«Pienso que todos tenemos cicatrices. No te limites a pensar que una marca puede estar únicamente sobre tu piel; hay cicatrices que no se notan, pero que son imborrables.
Las del alma. Las del corazón.
Y no nos opacan la belleza ni nos convierten en monstruos. No somos nuestro físico, somos nuestro interior.
No eres las marcas que haya en ti; eres las veces que sobreviviste».