Tomé la identificación falsa que Jeremy me entregó y la metí a mi cartera, realmente me sorprendía su capacidad para conseguir estas cosas. Me puse la cazadora y me despedí de mi mamá al salir de la casa prometiendo volver antes de la una de la madrugada. Mike no quiso venir conmigo, decía que no quería arriesgarse a que descubrieran lo de las identificaciones y Elisse, bueno, a ella ni siquiera le dije, no quería que me sermoneara.
Vi a Jeremy en la puerta del club, ya sólo esperaban por mí para poder entrar. Caminamos a la fila de la entrada y entre más avanzábamos, más nervioso me ponía, sentía que los gorilas de seguridad que estaban en la entrada nos iban a descubrir.
—Actúa normal o vas a mandar todo a la mierda. —Me recuerda Jeremy—. No te pongas la identificación en la frente, sólo la sacas si te la piden. ¿De acuerdo?
Le dije que sí con un movimiento con la cabeza y lo seguí, llegamos finalmente hasta donde estaban los de seguridad.
—Hey tú, tu identificación. —Le pidieron a Jeremy, quien la enseñó con seguridad—. Adelante.
No fue necesario que preguntaran lo mismo en mi caso, ya que se las mostré justo después de que dejaron pasar a Jeremy. En cuanto me dieron acceso seguí a Jeremy, él seguramente sabría en dónde nos instalaríamos.
—Ahora sí... ¡Qué empiece la fiesta!
La música estaba a todo lo que da, la gente iba y venía con tragos y unos cuantos bailaban en la pista de baile. Yo me quedé con Jeremy en la sala lounge ambientándonos con los demás, con sus amigos de la universidad, tomando, fumando, abrazando a las chicas que Jeremy llamó para sentarse con nosotros.
—¿Cómo ven a Nick, chicas? —Cuestiona Jeremy—. ¿No es una dulzura?
—Claro que lo es. —Responde la morocha que tenía a mi lado derecho—. Tanto que tengo ganas de comerle la boca.
—Hazlo. —Jeremy la incita a hacerlo por mí—. No creo que tengas algún problema con eso, ¿o sí, Nick?
Moví la cabeza en negación e incliné la cabeza para besar sus labios, la chica hizo de todo para hacerlo profundo, metió su lengua en mi boca y jugueteó con la mía, enredando sus dedos entre mis cabellos. Finalmente cuando se separó de mí, se tocó los labios e intentó arreglarse el labial rojo, así como yo que hice de todo para quitarme el color carmesí de los míos.
—¿Te gustó? ¿Quieres otro? —Me pregunta ella.
—Quiero fumarme un cigarrillo, el beso tendrá que esperar.
Metí el cigarrillo a mi boca y saqué el encendedor para prenderlo, sin embargo Jeremy en forma de broma me apagó la flama, soplándole. Volví a encender la flama y finalmente prendí el cigarro, mirando a Jeremy arrullar una botella nueva de vodka, cuidándola como un bebé que se terminaría antes de la media noche.
—Ven, déjame darte un poco.
Abrí la boca y dejé que la chica que previamente besé comenzara a vaciar un poco de vodka, el cual bebí intentando no ahogarme. Después simplemente dirigí mi mirada hacia otra parte, metiéndome el cigarro una vez más, dejando escapar el humo después de la calada cuando a lo lejos en la pista de baile vi una cara familiar. Jessica está ahí, bajo todas esas luces, vistiendo un corto vestido de color beige, su ondulado cabello marrón caía sobre sus hombros. No bailaba, sólo caminaba entre toda esa gente, como si estuviera buscando un lugar en dónde pasar la noche.
—Disculpa.
Me solté del agarre de la morocha y entonces me puse de pie, caminé hasta ella, llamando su atención de inmediato.
—¿Qué haces aquí? —Le cuestiono.
—¿Quién crees que consigue las identificaciones falsas con las que Jeremy, tú y los demás entraron?
Jessica me quitó el cigarrillo de la mano y se lo metió a la boca, dejando salir el humo prácticamente en mi cara.
—Eres toda una caja de misterios. —Le hago saber.
—Sí, fantástica, así me describiría. Mucho más extraordinaria que esa ex novia tuya.
—¡Oh por favor! Superemos lo de Amanda, dame otra oportunidad. —Le pido, mirándola apagar el cigarrillo—. Ya estamos aquí, vamos a divertirnos.
—De acuerdo, sígueme.
Jessica tomó mi mano y me llevó de regreso a la pista de baile, en dónde comenzó a moverse al ritmo de los Yeah Yeah Yeahs.
—¿No bailas?
—No. —Le respondo—. Pero tú lo haces muy bien, continúa si quieres.
—¿Si quiero? ¿Acaso necesito tu permiso?
Continuó bailando sin importar que yo luciera como todo un torpe a su lado, ni siquiera hizo el mínimo intento por hacerme bailar. Jess bailó hasta que ella quiso y una vez que se cansó, me hizo ir por otra ronda de tragos. Bebimos juntos hasta la media noche, bebíamos y fumábamos sin tener una conversación realmente, todo lo que hablábamos eran cosas triviales como lo que veíamos en el club y lo que se rumoraba de Ava y Mike a pesar de toda la discreción que intentaron tener respecto a la prueba de embarazo. Esta noche dejé que Jessica hablara, solo escuchaba cuidando mis palabras para que mi ex no arruinara todo con sus recuerdos de nuevo.