Pov: Valentina
Los días siguientes a aquel lunes realmente extraño, empezaron a ir con una normal bastante tranquila, lo único diferente era que ahora Ryan me llevaba a la escuela y yo regresaba con Thomas y su hermana Zoé, quien era una chica encantadora y bastante sincera, totalmente una de las mejores experiencias con ellos, fue cuando Zoé empezó a contarme algunos secretos sobre Thomas.
Flashback
Estaba sentada en el lado del copiloto riendo gracias a la explicita historia de Zoé sobre la pelea que tuvo Thomy con un hurón cuando tenía 12.
- Val, enserio debiste ver su cara de susto cuando el hurón se lanzo a morderle la nariz – dice la chica de cabello castaño claro y ojos avellana con ligeras motas doradas – pero lo mejor fue cuando él también mordió al hurón – suelta una carcajada, contagiándome a mi también.
- ¿En serio mordiste al pobre animalito? – miro a Thomas con una sonrisa.
- Pues oye, esa maldita rata salchicha no se iba a ir impone después de haberme dejado casi sin nariz, si te acercas un poco más podrás notar las cicatrices a los lados de mi nariz – señala el lugar en donde se encuentran las marcas en cuanto paramos en un semáforo rojo.
- Qué infantil eras Thomy – rio mirando las pequeñas marcas y su cara de indignación.
- ¿Era? Lo sigue siendo – dice Zoé desde la parte de atrás.
- Hey, aún estoy aquí – dice volviendo su vista al frente, empezando a avanzar de nuevo.
- Por eso mismo lo digo querido hermano –
- Si, si, si, mejor pon algo de música para ya no tener que escuchar tu insoportable voz – sonrío escuchando la pequeña exclamación de la chica, pero aún así le hace caso a su hermano y pone una canción bastante conocida.
- No de nuevo Zoé – reclama Thomas viéndola desde el espejo retrovisor.
- Cierra la boca y escucha hermano – la chica empieza a cantar a todo pulmón 2002 – Anne-Marie.
- Es una buena canción – le digo a Thomas.
- Oh, no estoy diciendo que no lo sea, pero lleva toda la semana escuchándola una y otra vez, literalmente hasta he llegado a soñar con la maldita canción – el chico suspira y yo lo miro encogiéndome de hombros.
- ¿Zoé, puedo poner la siguiente canción? – miro a la chica con una sonrisa y ella asiente dándome su teléfono para poder buscar la canción que quería.
En cuanto termina la canción, las primeras notas de la guitarra empiezan a llenar el espacio que antes había estado ocupado por música pop, Thomas me mira sonriendo y empezando a seguir el ritmo con las manos y la cabeza.
- Ella durmió al calor de las masas – empieza a cantar Thomy.
- Y yo desperté, queriendo soñarla – sigo la canción con una sonrisa, sintiendo como la música empieza a llegar mucho más allá de mis oídos.
El corazón me palpita con fuerza y siento como cada fibra de mi ser vibra junto con la música, un escalofrío recorre mi cuerpo, empezando a percibir los pelos de punta, cuando menos me doy cuenta llegamos a la parte del coro y Thomas esta cantando a todo pulmón.
- De aquel amor. De música ligera. Nada nos libra. Nada más queda – escucho como canta, recordando aquella noche en el club, no puedo evitar sonrojarme ligeramente, miro hacia atrás y me encuentro con la sonrisa enorme de Zoé, quien me lanzo una mirada cómplice.
¿Qué era lo que ella sabía que y no lograba ver?
Fin del Flashback
Definitivamente ha sido una buena semana, una en la que me he sentido extrañamente bien, las pesadillas han ido disminuyendo con rapidez y eso es realmente bueno.
- Entonces, me termine acostando con un mafioso y uno de sus hermanos mientras viajábamos en un yate hacia el atardecer…– Vanesa me miro pidiendo que le respondiera aunque no había escuchado nada de lo que había dicho.
- Suena interesante – le digo caminando hacia mi casillero, a lo que ella suelta un ruido de exasperación.
- ¿Val, acaso me has puesto un poquito de atención? – se planta frente a mi mirándome como si quisiera matarme.
- Perdón, es que estaba perdida en mis pensamientos, lo lamento mucho – la miro apenada.
- Creo que nana Rosa tiene razón, ese muchacho te ha dado Toloache, últimamente estas totalmente perdida amiga, ya no eres como antes, creo que te estas suavizando un poco – me mira emocionada y con una sonrisa, y no puedo evitar reír.
- Eso es absurdo, sigo siendo la misma chica, además apenas y conozco al muchacho, no puedo negarlo, me atrae, pero solo eso, no creo que llegue a algo más como un enamoramiento o esas cosas, sabes bien que eso no es lo mío – tomo algunos libros de mi casillero, dándole la espalda.
- Gia, yo nunca dije nada de enamoramientos – su tono es serio, lo que me hace quedarme con un libro en la mano a mitad de camino para guardarlo en mi mochila para las tareas de hoy.
- P-pero lo insinuaste, no soy tonta – carraspeo un poco y vuelvo a portarme normal – entonces… ¿Qué era lo que me estabas diciendo? –