Antes de enamorarme de ti [3]

Capítulo 26

El golpe empeoró. No podía dejar de mirarme al espejo, tengo la cara hinchada del lado derecho, por lo que no pude ocultarlo de mi familia. Durante el desayuno tuve que soportar a mi mamá preguntando muchas veces cómo fue que terminé con el golpe en la cara y Austin no tardó mucho en darle una respuesta, asumió de inmediato que debí ganármelo en una pelea callejera. 

 

—Sí, sí. —Digo, dándole la razón a mi hermano—. Me peleé con Blaine.

—¡Ese hijo de puta no entiende! —Comenta Austin, golpeado la mesa—. ¿Hace cuánto que dejaste a su hermana? ¡Qué ya lo supere! 

 

Decir que Blaine me hizo esto era mucho más sencillo que tener que explicar por qué Mike decidió golpearme y exiliarme de su casa, era más creíble. 

 

[...]

 

Después del mediodía, decidí salir de mi casa. Me sentía asfixiado, sólo podía pensar en todo lo que me dijo Mike, en todo lo que pasó ayer. Tenía razón, últimamente hago todo sin pensar y qué pendejo me he visto al creer que nunca se iba a dar cuenta de lo que pasó. Lo único que quería ahora era desahogarme con Elisse, por lo que salí huyendo con dirección hacia la casa de los Wilkinson. Solo esperaba que estuvieran en su hogar, puesto que los domingos regularmente siempre salen a pasear en familia. 

 

—¡Elisse!

 

La abracé apenas la tuve en frente cuando me abrió la puerta. La forma tan débil en la que me abrazó de regreso me hizo saber que no esperaba mi presencia aquí. 

 

—Ahmm... No te esperaba hoy. —Elisse tomó mi rostro delicadamente con la mano, revisando el golpe—. ¿Qué te pasó en la cara?

—Larga historia, bueno no tanto, ¿podemos ir a tu habitación?

—No, mejor vamos al jardín. Ya sabes... Mis padres están en la sala. 

 

Me cedió el paso para que pudiera pasar. Caminamos juntos hacia adentro, saludé a sus padres rápidamente, intentando evitar que cuestionaran más sobre lo que me pasó en la cara, a pesar de que Edith quedó sorprendida por lo que vio. Lo sé, se han de imaginar lo peor y quizás les estoy dando un motivo más para querer mantener a Elisse lejos de mí. 

 

—Vamos estar en el jardín. —Elisse les hace saber a sus padres.

—De acuerdo. 

 

Seguí a Elisse hasta el jardín. Nos sentamos en el césped y ella tocó mi rostro otra vez para examinarlo, provocando que hiciera una pequeña mueca de molestia.

 

—¿Quién te hizo eso?

—Mike.

—¡¿Mike?!

—Se enteró de lo de Ava. —Musité, bajando la mirada—. Me golpeó y está enojado conmigo, es obvio.

—Yo no le dije nada, te lo juro. —Se apresuró a decir—. Yo ni siquiera estaba con él, de hecho vino a preguntarme por ti pero ahora ya sé porque estaba tan desesperado por encontrarte. Y tan furioso... 

 

Esbocé una sonrisa a medias sin separar los labios, la miré a los ojos y pasé uno de sus mechones castaños por detrás de su oreja derecha.

 

—Sé que no fuiste tú. Fue Ava, no sé si se lo dijo para herirlo o para jodernos, pero se lo dijo y ya no hay nada que hacer.

—Fue tu culpa. Totalmente tu culpa por no haber dicho que no... Siempre te gana la calentura. Te vi con Jessica.

—¿Qué? ¿De qué hablas? 

 

Elisse desvió la mirada hacia otra parte del jardín antes de responder.

 

—¿Solo te estás acostando con ella?

—¿Para qué quieres saberlo?

—Porque soy tu mejor amiga y no sé... Dime, ¿estás saliendo con ella?

—No exactamente. —Respondo—. Nosotros... Sólo somos amigos con derechos, tenemos una relación muy abierta, sin etiquetas. 

 

Mueve la cabeza en negación, no es muy buena ocultando que no está de acuerdo con el tipo de relación que tengo con Jessica y yo, me siento bastante raro al hablarlo con ella. 

 

—Me enorgullece decirlo cuando estoy con Jeremy pero me siento incómodo al admitirlo contigo.

—Bueno, ya cuéntame.

—Es una historia un tanto curiosa. —Comienzo, sin mirarla a los ojos—. Después de la cita en los bolos creí que ya no tenía oportunidad con ella. Pero una noche que salí con Jeremy, Jessica estaba en el mismo lugar, te resumo todo en que terminamos teniendo sexo... Dos veces. Ambos estábamos un poco ebrios y... Nos dimos cuenta que el tipo de relación que nos va es tener sexo cuando nos necesitamos, un desahogo físico, nada más.

—¿Y te sientes feliz con ese tipo de relación? —Elisse busca mi mirada—. Honestamente, ¿eres feliz con eso?

—No lo sé. Es el sueño de todo hombre... Aunque a veces si quisiera que fuéramos algo más, Jess ha sido la única chica que ha hecho que deje de pensar en Amanda.

 

Me recosté en el césped sin importar que estuviera algo húmedo. El silencio no era del tanto incómodo, cerré los ojos por un momento pensando una vez más en lo que pasó con Michael y Elisse no se había atrevido a decir una sola palabra después de lo que estábamos conversando, se unió al silencio conmigo. Abrí los ojos y la miré, aún permanecía sentada, rodeando sus piernas con sus brazos, mirando hacia el otro extremo del jardín.

 



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En el texto hay: romance, preparatoria, trilogia

Editado: 31.08.2020

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