Apostando por la virgen

El primer golpe

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Pov: Valentina

- Sigo realmente sin entender cómo demonios lograste convencerme de que viniera Vane – bufo con fastidio fingido, mirando a mi mejor amiga – si no hubieras ido a sacarme de mi casa, en este justo momento estaría disfrutando de unas deliciosas palomitas y una buena película – Vane me veía de forma burlona y sorprendida.

- No puedo creer que tú, Valentina Woodley se quiera perder la última fiesta del verano antes del que empiece el curso, un sábado por la noche, con todos los chicos buenos de la escuela, buena música, baile, tus amigas, alcohol, todo lo que a MI Valentina le gusta, ¿acaso eres un extraterrestre que se ha metido en el cerebro de mi amiga y la está haciendo comportarse como una aguafiestas? – pregunta de manera burlona, acercándose para tomar mi cabeza entre sus manos y revisar mis oídos, no puedo negar que con eso me hace reír a carcajada limpia - ¿en serio quisieras estar en tu casa en vez de aquí? – pregunto con un poco más de seriedad mostrando un poco de decepción.

- La verdad es que si – digo con tono frio, mi mejor amiga me mira de una forma severa y parece que quiere matarme.

- ¿Sabes qué? no me importa, te vas a divertir, vas a beber hasta olvidarte de tu propio nombre, conquistaras a algún chico con ese cuerpo de infarto y bailaras con él hasta que tu cuerpo te ruegue piedad, para después besarlo como si no hubiera un mañana, ¿Entendido? – me apunta con su dedo índice de forma amenazante, a lo que yo solo asiento tratando de contener la carcajada que quiere salir de mi boca.

Después de su “aterradora” amenaza entramos de una vez por todas a la fiesta, la cual está en su punto máximo, hay chicos bebiendo y bailando por toda la casa y me imagino que algunos otros no son tan reservados y ya están tragándose con alguien en alguna esquina de la casa vacía o tal vez se hayan encerrado en alguno de los cuartos de la planta de arriba.

Miro a mi alrededor y confirmo que varias de mis teorías son ciertas, logro reconocer  la mayoría de los rostros que puedo ver, ya que son compañeros de la escuela, aunque también hay algunas caras desconocidas, Vane y yo caminamos entre el bullicio de gente tratando de encontrar a nuestras amigas, miro en todas direcciones buscando, pero en vez de encontrar a las chicas, veo a el grupo de amigos de mi hermano Ryan, ellos estaban bebiendo cerveza jugando siete minutos en el cielo junto al cuarto de baño que había en la sala, sonrió burlonamente cuando me encuentro con la mirada azul verdosa de Ryan, el cual está siendo acompañado por una castaña de piernas largas hacia sus siete minutos. 

Encontramos a las chicas bailando en el medio de la “pista”, que resulta ser el salón de la casa de Logan, uno de los amigos de Ryan, Logan era parte del equipo de futbol y también pertenecía al grupo de populares, aunque cabe destacar que era un mujeriego de primera.

Y en el momento que llegamos junto a Lucia y Ashley pusieron nuestra canción favorita, nos miramos con sorpresa y gritamos junto con todo el mundo, ya que era una canción conocida, inmediatamente deje que la música me llenara por completo y me deje llevar con movimientos fluidos. Las canciones siguieron pasando y el ambiente seguía mejorando con el transcurso del tiempo o tal vez era que yo cada vez estaba un poco más borracha que antes, ya que el baile te hacia sudar y necesitabas hidratarte, y eso era lo que estábamos haciendo constantemente con un poco de tequila y refresco.

Después de no sé cuántas canciones y mucho alcohol en nuestro torrente sanguíneo cada quien empezaba a tomar las riendas de su camino, a las chicas les gustaba tener un chico con el cual divertirse un poco, Lucy bailaba con un chico del equipo de baloncesto, Ash estaba comiendo la boca a alguien y Vane estaba con un chico, a cuál reconocí como Ian (capitán del equipo de natación), y yo, pues yo me había quedado bailando con un grupo de chicas que conocía de la clase de biología, todo estaba perfecto hasta que pusieron música electrónica y muchos empezaron a saltar y a bailar de forma distinta, se escuchaban gritos por todas partes, yo trate de seguir el ritmo hasta que sentí como había abofeteado a alguien y ese mismo alguien me había pisado con bastante fuerza, me queje con una mueca de dolor y el muchacho parece que hizo lo mismo, ya que escuche un leve quejido a mi izquierda.

- Lo siento – dijimos al mismo tiempo, yo seguía mirando mi pie con una ligera mueca.

- ¿Estas bien? – pregunto una voz la cual no reconocí, pero se me hizo realmente sensual la forma en la que hablaba, su tono de voz era grave y suave, pero se lograba distinguir que podría ser una voz de mando.

Levanté la mirada, para encontrarme con unos ojos color miel los cuales me dejaron sin aire por unos segundos, y un escalofrío me puso la piel chinita, sentí que mi corazón dejo de latir cuando me encontrarme con una sonrisa ladeada jodidamente sexy, extendí mi mirada hacia su pecho amplio y sus brazos fornidos, me sentí aturdida por un segundo y después regresé a aquellos ojos mieles.

- Si, perfectamente ¿y tú? -  respondí con una sonrisa inocente.

- Perfecto – “eso ya lo sabía” muerdo ligeramente para no reírme con mis pensamientos

Cuando el lindo chico de ojos color miel iba a volver a hablar, una voz odiosamente chillona me hizo rodar los ojos inmediatamente, reconocía aquella espantosa voz, era de esperarse que Sandra estuviera aquí contoneándose con un vestido que no deja nada a la imaginación, prácticamente tiene un maldito cartel pegado en la frente que dice “fóllame” en letras enormes y fluorescentes.



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En el texto hay: pasado, amor, apuestas

Editado: 17.07.2021

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