora si enojada Harmony dispuesta a defender a Angelica hasta el final.

Los demás estaban muy confundidos, por no decir perdidos con la conversación, pero igualito la escuchaban bastante atentos y sin perderse detalle.

— ¡Oye! ¡Más respeto para con Síbyla! ¡con ella no te metas! —reclamó Adrienna ahora también ofendida por la forma de referirse a su personaje.

— ¡Le robo el novio a Angelica!

— ¡Bah! Agradece que no la mate.

—No serías capaz… —dijo de forma filosa la peli azul.

—Mate a Jesús ¿no? —rebatió con sorna Adrienna.

—Y a un centenar de personajes más… aunque supongo, lo puedo entender… pero ¿por qué? —interrogó nuevamente de forma lastimosa Harmony, triste en lo más profundo de su corazón.

—Porque lo quise —respondió con tranquilidad para luego reírse de la cara de perrito desvalido que puso la chica.

Ya cada uno estaba en sus cosas. Heracleo y Melody veían el mar desde la terraza, Adara seguía cocinando y Ares estaba en la sala descansando un poco más hasta que Aleyda se levantara, por lo que en la cocina solo quedaron hablando Harmony y Adrienna quien en esos momentos metía al horno la masa para que el pan se horneara.

—Cruel —refunfuño Harmony bebiendo de su taza de café. Cuando volvió a alzar la vista no pudo evitar reír por lo extraño de la discusión que habían tenido y momentos después la siguió Adrienna quien estaba feliz de hacer una nueva amiga y más si esta era de por sí “prima” suya.

—Entonces ¿viajas mucho? —cuestionó Harmony ya más calmada a Adrienna.

—Algo, al principio no era así, pero digamos que, gracias a Dios, tuve mucha suerte.

—Eso no se puede negar, después de todo tienes solo ¿25 años?

—23 —corrigió Adrienna ganándose una mirada incrédula de Harmony—. Si quieres te enseño mi acta de nacimiento, no tengo ningún problema —dijo divertida Adrienna.

—No, tranquila, te creo —pronunció Harmony con una sonrisa calmada sintiéndose sumamente cómoda con Adrienna, cosa que era compartida por la mujer. Las dos chicas estuvieron hablando un rato más hasta que para el momento de desayunar cualquiera hubiera podido afirmar que eran las mejores amigas del mundo.

— ¿De verdad te gusta ‘Thousand Foot Krutch’? —preguntó impresionada Adrienna mientras ayudaba a su abuela a llevar la comida a la mesa.

— ¡Claro que sí! Me encanta “Life Line” —respondió la adolescente colocando los platos en la mesa.

—Wow, pero tienes que aceptar que nada es mejor que “Courtesy Call” —dijo Adrienna cuando de repente apareció Heracleo con una mueca de autosuficiencia y dijo— Por favor, primas, aprendan. “Running with Gigants” es la obra maestra.

—Este niño si sabe —exclamó Adrienna chocando las manos con Heracleo.

—Buenos días —dijo Aleyda tímidamente apareciendo ya vestida y peinada a diferencia del resto de los chicos a excepción de Adara, que estaban la mayoría todavía en pijama y algo desarreglados.

—Buenos días —fue la respuesta colectiva. Ares se levantó y con una sonrisa fue hasta su novia y la besó.

—El postre es después del desayuno muchacho, no antes —regañó Adara provocando que la pareja se separara y tanto Adrienna como Harmony, Melody y Heracleo se rieran. Aleyda no sabía para donde voltear pues estaba sumamente apenada, pero en cuanto vio a Adrienna esto rápidamente se le paso, provocando que frunciera el ceño, pero recordando las palabras de Ares decidió simplemente que trataría de conocerla mejor antes de sacar ideas que pudieran ser equivocadas.



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En el texto hay: viajes, amor, dolor

Editado: 09.04.2020

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