CAPÍTULO 12: Exámenes
Las clases del maestro keegan estaban por pasar a la siguiente etapa, Aideen, Alek y la mayoría de los estudiantes habían pasado a demostrar su magnitud de habilidad; sin embargo, yo era un cazo especial. Al momento de pasar no había alcanzado las expectativas de keegan, sus palabras todavía resonaban en mi cabeza “eres demasiado calmado, no dejas mostrar libremente tus emociones, ¿en qué clase de jaula te mantienes?” intentaba con todas mis fuerzas avivar algún tipo de emoción. Primero intente con la ira; pero, ¿realmente he experimentado ese tipo de sentimiento? Recordaba cómo me había molestado los comentarios de keegan a Aideen pero no fue algo que considerara ira, después intente con la tristeza, pero no recordaba ningún momento en el que estuviera realmente triste, en mi familia era el menor y el único hombre, fui consentido y olvidado.
Seguía intentando con algunos otros sentimientos pero ninguno funcionaba. Finalmente keegan se dio por vencido, “mientras no experimentes alguna emoción fuerte no podrás sacar toda tu fuerza, por eso siempre te ha costado concentrar tu habilidad. La habilidad de la tierra es especial, no puede ser tomada de la nada. Solo eres bueno concentrándote, hasta que encuentres tu emoción las clases conmigo estarán suspendidas”. Pasaron un par de días y yo seguía suspendido de las clases de keegan.
Finalmente la primera etapa de sus clases había concluido y el periodo de exámenes estaba por comenzar. Todos los maestros realizarían exámenes mientras keegan trabajaba en el siguiente programa de clases, debía preparar individualmente entrenamientos que nos permitieran controlar nuestras habilidades, pero para tantos estudiantes le tomaría algo de tiempo, por ello los demás maestros utilizan ese lapso para que nosotros estudiemos y realicemos todo tipo de exámenes tanto teóricos como prácticos. No me consideraba malo para alguna materia en cuestión de teoría, me gustaba leer y aprendo rápido, pero en cuestiones de práctica era realmente terrible. Para lo único que era bueno era con las herramientas y las gemas (practicaba bastante esos aspectos) fuera de eso todo me salía mal, no era bueno con el uso de las armas aun que me gustaba fabricarlas, a pesar de no estar a la altura de los herreros. No distinguía plantas ni cualquier material liquido e ignoraba por completo todos los mapas y lugares.
Me encontraba en una mesa de la biblioteca estudiando sobre temas en los que me sentía débil y leyendo algunos libros sobre emociones y novelas populares. Levante la mirada y mire a Alek entrar, hablo con la bibliotecaria que después de unos minutos le entrego una montaña de libros, la miro impresionado y al voltear hacia los lados logro divisarme, tomo aquella pila de libros que inmediatamente coloco en la mesa en la que estaba.
- Hola Fred, ¿estudiando? -
- Si, solo un repaso y algo de lectura popular – dije mientras le mostraba el libro “Entre la estrella del norte y el sur”
- Wow, No es una novela que yo leería, pero a la mayoría de las chicas les gusta –
- He tenido problemas identificando mis emociones y creí que esto serviría, pero ¿y tú? ¿Por qué necesitas todos esos libros?
- ¿Ha?, Bueno…he estado un poco ausente de las clases estos días así que realmente no sé qué han estado viendo, no soy del tipo estudioso prefiero las cosas prácticas y las lecturas básicas me aburren, a menos que sean sobre las gemas esos libros puedo acabarlos en un día, pero estos… - dijo mientras miraba uno de los libros
- “Sociología” ¿sabes que esta clase abarca muchas otras?
- ¡Lo sé! y es tan complicado, mientras leo este libro tengo que revisar otros cinco para poder comprenderlo mejor. Además debo estudiar para otras clases.
- La composición social no es tan complicada, pero la historia si tiene muchos cabos sueltos, el comercio y leyes no son muy enredosas si las relacionas con algunos hechos históricos como personales, la geografía es la única que no considero una de mis materias fuertes ya que no he leído mucho sobre ello; mi madre me lo prohibió hace bastante, pero fuera de eso con respecto a teoría no siento que sea muy complicada-
- ¿cómo es que sabes demasiado de tantas cosas? Sé que te gusta leer pero que sepas tanto de todo me impresiona-
Al ser el sexto hijo, no tenía muchas esperanzas de viajar. Mi madre me mantenía dentro los límites del castillo mucho tiempo antes de conocer a Aideen y durante ese tiempo lo único que podía hacer para entretenerme eran mis proyectos y leer.
- Fred, ¡enséñame! – Coloco sus ojos de zafiro frente a los míos y pestaño un par de veces haciendo muecas de súplica.
- ¿Qué te enseñe? No lo sé Alek – lo mire un poco exaltado y regrese mi vista al libro para pensar.
- Ayúdame amigo, no poder pasar si ti – dijo mientras me abrazaba, apretaba su mejilla sobre mi cabeza y hacia una expresión triste- lo aleje con mi mano pero él seguía suplicando.
La cara de Alek y sus suplicas no me dejaron otra opción más que aceptar su pedido. Después de eso Alek y yo nos mirábamos cada tarde en la biblioteca o en mi habitación para estudiar, no era malo y lograba entender bastante rápido, pero se aburría con facilidad. Nos encontrábamos estudiando en mi habitación, yo estaba sentado en mi escritorio mientras Alek estaba recostado en la cama escribiendo y leyendo sobre las leyes territoriales de cada reino.