Apnea

Parte I: Gris monótono (2)

 

Domingo 5 de abril. 

¡Qué dolor! No puedo ni levantarme. Me desperté a las dos cuarenta y ocho de la madrugada por un dolor insoportable del estómago. Corro al baño... ¡Maldición! me enfermé.

He estado con vómitos toda la madrugada, casi amanece y el albor que entra por mi ventana es sumamente molesto. Intento levantarme de la cama pero es inútil... no tengo fuerza por no dormir bien. A mi madre le sucede lo mismo, eso quiere decir que no voy a ver a Alicia hoy. 

Esperé años e intensamente un mes desde que me enteré que nos veríamos. Al avisarme estaba eufórico. Conté los días para este pero todo se arruina de una manera tonta. Es triste tener que cancelar por algo tan trivial como un dolor de estómago. ¡Debo descansar en cama! Odio hacer esto... 

Veo el techo mientras espero que Alicia mande su mensaje de decepción. El agudo tono de su contacto resuena por toda la habitación. A las siete con veintinueve escucho la llegada de su primer mensaje de texto en este día.

Alicia: ¡Buenos días! Me enteré que estás enfermo, así que cuídate mucho.

Leonardo: Buen día. Gracias, desde las dos de la madrugada muero lentamente...

Alicia: ¡Me dejaste bañada! Ahora mi gripe va a empeorar. 

Leonardo: Lo siento de verdad. Quería ir, pero esto fue completamente imprevisto.  

Alicia: Lo entiendo, pero aun hay esperanza. Será para después.  

Leonardo: Claro que sí, y ahora dime, ¿cómo estás?

Alicia: ¡CON GRIPE! y también inspirada.  

No podía quedarme sin preguntar cuál era el motivo de su inspiración y surgió un tema que nunca pasó por mi mente: Vampiros. Me habló de ello por mensajes hasta casi sentirme uno.

Ella siempre tiene de qué hablar y es algo que me agrada. Cada día o semana tiene un tema nuevo del cual hablarme y enseñarme en varias ocasiones. Me gusta que sea así, no he conocido personas que sean capaces de hablarme de distintos temas, la mayoría no sé de qué hablan, por eso no socializo mucho en mi escuela, ya que mientras yo sé de historia, arte, cine, cómics, música y ciencia, las demás personas hablan de tendencias y no sé qué otra cosa más... Las personas vibran en una frecuencia que no consigo entender y pasan de mí, o tal vez yo de ellos. Con Alicia vibramos en la misma frecuencia y eso hace que podamos entendernos al hablar sobre lo que nos interesa sin cansarnos. 

Mi día siguió. Domingo aburrido, mi vida carece de emociones fuertes, de aquellas que hacen que tu corazón explote... vivo en una película en escala de grises demasiado aburrida como para que alguien quiera verla, veo todo en blanco y negro, simple, sencillo, comprensible y abstracto. Como las teclas en un piano... Mis distracciones son leer, escuchar música romántica a la que no le encuentro mucho sentido, ver televisión y vagar por mi casa.      

Pero, hay un pequeño brillo entre lo monocromático, Alicia, ella vino a mi vida a hacerla un poco más interesante y menos miserable.

Alicia: ¡Vamos a hacerte unas preguntas! ¡Ahora responde! 

1.- ¿Cuál es tu nombre completo?

2.- ¿Cuántos años tienes?

3.- ¿Cuántas parejas has tenido?

4.- ¿En qué te fijas primero?

5.- ¿Libro o película?

6.-  ¿Quién te gusta?

7.- ¿Cómo confesarías amor?

8.- ¿Cuándo diste tu primer beso?

9.- ¿Cómo te gusta dormir?

Me mantiene ocupado de alguna forma. Estas preguntas no son más que un pasatiempo que alimenta mi curiosidad por saber algunos datos más sobre ella. Las respondí pero algunas me dejaron pensativo... Contesté que me llamo Leonardo Miravalle, tengo catorce años, que he tenido cinco "novias" con las que ni duré una semana, me fijo en el rostro y prefiero los libros. Pienso un poco más en las otras preguntas y me doy cuenta que nadie me gusta actualmente, eso es bueno y está bien. Mi primer beso fue en sexto grado, por un tonto reto, curiosidad de niños entrando a la adolescencia. 

Antes de que pudiera pedirle que respondiera la cadena me pidió fotos de mí, dice que son para un collage de su clase de inglés donde hablará sobre su familia y amigos. Me halagó que lo pidiera, pero hay algo que me llega al alma, dice que soy su único amigo. Me parece algo triste. El recuerdo de un pequeño niño inteligente de diez años en la primaria que desayunaba solo en las orillas porque nadie quería juntarse con él, un marginado, que aprendió a entretenerse solo, me hace saber que mi papel de mejor amigo de Alicia es más importante de lo que cualquiera pudiese pensar. Hace tiempo le dije algo que la mayoría de conocidos haría mofa, por la elección de decirle que sería su mejor amigo. Ahora tengo una mejor amiga y es fenomenal, aunque este título hace que todo intento de romance desaparezca antes de existir. No es algo que me preocupe, ni en lo más mínimo, antes me hubiese dado en qué pensar, pero ya no. Mi propósito de no enamorarme mantiene mi realidad en la escala de grises monótona que me mantiene tranquilo.



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En el texto hay: juvenil, drama, amor

Editado: 29.12.2019

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