SKYLER
— ¿Qué haces? —me siento al lado de Juliette en el sofá, rodeo sus hombros con mi brazo.
Se recuesta en mí. —Estaba viendo los videos que están haciendo con mi canción, mira este.
Mueve la pantalla y muestra a unos chicos jóvenes, como de secundaria, cantando la canción de Juliette y divirtiéndose. Veo la escena y principalmente salen a cuadro un chico y una chica, que no sé por qué, me recuerdan a Juliette y a mí.
—En mis tiempos no había de eso —digo.
Ella suelta una carcajada. — ¿En tus tiempos? Mi amor, deja de hablar así, somos de la misma edad. Si te sientes viejo, yo me sentiré igual.
Beso su mejilla. —Tú te ves hermosa siempre.
Juliette deja el teléfono a un lado y se acurruca conmigo, dejo que sus brazos y piernas me tomen como si ella fuera un pequeño koala. Me encanta cuando hace eso, me encanta ella.
Me recuesto para quedar más cómodos, con ella sobre mi pecho y su cabeza debajo de mi mentón. Beso la coronilla y tomo una respiración disfrutando del olor a su cabello que siempre es como a flores.
Cierro los ojos un momento. — ¿Sabes algo? Te amo.
Juliette juega con el borde de mi manga. —Te amo.
Permanecemos así por un rato mientras disfruto de cada segundo que la tengo así de cerca.
Juliette siguió con su carrera pero de una forma distinta. Ella misma me dijo que ya había alcanzado un nivel que era mucho más de lo que había soñado y ahora solo quería llevar las cosas a su forma.
Nosotros nos casamos, llevamos tres años juntos. Nuestra rutina se basa en componer música, pasear por donde sea, ir a comer con Milo y algunos nuevos amigos que hemos hecho en el camino y solo, vivir.
Antes de que todo se arruinara en mi adolescencia no creía en las segundas oportunidades. Mi padre biológico dañó a mi familia y luego llegó mi padrastro. Yo nunca creí en el perdón ni en la redención hasta que yo era quien necesitaba de ello.
Lo que quiero decir es, no siempre las segundas oportunidades y el perdón significan que tienes que dejar entrar a esas personas a tu vida de nuevo. He perdonado a mi padrastro a pesar que él jamás se ha disculpado y no entiende lo malo que hizo. He perdonado a la madre de Juliette, con quien tuve buenos momentos. He perdonado a quienes me juzgaron y sobre todo, me he perdonado.
Cuando pienso en como todo pudo acabar mal para mí por las sustancias y el alcohol, pienso en como todo cambió. Sé que mi autocontrol y fuerza de voluntad tiene mucho que ver en eso pero también sé que algo más grande que yo me ayudó.
Y quizás, en el plan de ese Ser Supremo estaba que yo conociera a Juliette Berry porque Él sabía que ella sería la persona que me enseñara más cosas de las que pensaba.
—Skyler —Juliette susurra, reacomodándose para sentarse—. Puedo decirte algo, bueno, dos cosas.
Asiento y me reacomodo también. —Dime.
Levanta un dedo. —Es que… bueno, esto es algo que yo había pensado hace años y pues, no sé qué opinas pero, me gustaría adoptar. Digo, ya sabes, tener un hijo o hija. No sé, no tiene que ser un bebé, he escuchado que entre más grandes los niños ya no los adoptan entonces yo solo….
—Sí —la interrumpo, sonriendo ampliamente—. Sí, Juliette, sí. Me encanta esa idea, yo quiero —tomo sus manos—. Quiero ser un padre, quiero ser el padre de tus hijos y quiero eso.
Sus ojos se llenan de lágrimas, sonriendo también. —No pensé que ibas a aceptar así de rápido.
Si supiera que eso era justamente lo que quería cuando tenía quince años. —Pues sí, estoy de acuerdo. ¿Te imaginas? Será genial. Le enseñaremos a tocar instrumentos, a cantar, a ser… feliz. Serás la mejor madre del mundo.
Ella se mueve para quedar sentada sobre mi regazo. —Tú serás el mejor padre del mundo.
Acomodo su cabello apartándolo de su rostro. Es hermosa.
Parpadea rápido. —Ah y otra más. La segunda —rodea mi cuello con sus brazos, como un abrazo—. Tú eres mi compositor y mi productor, ¿no? Pero, um, ¿No te gustaría que hiciéramos algo juntos? Skyler, tienes una voz preciosa por favor, no le quites al mundo el derecho de escucharla.
Entorno los ojos. — ¿A qué te refieres?
Baja la mirada un segundo y luego la regresa a mis ojos. —Estaba pensando que podríamos empezar a trabajar en un álbum juntos, algo donde cada canción seamos nosotros. ¿Qué opinas?
— ¿Cuándo te he dicho que no? —digo, sonriendo de lado.
Ella suelta una pequeña risa. —Nunca.
Y ya no lo soporto.
Me inclino para besar sus labios, ella ríe pero me devuelve el beso. Nos movemos para ajustarnos y ahora mi cuerpo está sobre el suyo.
La beso lento, con calma, saboreando cada centímetro de su boca. Mis manos se mueven por todas mis partes favoritas de su cuerpo y mi corazón se acelera como siempre lo ha hecho con ella.
Mi vida no es perfecta. Todavía hay muchos asuntos emocionales y personales que estoy arreglando y sigo con ayuda profesional para lidiar con todos esos fantasmas de mi pasado pero, hoy me siento agradecido.
Un día puede que todo se arruine y todo sea peor, pero hoy no es ese día. Hoy estoy haciendo planes para un futuro que nunca pensé que podría tener. Hoy estoy amando a la mujer que tiene mi corazón desde que soy un niño. Hoy empieza la posibilidad de convertirme en padre y compartir ese capítulo en mi vida con Juliette.
Hoy no es un mal día, hoy estoy a salvo.
Y porque conozco el odio sé que nada es mejor que el amor y que al final, el amor siempre triunfa.
Para siempre.
#2492 en Novela romántica 
#699 en Novela contemporánea 
enemies to lovers, relacion falsa, segundas oportunidades drama
Editado: 18.10.2025