Emborracharme ya no me pareció tan buena idea en la mañana. Tenía un dolor de cabeza terrible, a pesar de que ya me he tomado dos aspirinas apenas me levanté. Hoy no quería ir a la escuela, pero Austin me obligó a ir. Moría de sueño, no sé cómo era capaz de mantener los ojos abiertos. Cómo deseaba mi cama, fantaseaba con poner la cabeza en la almohada, no supe ni siquiera a qué hora llegué a mi casa.
Quería seguir durmiendo y la clase no me ayudaba del todo. Elisse me lanzó su lápiz para despertarme, el profesor ahora hablaba de la tarea que no hicimos ayer, explicando cómo funciona ese proceso de síntesis de proteínas que me importaba una mierda. Puse mi cabeza de nuevo sobre el pupitre, cerrando los ojos, apenas escuchando la voz del profesor, perdiéndome de toda la explicación. Cuando me desperté, vi a Elisse entregándole la tarea al profesor, lo hizo todo otra vez, haciéndome sentir inútil, siempre terminaba haciendo todo el trabajo por mí.
—¿Y cómo estuvo tu fiesta?
—Genial, sí... Vi a Claire anoche, ella ahmm... —Carraspeé un poco, no sé porque me sentía tan nervioso—. Solía ser una de las amigas más cercanas de Amanda.
Elisse me mira, esperando a que le cuente que pasó con Claire y ese pequeño encuentro que tuve con ella. Claro, si ya le he llenado la cabeza con la historia de Amanda desde que la conocí creo que ahora quería saber qué fue lo que hablé con la chica anoche.
—Dice que Amanda no va a volver, también me dijo lo que todos me han dicho desde que se fue. «Necesitas superarla», creen que es sencillo, pero nadie entiende lo que pasó entre Amanda y yo, nadie.
—¿Quieres que diga algo al respecto o prefieres que me quede callada?
—Lo que necesito es que no digas lo que todos me dicen.
Nos sentamos sobre el césped, dejando las mochilas a un lado. Elisse cruza doblemente las piernas y comienza a hablar.
—No voy a decir nada de ella, pero pienso que deberías comenzar a ir hacia adelante, no hacia atrás. Vives en el pasado.
—Y tú siempre estás pensando en el futuro.
Ella sonríe, sin separar los labios.
—Creo que deberíamos pensar en el presente, los dos. —Menciona, mirando hacia el grupo de porristas que se ha sentado a pocos metros de nosotros.
Un silencio incómodo. Miro hacia el césped, arrancando un poco con mis manos, regándolo después por puro ocio. ¿Ya la habré aburrido? Siempre terminamos hablando de ella, ya perdí la cuenta de todas las veces que Elisse ha sido mi hombro para llorar desde que la conocí, justo una semana después de que Amanda me dejó.
—Lamento molestarte con mi vida sentimental, debo tenerte cansada con todo lo de Amanda.
—No, no del todo. —Responde, poniendo de nuevo su vista en mí.
—Tú nunca hablas de tus relaciones, ¿tienes algún ex importante o algo así? Cuéntame.
—No, nada especial. Tuve un affair de verano en un campamento de cocina. Su nombre es Jayden, pero nuestra relación sólo duró lo que el campamento, además vive en Kansas y las relaciones a larga distancia son complicadas, no quise verme envuelta en una relación de ese tipo.
Affair de verano, esos nunca terminan bien, a mí me pasó con la hermana de Blaine, Emma. Un amor de verano que terminó bastante mal, ni siquiera podemos toparnos en la calle sin sentirnos incómodos, terminó tan mal que tuvo que cambiarse de escuela porque no soportaba verme en los corredores.
—¿Y no te gusta nadie de aquí? —Pregunta, cambiando el tema.
—No, todas las chicas aquí son superficiales. Siempre se están preocupando por las modas y odio ese tipo de comportamientos.
—Oh... Lamento ser superficial y seguir modas.
—Excepto tú. —Digo, mirándola—. Pero tú eres mi mejor amiga, tú entiendes.
Asiente, fijando su mirada de nuevo en las porristas, creo que sabe que me refería a ellas. El grupo se compone por mujeres hermosas, pero demasiado vacías para mi gusto.
—¿Qué hay de ti, Ely?
—Nadie aquí tiene potencial de novio para mí, pero pienso que algunos chicos son lindos.
—¿Cómo yo? —Cuestiono, riendo un poco.
—No, no como tú.
Ella vuelve a mirarme a los ojos, sonriendo. Recientemente le habían retirado los aparatos de ortodoncia y por fin sonreía mostrando sus blancos y ahora alineados dientes.
—De acuerdo, ¿cómo quién? ¿Quién se te hace «lindo»?—Decido continuar con mi pregunta inicial.
—No lo sé... ¿Blaine?
—Es un hijo de puta.
—Uno muy sexy.
—Eww no.
Elisse se ríe, no entiendo que es lo gracioso.
—¿Si sabías que fue a romperme las ventanas después de lo de Emma? Tiene como dos meses que me dejó en paz y eso porque Austin le puso un alto. Me odia y no ha desperdiciado ni un solo día para hacérmelo saber.