Apariencias

Capítulo 1

Esta oscuro. No logro ver nada.
Pasan unos minutos hasta que me oriento y puedo ver que estoy en mi habitación a los pies de mi cama. Debí quedarme dormida, no, no es eso, solo me desmayé por el dolor.

No entiendo, ya debería estar acostumbrada a esto, al dolor que produce el metal, las marcas de mis brazos pueden confirmarlo, quisas solo es el cansancio de haber pasado la mayor parte de la noche despierta.
Me levanto y miro mis manos, en la izquierda tengo un trapo ensangrentado y en la derecha tengo la vieja hoja de afeitar que hace tiempo le saque a mi papá, desvió la mirada al reloj y pienso que aun tengo tiempo para darme una ducha antes de ir a la escuela.

Cuando estoy bajo la tibia agua, las heridas recientes arden pero no me molesta, el dolor dejo de molestarme hace mucho tiempo. Lo que me molesta es que al sentir dolor recuerdo que estoy viva y en la misma situación de siempre.

Salgo de la ducha y preparo todo para la escuela. Para un nuevo día de risas y alegrías, ojalá todo eso fuera real para mi, ojalá que cuando vuelva de la escuela no necesite encerrarme en mi habitación para no escuchar los gritos de mi mamá o de mi papá.

Pero eso es mucho pedir, en la escuela soy completamente normal y nunca llamo la atención, pero en mi casa es distinto. Hasta el mas mínimo error que cometa lo pagare muy caro.

Estoy terminando de alistar mis cuadernos cuando escucho los gritos de siempre.

- ¿Por que tengo que preparar el desayuno yo?- grita mi mamá

- Porque tu eres la mujer, y me tienes que cocinar para mi y para la mocosa que tenemos por hija- dice papá

Me apresuro y me dirijo hacia ellos, me despido rápidamente y comienzo a caminar a la escuela eso es lo único que puedo hacer, ya que si me quedo mucho tiempo me veré envuelta en su discusión.

Me faltaba poco para llegar, iba perdida en mis pensamientos por lo que no me di cuenta de que choque con alguien. Susurre un "lo siento" y seguí caminando. 
Faltaban 10 minutos para entrar a clases, estaba sentada en mi lugar con un libro en la mano que fue retirado bruscamente asustándome.

- Hola Clary, ¿como amaneciste hoy?- dice Lina agitando mi libro frente a mi

"Llego la hora de actuar", pienso.

- Bien, gracias- digo con una sonrisa- ¿Y tú?

- Con sueño- me responde

- Hola chicas- dice Sara que viene entrando a la sala

- Hola- decimos Lina y yo a la vez

Hablamos sobre cosas triviales hasta que tocaron la campana que comenzaría con las clases y cada una se fue a su lugar.
Cuando llegó el profesor saque el cuaderno de la materia que impartía y como él saludo y empezó a pasar asistencia, me puse a garabatear mi cuaderno.

"Eterna realidad
Se que es mejor no llorar

 

Que es mejor calidad que cantidad

Pero ya me canse de soñar.

He aceptado mi destino
Aunque no me agrada
Sigo con mi camino
Porque ya salí lastimada"

No se si es algo normal, aunque lo dudo, pero escribir siempre me ha calmado. Ya sea poesía o algún cuento, siento que puedo expresarme.

- Bueno chicos, no se si ya lo sabrán pero hoy se integra un nuevo alumno a la clase- dice el profesor enderezándose en la silla de su escritorio

Todos empiezan a murmurar cosas que no puedo entender, pero puedo suponer que es sobre el chico nuevo.
El profesor los hace callar y luego hace pasar a la sala a un chico alto, de pelo negro y ojos cafés, era intimidante, tenia toda la apariencia de ser un busca problemas. Estaba vestido con unos pantalones negros, zapatillas blancas, una camiseta gris claro y traía una chaqueta negra en la mano derecha.

- Hola, mi nombre es Dean Black- dijo el chico sin mostrar muchas expresiones en su cara

Las chicas de la clase quedaron enamoradas de él al instante, mis amigas Lina y Clara no fueron la excepción, estaban embobadas mirándolo.
Me causa risa sus expresiones, cosa rara en mi porque no era de reír si no era fingiendo con las chica. Creí que me había reído lo suficientemente bajo para que nadie me escuchara pero me di cuenta de mi error cuando el chico nuevo fijo sus ojos en mi.
Esa intensa mirada café, por alguna razón me puso nerviosa y tenia el presentimiento de que el dueño de esa mirada, revolvería toda mi vida.



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En el texto hay: amor, dolor, amor tristeza

Editado: 04.01.2019

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