Capítulo 22: torneo cancelado
Cuando llego el turno de presentarme el silencio se presentó, solo miraba directamente a mi hermana, el ambiente comenzó a volverse tenso hasta que Aideen lo rompió con su ruidosa voz para después dar lugar a un número infinito de aplausos y regocijo. Finalmente; debíamos sacar de una urna una piedra con un número que nos diría con quien combatiríamos en esta segunda etapa.
Mi corazón se detuvo… 3 era el número que me había tocado, un numero de mala suerte. Durante mucho tiempo había estado evitando esta confrontación pero el destino quería que yo sufriera aún más. Ni siquiera quería voltear a verla, estaba seguro de que ella estaría viéndome con aquellos profundos ojos llenos de tristeza.
Espere mi turno y observe la pelea de Connor y Fred, la pelea no iba mal pero tampoco era algo alucinante. Fred se la pasaba defendiendo y atacando periódicamente mientras Connor daba golpe tras golpe; hasta ahora en todas sus peleas se notaba que era muy meticuloso pero en ese momento parecía un poco más agobiado, poco a poco se fue cansando, las peleas anteriores le dieron una gran ventaja a Fred puesto que Connor ya había gastado gran parte de su energía.
Faltaba poco para terminar cuando Fred por fin utilizo su habilidad de manera tan repentina que tomo a todos por sorpresa. Atrapo a Connor una especie de brazo de piedra y comenzó a apretarlo; se notaba desesperado, le estaba haciendo falta el aire. Connor comenzó a emitir humo (como si de un volcán se tratara) unos segundos antes de que la campana terminara de sonar y casi al mismo tiempo que Fred se desmayó Connor se liberó. Él estaba a punto de tomar a Fred cuando keegan lo detuvo; un silencio se vio envuelto para después dejar paso a unos susurros que posteriormente se convirtieron en gritos ¡¿Quién gano?! ¡¿Qué está pasando?! Keegan pidió que guardaran silencio, tomo un cuerno y hablo mientras unas personas se llevaban a Fred a la enfermería y otros atendían las heridas de Connor.
- Tomaremos un leve descanso y debatiremos quien es el ganador, por favor permanezcan en sus asientos.
Por mí, podían tomarse todo el tiempo que quisieran. Las manos me sudaban y me temblaban las piernas, había estado evitando toparme con ella desde que descubrí quien era, hasta ahora había hecho un buen trabajo pero el momento parecía impreciso; finalmente keegan llego.
- Debido a que el joven Fredric contuvo a su oponente antes de que se tocara la campana y que Connor se liberara justo después de esta terminara de sonar y él se desmayara. Hemos declarado un empate.
La gente solo comenzó a murmurar, nadie se atrevía a decir que fuera injusto o que uno merecía más que el otro sabían que las circunstancias no favorecían a ninguno de los dos. Finalmente la batalla quedo en un empate.
Seguía mi turno, subí lentamente por las escaleras hasta la cima del escenario; ella ya estaba ahí, inevitablemente tuve que verla. Mis emociones se vieron encontradas, tenía su largo cabello suelto adornado con lo que parecían hilos plateados y perlas. Estaba vestida con un atuendo revelador y su escote era pronunciado, dejaba ver sus piernas y las diversas capas de su falda simulaban las olas del mar y como poco a poco se volvía más oscuro.
Estaba preciosa, hasta ahora toda mi vida la había odiado, pero comenzaba a cuestionarme; realmente ella no tenía la culpa de nada y siempre había sido amable conmigo, fueron mis celos los que me hicieron odiarla, me había arrebatado la atención de la única persona que consideraba importante en mi vida. Ella se inclinó sutilmente ante mí y dijo mi nombre con un aquella relajante voz, un frio recorrió mi espalda, voltee y mi hermana me estaba observando con su gélida mirada. Me vi obligado a mostrar mis respetos e inclinarme.
La pelea debía comenzar pero ella no iniciaba, estaba comenzando a ponerme ansioso; mi hermana estaba observándome, podía sentir su mirada en mí, si no ganaba el encuentro tal vez me odiaría aún más o tal vez podría por fin deshacerse de mi para siempre. “No tengo tiempo para esto” dije en voz alta y le lance una lanza de hielo a Aqua, inmediatamente esta fue partida a la mitad por una pared de agua, seguí así durante unos minutos y nada surtía efecto, ella seguía intacta tras su barrera.
Para mi siguiente ataque utilice dagas de hielo, pero esta vez ella no se defendió, solo coloco instintivamente sus manos frente a ella y termino llena de rasguños, quede en shock ¿Por qué razón no se había defendido? Ninguno de los dos poseía armas, debía mantener distancia. Cuando ella se incorporó y su mirada se posó sobre mi di un paso hacia atrás, ella rápidamente utilizo su habilidad para crear una especie de mini ola con ayuda de la fuente que estaba cerca de la escuela, ignoraba por completo la capacidad de su habilidad, su rango de distancia o la cantidad que podría controlar. Cuando la ola me arrastro termine casi frente de ella, se acercó a mí y le lance nuevamente dagas de hielo pero ella siguió sin defenderse.
- ¡¿Por qué?! ¡¿Porque no te defiendes?!
- No pienso atacarte, no me defenderé, ataca todo lo que desees ¡desahógate! ¡libérate de tu carga! – me aterre.
Cree un muro de hielo para separarme de ella pero paso fácilmente sobre de el con ayuda de su habilidad y gracias a la gran cantidad de agua que ya se encontraba sobre el escenario. No podía entender que intentaba. Me molestaba que actuara como si me conociera, como si pudiera ver a través de mí ¿Qué sabia ella de la carga que tenía? ¿Cómo podría ella comprender por todo lo que había pasado? Sinceramente prefería que ella me atacara y acabara con mi sufrimiento y toda la culpa que sentía ¿o es que no podía atacarme porque le miraba en mí? sabía que nos parecíamos pero no creí que fuera a llegar a tal grado.