Aprendiendo a Aceptar

Capítulo XX

 

Violet y Ethan llevaban un largo tiempo de viaje, habían recorrido ya por Grecia, en donde Violet quedó enamorada del mar Egeo. Caminaron de la mano por Venecia. Y en Paris habían hecho una parada para comprar ropa y otras cosas que tan solo Violet nombrar, se ponía colorada.

 

Ethan llegó a preguntarle muchas veces por su familia, pero ella le contaba verdades a medias, le hablaba de cosas que hacía en la infancia con su padre, y travesuras que practicaba con sus hermanos pequeños. Pero siempre omitía de donde venía su apellido y que era y que hacía su padre.

 

Con Abigail mantenía mucha correspondencia, su amiga era quien la ayudaba a escribir cartas a su familia para decirle que estaba bien, para que no se inquietaran. De hecho les dijo que se había casado, solo que omitió quien era su marido y que por los problemas de su madre para viajar, no recomendaba que la visitaran, que ella se encargaría de todo el viaje cuando fuese el momento de verse.

 

Cada vez que escribía una carta, lloraba desconsoladamente en cualquier parte. Lo hacía en horas que Ethan estaba ocupado o cuando dormía. El saber que mentía a cada una de las personas que amaba, le estaba royendo el alma.

 

Ethan había sido maravilloso con ella, hablaban de cualquier cosa y otras veces hasta hacían niñerías como salir a pasear y regresar bañados en charco por cualquier juego que se les ocurriese en ese momento.

 

Cada noche —y algunas veces a la luz del día—Ethan la amaba, la acariciaba con tiento con cuidado, y en otras le hacía perder el control dejándose llevar por sus más bajas pasiones.

 

Estaban en Escocia, y esa noche, Ethan tendría unos invitados importantes. Era un duque con su esposa, con los que Ethan mantenía negocios y era muy amigo. Ese sería como tal, su primer acto como Condesa. Y estaba atoradísima de que pudiese hacer algo mal.

 

La casa donde se encontraba era de la familia de Ethan y era de generaciones de los Blackwell, de hecho era la primera en verla después de Ethan y su padre, ya que no les gustaba pasar mucho tiempo en esa vivienda. De hecho Abigail no la conocía.

 

Con el servicio conversó para arreglar el salón y las adyacencias de modo que estuvieran impolutas para la visita. De hecho decidió que debía ayudarlas, no podía ver el trabajo arduo que hacían las doncellas y no tener el irremediable impulso de acompañarlas en su labor.

 

Aunque ellas intentaron que no lo hiciera, luchó y lucho y consiguió que la dejaran en paz. No obstante las sirvientas no estaban acostumbradas a ver ese tipo de comportamientos en una dama.

Estaba tan metida de lleno quitando una mancha en una alfombra Axminter, que no se percató de que Ethan había llegado a la habitación. — ¿Qué diantres haces Violet?

 

La esponja que estaba utilizando se le cayó de las manos. — ¿Ethan?

 

Ella no quería mirarlo a los ojos, porque sabía que iba a ver su molestia en ellos. —Sí, soy yo. ¿Qué haces limpiando? Ese no es tu deber, alguien será despedido el día de hoy.

 

Ella se levantó rápidamente, no iba a permitir que nadie saliese despedido por su tozudez. Así que lo miró fijamente. —No te sobrepases, Ethan. Ninguno aquí tiene la culpa, yo fui la de la idea.

 

  1. parecía no entenderla. — ¿Por qué querrías hacer algo así? No es tu obligación, aquí hay personas que tienen la responsabilidad de hacer esas labores. No tú. Tú eres la dueña de esta casa.

 

¿Cómo salía de este embrollo sin delatarse?

 

—Lo hacía en mi casa cuando joven, no es nada complicado y no soy una princesa. No quiero que te molestes por tonterías. Pensé que sería interesante intentarlo.

 

Ella tenía la mejilla manchada con un poco de polvo, por lo que esa imagen le enterneció a Ethan, su mujer, era alguien completamente diferente. No le importaba mancharse las manos por ayudar a las demás personas. Era más corazón que sentido común.

 

Se acercó a ella y le rozó la mejilla con el dorso de la mano para limpiar el sucio. —Cariño, no estoy molesto. Y aunque no entiendo tus motivos, lo pasaré por alto, solo si me prometes que no te veré de nuevo en esta situación.



#2003 en Novela romántica
#711 en Otros
#140 en Novela histórica

En el texto hay: perdon, amor, aceptacion

Editado: 24.05.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.