Aprendiendo a ser padres

9. La actuación escolar de los pequeños Brown.

Omar llevó a sus dos hermanos pequeños al colegio, siendo el último día antes de las vacaciones de navidad. Observando Omar como su hermana Laura enseñaba a sus amigas que ella también tenía unas Love baby como ellas. 

Fabiola lo había acompañado porque era el día de puertas abiertas en el colegio para que los padres y familiares pudieran acudir a ver las actuaciones de los pequeños. 

— ¿Quiénes son esas personas? — Oyeron a una madre que hablaba con otras madres. 

Todas miraron hacia donde había dos hombres vestidos con trajes negros y gafas de sol, con ellos había también una mujer.  

— ¿Serán de una familia rica? — Preguntó otra de las madres con ansias de chisme. 

— ¿Qué estás diciendo? ¿En el colegio de nuestros hijos hay un niño adinerado?

Las madres empezaron a cotillear intentando averiguar quién de los niños que acudían al colegio con sus hijos provenía de una familia rica. 

«No puede ser… », pensó Fabiola, por la presencia de su secretaria y los guardaespaldas. 

Fabiola retiró rápidamente la mirada de ellos, agarrándose al brazo de Omar. 

— ¿Te pasa algo? — Le preguntó Omar y Fabiola negó. 

— Solo quería agarrarme a ti. 

— Omar. — Lo llamó una chica que se acercó acompañada de su madre. — ¿Has venido a ver a tus hermanos? 

— Como todos aquí. — Respondió Omar, tomando la mano de Fabiola que apresaba su brazo. 

— Eres un buen hermano. — Lo alabó la madre de la chica. — Tu madre estaría orgullosa de ti viendo como cuidas de tus hermanos pequeños. 

— Gracias. — Agradeció Omar, apretando la mano de Fabiola. 

Fabiola notó que la situación era incómoda para Omar. 

La chica se fijó en Fabiola y sonrió presentándose después. 

— Lo siento, soy Violeta, amiga de Omar. — Se presentó la chica y sonrió. — Aunque él me dijo que quería que saliéramos juntos. 

— Eso fue hace mucho, cuando estudiábamos en el instituto. — Pronunció Omar, preocupado por que Fabiola creyera que a él todavía le interesaba Violeta. 

Fabiola dio un paso adelante y agarrando las dos manos de Violeta le devolvió la sonrisa. 

— Yo soy Fabiola. — Se presentó Fabiola y antes de que pudiera decir algo más, Teresa se adelantó. 

— Es la novia de mi hermano. — Dijo Teresa. Omar miró a sus hermanos Teresa y Álvaro que también habían venido para ver la actuación de los pequeños. — Y aunque mi hermano nos diga que no, sigo pensando que… 

Álvaro le tapó la boca a su hermana, echándole una mirada de cállate o te callo. 

En ese momento los profesores avisaron a las familias que ya podían entrar hasta el gimnasio del colegio, donde se llevaría a cabo el Festival navideño. 

En el gimnasio tomaron asiento y se prepararon para ver las actuaciones de las distintas clases. Álvaro con el teléfono de Omar se encargaría de grabar a sus hermanos pequeños cuando le tocase salir al escenario. 

La clase de Ángel salió a cantar un villancico mientras tocaban unas panderetas, pero Ángel solo tocaba su pandereta.

Omar se sintió mal al no escuchar a su hermano cantar con sus compañeros de clase.   

— Ángel está muy lindo. — Dijo Fabiola a su lado. 

La clase vestía con ropa roja y llevaban en sus cabezas un sombrero de papá noel. 

— Sería mejor si no fuera un mudo, por Dios, solo lo estamos grabando tocando la pandereta. — Se quejó Teresa, que se había visto obligada a acudir al evento escolar, ella hubiera preferido estar con su novio y sus amigos. 

— No solamente era fea, ahora también estúpida. — Habló Álvaro, mientras grababa con el teléfono a su hermano Ángel y sus compañeros.

Teresa lo miró molesta por aguantar sus estupideces, así que lo golpeó en la pierna. 

— Basta ya. — Les ordenó Omar serio a los dos. — ¿No podéis mantener las bocas cerradas? 

Teresa gruño molesta, cuando cruzó su mirada con la de Fabiola que le sonrió y ella le echó la cara, le disgustaba solamente su presencia. 

Después de las actuaciones de varias clases, llegó el turno de la clase de Laura. 

Laura salió vestida de duende de navidad, toda la clase iba vestida igual. A Omar se le dibujó una sonrisa en la cara, para él su hermanita iba preciosa. 

— Omar, se te cae la baba. — Le dijo Fabiola y él se avergonzó. 

Teresa miró de mala gana a su hermano mayor, siempre pendiente y preocupado de los pequeños. 

— Son mi perdición. — Reconoció Omar, que no ocultaba el favoritismo que tenía por sus hermanos más pequeños. — Intento darles todo lo que puedo. Y una educación adecuada. 

Fabiola se perdió en su mirada, pensando para ella misma que Omar era ahora más bello que cuando era un niño. 

— Lo estas haciendo bien. — Lo alabó Fabiola, dirigieron su mirada hacia el escenario. 

Bajo el escenario, sus guardaespaldas grababan la actuación de la escuela. 

Fabiola salió del gimnasio de la escuela y se encontró con su secretaria Helen que hablaba por su teléfono móvil. 

— Helen. — Fabiola la tomó de la muñeca y Helen colgó la llamada. 

— Señorita Ofelia. — Le dijo Helen y Ofelia le tapó la boca. 

— No me llames así, cualquiera te puede escuchar. — Le ordenó. — ¿Mejor dime que estáis haciendo aquí? 

Helen sonrió subiendo sus gafas y expresando lo satisfecha que se encontraba por su idea de aparecer en el evento escolar. 

— Se me ha ocurrido a mí, ¿a qué es una buena idea? 

— No, no lo es. ¿En qué momento he dicho que podéis aparecer? — Le preguntó Ofelia disgustada. — Dije que no iba a regresar hasta que mi bebé naciera. 

— ¿De verdad harás eso? ¿Permitirá que los Romero hagan una presentación falsa de usted? — Helen estaba preocupada. — Son unas sanguijuelas todos los parientes del difunto señor Martín. 

— No me importa. Cuando aparezca todo su teatro se caerá. — Contestó Ofelia. — Les dejaré disfrutar por el momento. 



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En el texto hay: drama, amor, #familia

Editado: 18.03.2024

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