La noche del baile llegó y la muchacha no quería ir. Bueno. En términos generales no quería ir. Pero su corazón anhelaba poder estar en dicha velada. Pero luego del encontronazo con el dichoso vizconde sintió que sus ánimos decayeron.
Estaba muy triste y cabizbaja. Trabajaba de manera metódica y autómata. De momento mientras ayudaba a su señora a vestirse, ella suspiró con dolor, Abigail vio sinuoso eso, por lo que se giró y la miró.
— ¿Qué te ocurre Violet? desde hace mucho rato te noto extraña. —le preguntó con voz cariñosa. Ambas tenían la misma edad y se trataban muy bien.
Ella negó. —Nada.
Abigail la obligó a sentarse al frente del tocador. Ella conocía esos “nadas” que significaban todo. Ella misma los padecía. —Tienes algo y yo sé que es. —Le dijo. —Anda a arreglarte para el baile. —A Violet se le salió el aire de los pulmones al escucharla hablar tan cómoda lo del baile.
—Señora... —Abigail la detuvo.
—Abby, llámame Abby, ya te lo he dicho un montón de veces. Y yo sé que estás haciendo un vestido para el baile de máscaras. A veces a Lily se le salen las cosas sin pensar. —de momento Violet quiso matar a su amiga. —No la trates mal después de esto. —Dijo adivinando sus sanguinarios pensamientos. —Yo no veo nada de malo que vayas. Solo que me ocultes las cosas. Pensé que éramos amigas.
Violet agachó la cabeza avergonzada, claro que lo eran. En ningún momento Abigail la había hecho sentir menos. —Lo siento mucho, Abby. Tenía miedo de que mi tía se enterase o de que tú me recriminaras y me dijeras que eso no era para mí.
—Tranquila, Violet. Pero espero que me tengas confianza la próxima vez. Has estado cuando más te necesité. Y por eso te considero como una hermana. Así que no se diga más. Vaya a ponerse hermosa como tú lo sabes hacer. Es momento que deslumbres a unos cuantos nobles. Vas a llegar como mi amiga.
— ¿No te preocupa mi traje? ¿No temes que te avergüence?
Abigail negó divertida. —Dudo que hayas hecho algo que me avergüence. Recuerdo aquel vestido que le hiciste a Ellie y estaba muy hermoso. Y también todos los vestidos que cosiste para mí en estado. Además yo sé que Lily te ayudó con el de este baile por lo que serás la sensación. Estoy segura. Hasta me puedes opacar, ya lo creo.
—Pero señora... —Ella no podía creer que iba a ir al baile y ayudada por su jefa. — ¿No desentonaré?
Ella negó. —El vestido que tengo lo hizo Lily y es hermoso. Y sé que ustedes dos trabajan la costura de manera similar.
Ella miró el vestido que llevaba su señora y era una cosa espléndida. Era blanco con destellos de color dorado. Ella no se iba a disfrazar. Solo se pondría un antifaz.
—Irás y no se diga más. —finalizó Abigail
—Pero... —ella aún seguía sin estar segura de que decisión tomar.
—No, nada de peros, Violet Hayes. —Abigail pensó en algo que nunca usaba. —Es una orden. —dijo y para terminar de convencerla la empujo de la habitación. —No te quiero ver hasta que estés lista.
—Está bien. —suspiró resignada.
—Vamos a ir en el mismo carruaje. Le diré a Alec pero el mantendrá el secreto. Así que descuida, Anabel no se enterara de nada. Nos encargaremos de todo.
Ella estaba feliz y se sentía como Cenicienta antes del baile.
***
Ethan estaba poniéndose el traje. No tenía ayudante de cámara y era lo mejor. No entendía como esos dandis podían sobrevivir a que los vistieran. Es algo completamente insoportable.
Iba a ir al dichoso baile porque su hermana se lo pidió y no pudo negarse. Luego de tanta insistencia, tuvo que decir que sí. Ella era completamente insoportable, pero daría la vida por ella mil veces si fuese necesario.