Aprendiendo Amar

*Capítulo 15*

Lana

-Hola- contesto en voz baja entre susurros.

-Holaaa- responde de igual manera -¿por qué hablamos así?-

-Psh, me toco escaparme…- miro alrededor, sentándome en uno de los bancos de la pérgola del jardín de los Johnson.

-Tú hija ha estado… digamos que algo intensa, desde que Maggie se fue a la universidad, ahora dirigí su atención a lo que sea y cuando digo, lo que sea, me refiero a lo que sea- resoplo recordando -ayer… estuvo dos horas, dos, persiguiendo un auto, porque le pareció, ver dentro un perrito con ojos llorosos de auxilio-

-¿Y qué paso después las dos horas?- pregunta jocoso.

-Pshh, resulto ser un globo de cachorro que decía un Lo Siento en grande-

-Jajajaj, ¿cómo se enteraron?-

-Pues… después de hacerme conducir persiguiéndolo y hacer que Cami, redactara una demanda por maltrato animal, encaro al conductor- expiro pesadamente, viéndolo reír -lo abrazo y le dio ánimo, hasta lo ayudo a que la novia lo perdonara-

-Jajajajaja, mi princesa es única-

-Sí, únicamente loca… ¿estás seguro que el especialista que la vio no comento algo sobre un tornillo suelto?-

-No, es sólo que así es ella y realmente la prefiero así, a como era antes-

-Mmm, si lo dices- ruedo los ojos y al volver a verlo me fijo en la pared detrás de él.

-¿Cuándo llegaste?-

-¿Cómo…- niega con la cabeza -llegué en la mañana, pero primero fui a entregar el auto a Valery y…-

-¡Por Dios!, ¿hasta cuando vas a seguir con eso?... aunque creo que el auto te fue bien, Don Bip les compro un piso completo cerca del campus-

-Si, estuve ahí, pero porque mejor no te cuento todo cuando vengas te voy a esperar…

-¿Quién te espera Lana?- pregunta posándose frente a mí, causándome un gran susto, lo que hace que suelte el teléfono.

-Ca… Cata- aclaro la garganta -¿qué?, ¿qué haces aquí?-

-Pues me aburrí de esperarte, pero ahora esto me interesa más… mm no me digas que- dice sentándose a mi lado y tomando mi teléfono.

-¿Vejestorio?, ¿quién es vejestorio?-

-Obviamente un vejestorio, quien más, jajajaja, ¿por qué mejor no entramos y…-

-Tu también estas extraña Lana- me mira entrecerrando los ojos.

-Estas lalo Cata, deja de decir tonterías y busquemos a Cami, para que dejes el aburrimiento-

Me agradezco mentalmente nunca haber almacenado el nuevo de Adrián con su nombre y como imagen coloque a Mr. Magoo.

-Hola ¿Cómo están?- saluda Amanda, al vernos entrar a la casa.

-Bien/Mal- respondemos a la vez Cata y yo. La miro intrigada y cambia su semblante.

-Okey- Amanda nos mira interrogante -esta casa esta como muy tranquilaaaa, no sé si es porque Sali temprano de clases o alguien murió-

-Nadie murió- responde Cata -pero, ¿tú también sientes el ambiente? de sospecha, intriga…-

-¡Ahh no ya empezó de nuevo!, no pienso perseguir otro auto, porque creas que es un traficante y maltratado de cachorros, no, no- niego con las manos.

-Ohh, no involucres a mi Osito de nuevo- reclama Amanda -ya tiene un perro, una tortuga y una gallina, gracias a tus rescates… no Catalina, suficiente-

-¡Aishh!, pero que no es, eso a lo que me refiero es… esperen LANA- gira mirándome moviendo sus cejas -¿con quién hablabas? ¿estás comiendo? ¿te enseriaste con alguien? ¿tu madre te hizo un arreglo matrimonial? ¿tienes una cuenta de esas que se graban o muestran los pies y es un viejo de eso que pagan por...-

-¡Por Dios Cata, te puedes callar!- exclamo exasperada.

-¿Me lo pregunta o me lo pi…-

-¿Qué se hace Camila cuando más la necesito?- pregunto mirando alrededor.

-Mmm, cuando estaba entrando a la casa, iba de salida con premisa, comento algo de su salud mental-

-¡Traidora!- decimos al unisono.

-Bueno solo me quedan ustedes, porque Maggie y Raty, ellas… ellas- pronuncia tartamudeando.

-¿Va a llorar?- pregunta Amanda, mientras gira a verme y luego a Cata que sigue balbuceando lamentos.

-Posiblemente, creo que el medicamento que ya no le hace efecto- respondo dando dos pasos para alejarme y empujo sutilmente Amanda, para que salga también.

-USTEDES- Cata nos señala con la mano -tenemos un tema severo que tratar y ustedes me van ayudar-

-¿Cómo un 3312?- Amanda se detiene y pregunta asombrada y con una pizca de emoción.

-Todo dependerá, pero primero-

Nos empuja hasta su taller, al cruzar la puerta veo a Doña Nana y le hago señas para que nos libere de esta tortura, pero la muy… sonríe y muestra una fuente con bebidas, que deja en una mesa dentro del taller. Y antes de que pueda rogarle, sale prácticamente corriendo, cerrando la puerta.

-Bien, como Cami, se fue… - Cata murmura algo ininteligible -necesito que me ayuden-

-Si hay un 3312, estoy dentro- con eso confirmo que si era emoción.

-Creo que mi papá tiene una amante- me ahogo con el trago, que acababa de dar a mi bebida.

-¿Estás bien?- ambas palmean mi espalda.

-Sí, pero…- Amanda me pasa una servilleta y me pasa una botella de agua de la nevera ejecutiva, que está en el taller -¿por qué crees eso?, mm quiero decir, pudiese estar saliendo con alguien o tener una relación establece desde hace tiempo…-

-¡NO!, esto segura… es más estoy casi segura de saber quien es- escupo el agua, logrando hacer un pequeño desastre.

-Ahh Lana, es que sorprende y eso que no te he dicho quién es-

Cata me mira y siento que me ve el alma, mis deudas y hasta mis vidas pasadas.

-¿Quién es?- Inquiere la vena cotilla de Amanda.

-Deborah, su terapeuta- vuelvo a escupir, derramando parte del agua de la botella.

-¡¿QUÉ?!- exclama Amanda.

Trato de limpiarme y pasar la impresión a seca, porque si no terminare como auxiliar de bomberos, con tanta agua que he botado.

-Eso es antiético-

-Así Amanda, creo que se esta aprovechando de mi papá y por eso necesito de su ayuda-



#1626 en Novela contemporánea
#6121 en Otros
#994 en Humor

En el texto hay: humor, amorsecreto, diferenciadeedad

Editado: 11.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.