—¿Nick? ¡Hola! ¿Qué estás haciendo aquí? No esperaba verte precisamente hoy.
—Más bien ¿qué estás haciendo tú aquí? Claire dijo que no pensabas volver.
—Claire ni siquiera sabía que volvería. —Me dice, con una sonrisa—. Y bien, no has respondido a mi pregunta.
Y tú nunca respondes a las mías, Amanda, nunca lo haces.
—Yo ahmm… Jeremy me invitó a venir.
—¿En dónde está?
—Por allá.
Señalo el lugar en dónde estábamos. Amanda busca con la mirada a Jeremy, pero él ya se ha ido.
—Estaba ahí, o eso creo. —Le digo—. ¿Qué estás haciendo aquí, Amanda?
—Estoy de regreso en la ciudad.
—¿En verdad?
—Tal vez.
—No juegues conmigo ahora. —Me siento a su lado—. He estado pensando en ti y… Lo he hecho demasiado. Me he preguntado en dónde has estado, ¿qué has hecho…?
—He estado bien. ¿En dónde he estado? En todas partes. Me descubrí a mi misma y estoy feliz por eso, estar lejos de este lugar después de emanciparme me ha hecho madurar.
—Madurar… Desearía decir lo mismo sobre mí.
Bebimos juntos, cerveza que fue cortesía de ella para poder platicar. Hablamos de todo y de nada al mismo tiempo. Amanda ha cambiado, ya no es la misma chica que solía conocer y a pesar de todo, puedo decir abiertamente que sigo enamorado de ella, sí, después de todo este tiempo. Estoy enamorado de su voz, de la forma en la que habla de sus aventuras y las nuevas cosas que ha descubierto sobre el mundo que hay afuera de esta ciudad, estoy enamorado de su sonrisa y la manera en la que hace una mueca tan rara con sus labios, estoy enamorado de sus ojos, profundos como el océano, estoy enamorado de la forma en la que mueve su cabello, de su risa, incluso de sus silencios.
Estoy enamorado de Amanda Jones, a pesar de todo.
—Tengo que irme. —Me dice, poniéndose de pie.
—Déjame acompañarte a dónde sea que te estés quedando.
Salimos de la fiesta juntos, seguía sin creer que esto realmente estaba pasando. Aún continua intimidándome como siempre lo ha hecho, su presencia me pone a temblar pero es algo que me gusta, me encanta sentirme así de nervioso cuando estoy con ella. Caminábamos juntos por la acera, como los viejos tiempos, realmente sentía que no había pasado ni un solo día y esto me gustaba.
Amanda me llevó al motel en dónde se estaba quedando, creo que la relación con su familia quedó tan dañada que ni siquiera se atrevió a quedarse con sus padres en el que era su hogar antes de que decidiera irse. Tal vez por la emancipación, no lo sé. Lo único que sé es que estamos juntos yendo hacia la habitación que está rentando y una vez que entramos, se sentó en la cama y yo me senté en una silla cerca de ella.
—¿Qué ha pasado con Mike? ¿Sigue saliendo con Lily?
—No, ya no salen. De hecho no sé si esté saliendo con alguien ahora.
Mi teléfono comenzó a sonar, pero simplemente decidí ignorar la llamada.
—¿Quién te está llamando?
No le respondí, porque realmente no me interesa saber quién llama. Estoy con ella, ¿qué es más importante que eso? Sin embargo, mi teléfono sonó una vez más, esta vez Amanda no se aguantó y me lo quitó para mirar la pantalla, regresándomelo segundos después con una sonrisa traviesa.
—Elisse te está llamando, ¿es la nueva chica con la que sales?
—No, sólo es una amiga, no es importante.
—¿Seguro?
—Totalmente, ella puede esperar, la llamaré después. Además, tú no estás en la misma ciudad que yo todos los días.
Decidí apagar mi celular antes de que Elisse continuara molestando o que alguien más lo hiciera, quería dedicarme a Amanda y no quería desviar mi atención de ella.
—¿Estás saliendo con alguien ahora?
—No, no hay nadie. —Respondo inmediatamente.