Capítulo 37: desapariciones
Cuando llegamos a la academia había mucho movimiento con guardias de todos los reinos alrededor, los reyes y reinas se habían apresurado al recibir la llamada de emergencia de la reina Alaine y estábamos esperando su llegada. Para nuestra suerte desde siempre las familias reales tenían sus métodos para llegar más pronto, pero eran de verdad pocas veces en las que podrían lograrlo debido a los preparativos previos que se deben hacer.
Mientras esperábamos a que llegaran Fred y Aideen fueron a sus habitaciones, Alek hablaba con keegan y yo quería ver a María y Katrina para asegurarme de que ellas estaban bien. Encontré a María quien estaba a punto de cambiar de clases, me abrazo fuertemente y se alegró de verme bien, cuando me asome al aula de clases note que había muy pocos alumnos y Katrina no estaba en ningún lado.
- ¿volvió a faltar a clase? -Pero María negó con la cabeza tristemente, después de eso me tomo del brazo y me llevo corriendo al comedor.
En medio del comedor junto donde estaba la fuente y la mesa de comida había una pizarra de madera y en ella estaban diversos retratos de alumnos y un enorme letrero que anunciaba “desaparecidos” había muchos, la mayoría pertenecían a estudiantes malem y entre ellos pode ver a Katrina, mi corazón se contrajo, era lo que más temía desde que ella comenzó a ausentarse y deambular por el bosque, no pude contener las lágrimas, María me abrazo sin decir ninguna palabra. Después hizo que levantara mi rostro y limpio mis lágrimas con su manga.
- Veras como pronto se solucionara, por ahora hay que ser fuertes –
- Señorita Hana – escuche detrás mío, era Tanisha quien venía acompañada de dos guardias– la he estado buscando, se ocupa su presencia en la sala de conferencias, los reyes ya se encuentran presentes.
- Entiendo – conteste afligida, luego María me tomo de la mano.
- Hana, siempre voy a estar cuidando y velando por ti, se valiente ¿de acuerdo? – me sonrió para soltarme, me despedí de ella y me marche junto a Tanisha
La sala de conferencias no dejaba de ser impresionante, pero era poco lo que podía admirar mientras lo que los demás admiraban era a mí. Aideen, Fred y Alek ya se encontraban presentes y estaban sentados en unas sillas plateadas en la gran mesa y justo en medio estaba un asiento vacío, donde Tanisha me pidió que me sentara. Los reyes me miraban seriamente mientras tomaba asiento.
- ¿Ella tiene que estar aquí? – dijo el rey del rayo Gregorio con desprecio.
- Es una testigo, además es más adecuado tenerla cerca que fuera donde pueda esparcir rumores – dijo la reina del hielo Natasha
- Eso ha sido un comentario inadecuado – dijo la reina Ai del aire
- Bien, comencemos de una vez, - dijo el rey Elroy de luz– hemos decidido no guardar secretos ante ustedes y pedimos lo mismo, no queremos que omitan ningún detalle importante y contesten nuestras dudas adecuadamente si es posible- todos asentimos.
Por turnos cada uno de nosotros conto nuestra versión de lo que había sucedido desde el descubrimiento de la entrada subterránea hasta los ataques en el bosque. Aideen fue la primera en hablar, pensaba que debió ser duro no poder omitir lo pasado con su prima pero parecía haberse controlado, después Alek conto su lado de la historia mencionando a los jóvenes que los atacaron y perecieron en batalla, el siguiente fue Fred quien relato su versión y nuestros encuentro con la extraña chica, el parecía un poco más nervioso de lo normal al llegar a la parte de Brighit y no dejaba de ver a Aideen de reojo como si estuviera cuidado su selección de palabras.
- Hana podrías contar ahora tu lado de la historia desde el principio – pidió el rey Elroy
Hable fluidamente desde el momento en que Alek y yo nos quedamos solos mientras Aideen y Fred investigaban el túnel hasta que me quede sola bajo el árbol, después de eso recordar fue difícil.
- Entonces el pájaro rojo me guio hasta un claro y entonces… -
Todos se quedaron observándome y me preguntaban qué había pasado después pero no podía recordarlo, tome mi cabeza con ambas manos he intente forzosamente recordar algo. Pero mis recuerdos volvían a hacerse claros después de encontrarme con las luces y de ahí en adelante todo parecía surgir debidamente en mis recuerdos sin ningún titubeo.
- No lo recuerdo – conteste
- ¿Qué quieres decir con que no lo recuerdas?- dijo el rey Gregorio
- Hana, has un esfuerzo – pidió Aideen
- ¡Lo estoy intentando! pero no recuerdo que paso después, seguí el pájaro y después…- forzaba mi memoria -
- Ahora que lo pienso Hana, dijiste que viste algo, pero al final nunca terminaste de decirlo ¿no recuerdas que viste? – comento Fred
- No, lo siento -
Algunos reyes se pusieron furiosos y comenzaron a gritarme, creían que debían sacarme, he incluso pensaron que era un espía o que podía estar ocultando algo importante. Finalmente el rey Elroy los calmo y me pidió que continuara con lo que podía recordar, conté todo lo sucedido después sin interrupciones. Los reyes se miraban entre si y parecían pensativos.
- No podemos confiar en ella- dijo la reina Natasha