Antes de enamorarme de ti [3]

Capítulo 2

Creo que ya me había acostumbrado a despertar con jaqueca, viene incluida con las noches que me hace pasar Jeremy. No tenía mucho tiempo, tengo que ducharme en tiempo récord y vestirme para encontrarme con Mike en la parada del bus, debemos ir a pararnos a esa maldita pesadilla llamada preparatoria.

 

—Ayer discutí con Austin. —Le digo—. Él piensa que está aquí porque alguien necesita llenar los zapatos de mi papá en esta familia. Estoy cansado de su maldita actitud. Desde que decidió regresar piensa que tiene derecho a tratarme como si fuera una mierda, como «un pedazo de imbécil» según él.

—Tu hermano está pasando por tiempos difíciles, creo que deberías comprender que no es tan fácil regresar a la casa de tu mamá después de haber fracasado así, se está divorciando, se quedó sin empleo...

—Sí entiendo eso. —Lo interrumpo abruptamente—. Sé que le fue mal en todo eso pero... Yo no tengo la puta culpa de todo lo que le pasó. No tiene derecho a descargar todo su enojo conmigo, ¡no lo tiene!

—Aún con todo, Austin ve potencial en ti, todos en tu familia lo hacen. 

 

Miente, sé que lo hace. Todos en mi familia piensan que solo desperdicio el poco dinero que me da mi madre, que lo único que me importa en la vida es ver en qué casa voy a pasar parte de la noche con Jeremy, nada más. La única que siempre ha visto potencial en mí es Hollie, pero vive en San Francisco y casi no la he visto desde que se casó.

Bien, creo que si Mike no quiere arruinarme más el día, es hora de dejar de hablar de mi familia. Subimos al autobús, fue entonces que vi la oportunidad de cambiar el tema de conversación, necesitaba distraerme.

 

—John me llamó hace dos días. Quiere vayamos a la fiesta que dará esta noche.

—¿Esta noche? —Mike preguntó.

—Sí, ¿ya tenías planes?

—No, es sólo que... Aún tengo resaca y, olvídalo, iré contigo.

 

Una vez que llegamos a la escuela, fuimos a nuestras clases correspondientes        




Una vez que llegamos a la escuela, fuimos a nuestras clases correspondientes. Entré al salón buscando un lugar que estuviera a un lado de Elisse, quien ya estaba ahí escribiendo con un bolígrafo de tinta negra en su cuaderno, usando una diadema de color rojo para quitar el flequillo de su frente.

 

—¡Hey! ¿Cómo estás hoy? —Le pregunto, con una sonrisa—. ¿Disfrutaste de la fiesta?

—Eso creo. ¿Cómo estoy hoy? Castigada.

—¡¿Por qué?!

—Mis padres, ya sabes cómo son. —Dejó el bolígrafo a un lado para prestarme atención—. No les gustó en lo absoluto que pasara la noche contigo. Así que por ahora no tengo permiso de salir contigo, Hyland.

—A la mierda eso. Además, ni siquiera pasaste la noche conmigo, te dejé en tu casa a la media noche, cenicienta.

—En una noche escolar... En medio de la semana.

—A la mierda las noches escolares. 

 

Elisse esbozó una sonrisa a medias, negándose ligeramente con la cabeza. 

 

—En fin, ¿qué haremos con nuestra tarea?

—¿Qué tarea? —Le pregunto, realmente no sé de lo que está hablando.

—Lo olvidaste...

—No te enojes, tengo demasiadas cosas en la cabeza.

—No estoy enojada. Pero tenemos que ver lo del proyecto ese de biología sobre síntesis de proteínas y ahora que estoy castigada...

—Puedo ir a tu casa si quieres.

—Seguro. 

 

Me tuve que callar cuando llegó el profesor. Elisse siempre pone atención en todo, por lo que suele ignorarme en clase, incluso ama participar, cosa que yo odio en particular. Esta clase de matemáticas me tiene aburrido, por lo que miraba el teléfono de reojo, platicando con la chica que conocí la semana pasada por mensajes de texto, ocultando el celular debajo del libro para intentar ser discreto.

Una vez que la clase terminó, me apresuré a despedirme de Elisse y así salir del salón con dirección hacia el campo. Fui a buscar a Mike a su práctica de fútbol americano.

 

—Si no fuera por Blaine, estaría practicando con el equipo también. —Le digo, mirando hacia el campo desde las gradas.

—Lo sé, sería genial que pudiera jugar contigo. ¿Qué pasa?

—Nada, sólo quería platicar contigo.

—¿Sobre?

 

Volteé a verlo de reojo, rascándome la cabeza después.

 

—Austin. Lo quiero, es mi hermano pero... No sé cómo hacer que deje de fastidiarme y que se deje de meter en mis asuntos.

—Habla con Olivia, dile cómo te sientes, seguro que ella sabrá qué hacer con él.



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En el texto hay: romance, preparatoria, trilogia

Editado: 31.08.2020

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