Antes De Odiarnos

3. LO ODIO

JULIETTE

¿Sabes cómo a veces no quieres ser fatalista pero piensas que si se acaba el mundo antes de un evento en específico no sería tan malo?

Bien, así pasé los últimos días.

Sandy y las demás personas que se encargan de hacer los negocios terminaron de acordar todo y tuve que firmar finalmente. Ese no era el contrato con las personas del programa, este era algo interno. Firmé sobre que no puedo hablar en contra de Skyler luego que termine el programa, que no puedo revelar nada que él y yo hablemos dentro de la casa y otras cosas más.

Voy a recibir una paga, obviamente, pero eso no es lo más importante. Sandy cree que este programa realmente puede ayudar a mi imagen y mi reputación, cree que las personas me verán más “al natural” y en una relación “estable” y dejaran de atacarme y por ende, arruinar mi carrera.

Luego del escándalo, marcas decidieron dejar de trabajar conmigo y algunos cancelaron entrevistas. Por otra aparte, programas de chismes querían que fuera a hablar pero Sandy me recomendó que no lo hiciera, que solo iba a seguir alimentando la ira de las personas.

Es tan raro como un grupo de personas en internet puede arruinar tu carrera y luego, continuar con sus vidas. No sé, quizás estoy siendo mala pero espero que les llegue el karma a quienes han inventado rumores sobre mí y quienes supuestamente me han saludado en la calle y los he ignorado.

Pero el Karma no existe, supongo, porque si existiera Skyler no estaría en esta casa conmigo, estría lejos de mí. Muy lejos.

O tal vez es mi Karma y en ese caso, sí que existe.

Sandy me explicó que estarían en un hotel a unos treinta minutos de aquí y que vendrán cada día para traer comida y lo que necesitemos (y probablemente para asegurarse que estemos vivos todavía)

Mis tres maletas están aún cerca de la entrada y Skyler ya ha subido a dejar las suyas a su habitación asignada. Quería subir antes que él para escogerla pero él no se detuvo ni un segundo cuando bajamos del auto.

No puedo creer que esto realmente esté sucediendo. No puedo creer que mi rencuentro indeseado con Skyler es de esta manera.

Skyler baja y se pasa la mano por el cabello. Siempre lo llevó largo, nunca obedecía a nadie cuando le pedían que se lo cortara.

Antes pensaba que se veía bien, ahora creo que ya debería cortárselo y que no es tan genial como él quiere verse.

— ¿Te ayudo? —señala las maletas.

Odio lo casual que suena cuando me habla, ¿acaso no entiende que no quiero que me hable a menos que estemos totalmente obligados a hacerlo?

—No —contesto fríamente.

Él suspira. —Juliette, puedo ayudarte.

— ¿No me escuchaste? No quiero que me ayudes —tenías que ayudarme hace muchos años así que, ahora no sirve de nada.

—Juliette —da unos pasos hacia mí—. Mira, no estoy feliz con esto, no es agradable tampoco para mí estar cerca de ti, así que lo mejor que podemos hacer es comportarnos como adultos y dejar que te ayude a subir tus maletas.

¿Quién rayos se cree que es para hablarme de esa manera? —Oh, ¿ahora quieres madurar? ¿Por qué no empezaste hace diez años y así evitabas arruinarlo todo?

Junta las cejas. — ¿De verdad, Juliette? ¿Vas a hacer esto hoy?

— ¿Qué? ¿Hablar con la verdad? —Frunzo el ceño—. ¿Te ofende recordarte que tú arruinaste todo?

— ¿Yo? —suelta una carcajada amarga—. ¿Yo lo arruiné, Juliette? ¿De verdad? Por supuesto, tú culpas a todos menos a ti, tú siempre eres la pobre e inocente Juliette.

— ¿Y tú eres una víctima de las circunstancias? —Hago un puchero—. Oh, pobrecito Skyler.

Niega, apretando la mandíbula. —Basta, Juliette.

— ¡No! —mi corazón se acelera—. ¡No me vas a decir que hacer!

Levanta las manos y respira profundo. —No podemos hacer que esto funcione si vamos a pelear desde el primer minuto.

Mis labios se sienten secos y mi garganta está apretada. Puede que esta casa sea costosa y lujosa pero se siente como una cárcel. No, un calabozo. Estar con Skyler en este lugar será una de las peores torturas.

—Solo déjame en paz —digo, tomando una de mis maletas y moviéndome hacia las escaleras.

Pensé que no iba a ser tan pesada pero a la cuarta escalera, estoy batallando para subirla. Skyler resopla y se acerca, antes que la tome, subo la mano para detenerlo.

—No toques mis cosas.

Bufa. — ¿De verdad? ¿Cuántos años tienes, Juliette? Te estas comportando de una manera…

—No toques mis cosas —repito—. No te acerques, no me mires, no me hables. Te van a pagar por esto, vas a poder recuperar tu reputación, ¿no? Vas a ser el nuevo niño redimido y tu vida será perfecta así que déjame en paz.

— ¿Mi vida será perfecta? —Pasa la mano por su barbilla—. Mi vida, a diferencia de la tuya, ha sido todo menos perfecta.

Suelto la maleta y cae provocando un ruido que se aumenta por el eco. — ¿Mi vida ha sido perfecta? ¿De verdad? ¡Tú no sabes nada! ¡Por ti casi pierdo todo!

— ¿Por mí? —Abre los ojos—. ¿No será por tu madre?

— ¡No hables de mi madre! —Lo callo mientras el calor sube por todo mi rostro—. ¡Nunca!

— ¿Por qué no? —Skyler también eleva la voz—. ¿Acaso no fue por su culpa también? No la hagas una santa, sabes bien que ella tiene la culpa y tú también.

Aprieto mis puños. Nunca he golpeado a nadie, pero quisiera hacerlo ahora. —Cállate Skyler, cállate o juro que…

— ¿Qué? —Sonríe pero su rostro está lleno de ira—. ¿Arruinarás mi carrera? ¿Jugaras a ser la niña buena otra vez y me usaras para limpiarte de la basura?

Resoplo. — ¿Qué estás diciendo? ¡Tú mismo te arruinaste!

— ¡Tu madre nos arruinó!

— ¡Tu padrastro lo hizo también! —le grito y solo agradezco que la siguiente casa esté a metros de distancia o estarían llamando a la policía.

— ¿Nunca veras tu culpa, verdad? Siempre creerás que estas en lo correcto, que tú jamás te equivocaste, que tú nunca hiciste nada malo.

—No lo hice —replico y odio como estoy aguantando las ganas de llorar.




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