Aprendiendo a amar

Capitulo 4: Estabilidad y Poder

Cris

Pocos segundos después de haber enviado el mensaje recibo una respuesta sencilla y formal de su parte. Las palabras de Hugo tormentan mi cabeza una y otra vez. Lucia se ha mantenido al margen todo el tiempo, no me ha dado motivo alguno para pensar que siente algo por mí, sin embargo, hay algo que es inevitable esconder y este es el afecto en la mirada.

Puede que lo haya pasado por alto en la oficina, me la paso completamente inmerso en mi trabajo como debe ser y puede que por eso no lo haya percibido.

—Señor estamos a punto de aterrizar —avisa la azafata.

Generalmente Lucia me acompaña a todos lados, sin embargo, después de la conversación con el ebrio despechado de mi primo ayer debo pensar en la extensión de nuestro acuerdo y lo mejor será la distancia.

Es lunes por la noche, mi cuerpo reclama la abstinencia y el calor de su cuerpo esa noche que ya estaba plasmada en el acuerdo. Suspiro agotado y procuro enfocarme en lo que me trajo a esta ciudad.

Mi compañía estaba lista para tomar el siguiente proyecto y dejar nuestro sello en la infraestructura del transporte. Han sido años de estudio y arduo trabajo para ubicarme en mi actual posición. No obstante, soy consciente que este no era mi territorio y si quería extender nuestras bases en el mapa debía ser perspicaz.

Mi abuelo se esforzó en crear esta empresa, aunque la vida le cobro el precio del éxito, mi padre solo supo aprovechar sus beneficios sin escrúpulos y realizo su trabajo bien, pero tampoco buscaba superarse.

No quería ese panorama para mí, algunos me han llamado monje, homosexual y cualquier invento que explique mi falta de interés público en las refinadas damas de mi clase, si así se les puede llamar a esos tiburones capaces de oler una jugosa herencia y una tarjeta de crédito sin límite a kilómetros de distancia.

Continuo con mi trabajo sin mayores distracciones y procuro dejar a un lado el tema de Lucia. Por algún motivo apenas logre conciliar el sueño esa noche y mi humor esta por los suelos. Salgo a correr para aliviar la tensión un poco. Al regresar al hotel descubro un mensaje de Lucia, me pregunta por mi viaje y si necesito que realice alguna acción desde la oficina relacionado a ello.

Dejo a un lado el aparato y me voy a la ducha. Completamente vestido inicio la importante jornada que me espera. Tengo una reunión esa misma mañana con el gobernador para asegurar el proyecto que incrementaría el ritmo de vida en la ciudad.

—Arslan —me recibe el hombre de traje y sonrisa comercial —. Es bueno ver tu rostro fuera de una pantalla —hace uno de esos chistes que lo hicieron ganarse de más de un ingenuo del gobierno.

Vincent empieza a hablar desviándose del tema principal y el hecho de que no estemos dentro de su oficina discutiendo las especificaciones del maldito negocio me hacen sospechar. Su asistente notifica la llegada del otro invitado, esclareciendo cualquier duda por mi parte.

Mi instinto no falla cuando distingo la voz de Aaron Bayram aparece para estrechar la mano del hombre que me acompaña.

—Cris, es bastante motivador tener una competencia como tu para este proyecto —se jacta mientras estrecha mi mano.

Bayram era nuestra competencia en esta parte del territorio y Aaron era la perfecta ejemplificación de lo que tu apellido puede hacer por ti, aunque carezcas de ingenio. Por supuesto que lo llamarían a último minuto para meter manos en el asunto; Aaron no era de relevancia, mi problema es el gobernador incapaz de manejar esta situación.

—Caballeros por favor acompáñenme a la sala de juntas —interviene Vincent antes de que pueda preguntar que demonios esta sucediendo—. Los he llamado para notificarles que el gobierno decidió explorar nuevas opciones debido a que estamos hablando de la infraestructura de una de las ciudades más importantes del país.

—No debes preocuparte por nada Vincent, Bayram se encargará de demostrarte el motivo por el cual dominamos este territorio —dice bastante seguro de si mismo.

Vincent voltea a verme en espera de una respuesta.

—¿Qué pasa Cris? —cuestiona Aaron—. ¿No te gusta un poco de competencia?

Pese a que detesto lidiar con informalidades y payasos pienso en lo que este proyecto puede representar para la empresa.

—Enviare nuestros planes de desarrollo y propuestas para que termines de convencerte que nosotros nos enfocamos en la sostenibilidad y calidad —respondo colocándome de pie para marcharme e iniciar lo antes posible —. No solo en un logo de cemento plasmado en cada esquina de la ciudad.

—En ese caso, les enviaremos las especificaciones del proyecto y la fecha decisiva —expone.

Los siguientes minutos describe de forma superficial algunos puntos y volteo por inercia para verificar que Lucia copie todo, sin embargo, ella no esta sentada cerca con su libreta de siempre.

—Estaremos en contacto —culmina Vincent regresándome a esta basura de reunión.

Estrecho sus manos en silencio y sin esperar ninguna clase de platica de cortesía me dirijo al elevador con estrategias para proceder en mi cabeza. Antes de que las puertas se cierren ingresa Aaron a la caja metálica.

—No te pongas así Cristofer, tampoco me lo esperaba —se burla. Hago una nota mental para averiguar como demonios termino metiendo sus manos en este proyecto —. Sera una asombrosa oportunidad para conocer la esencia del otro y aprender.




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