CAPITULO 38: Reino del agua

Capítulo 38: reino del agua

“me he encontrado con tu hermano” era lo único que el pergamino decía, lo había mandado junto con un ave mensajera, se supondría que yo sería el único en recibirla pero Tsubasa compartió el contenido con todos los presentes en la sala de conferencias, los reyes del agua rápidamente mostraron su descontento y su deseo de partir a su reino; pero les fue imposible por causas reales, debido a la magnitud del asunto y consejo del rey Elroy los reyes del agua nos prestaron su transporte, un barco que podía viajar de un lado a otro sobre el mar en la menor cantidad de tiempo posible, este nos acercaría al reino del agua.

Aideen, Fred, Hana y Tsubasa ya se encontraban dentro del barco, la madre de Aideen la había sermoneado sobre lo que pasaría después de que su viaje terminara y la madre de Fred dio un largo discurso sobre la seguridad y el por qué debería quedarse,  pero no le hizo cambiar de opinión, por otro lado mi hermana por primera vez se acercó a mí y me pidió (no de forma muy amable) que trajera a nuestro hermano de vuelta. Aunque para muchos esto no significaba nada, para mí era una clara muestra de que confiaba en mí.

Al momento de zarpar vimos como rápidamente el muelle se hacía cada vez más pequeño, en el barco había por lo menos veinte bilias del reino del agua que ayudaban a mantener el barco en condiciones favorables y a impulsarlo con sus habilidades de agua. El viaje no duro mucho tiempo y llegamos a las costas cercanas al reino de agua.

- De aquí en adelante yo puedo guiarlos – dijo Tsubasa, los tripulantes se miraron, hicieron sus respectivas reverencias y volvieron para estar disponibles a los reyes de agua.

- ¿Estás seguro de que sabes por dónde? – le pregunto Aideen

- He acompañado a Aqua en más de una ocasión, no tienen de que preocuparse –

Una vez pasadas las costas seguimos caminando hasta encontrar un camino, lo recorrimos durante un tiempo para después encontrarnos con unas ruinas que según Fred estaban hechas de mármol y piedra caliza, todas las estructuras estaban cubiertas de plantas y algunas con musgo y fango.

- Antes el reino de agua se encontraba aquí pero fue cambiado de lugar por mayor seguridad  –

- ¿Hace cuánto fue eso?-

- Fue hace bastante, no podría darte una cifra exacta pero podrás notar por la estructura del nuevo reino el tiempo en que esto sucedió –

Eso nos dejó un poco confundidos, aun así continuamos. Pasamos varios ríos, lagos y algunos que otros puentes hasta que finalmente llegamos a una cueva. Dentro de ella había un gran lago y al borde un estrecho camino que debimos cruzar. Una vez pasada la cueva y cubriendo nuestros ojos del sol pudimos ver el reino de agua, una enorme estructura blanca se alzaba en medio del mar, en lo más alto y justo en el centro se encontraba el castillo, a su alrededor en niveles más bajos y separados habían estructuras que a pesar de estar en medio del mar podías notar  árboles y otros tipos de plantas, a su alrededor en los límites de todo el lugar había puentes que funcionaban como cascadas y hacían fluir el agua y al lado de cada una de ellas se encontraban torres vigía, a lo lejos pude divisar que cada uno de los niveles tenían una plataforma y estaban separados no solo por agua si no también un leve muro que rodeaba cada uno de ellos.

- Increíble – dijo Fred asombrado

- Todo es magnífico ¿cómo es que llegaremos hasta ahí?, está en medio del mar y no hay ningún barco – mencione

Dicho esto un guardia del reino de agua apareció, alto, fornido, ojos del mismo color que el mar y su cabello era sumamente ondulado. Vestía un manto de color café (fue por ello que apenas y pudimos percatarnos de su presencia), Tsubasa se presentó y mostro la medalla con el emblema (la suya estaba completa no le hacía falta ni un solo circulo de color), acto seguido el hombre camino hacia el mar y se sumergió, el agua comenzó a moverse hasta que pudimos ver nuevamente al hombre que  se encontraba con los brazos estirados, sosteniendo las paredes de agua sobre un camino de piedras marinas brillantes.

 “síganme” dijo el hombre “manténganse juntos y no toquen nada” Temerosos nos acercamos y caminamos detrás, Tsubasa iba primero después las chicas y luego nosotros, el hombre habría el camino con sus manos mientras avanzábamos y detrás de mí el agua volvía a juntarse para desaparecer el camino, a los lados podíamos ver como los peces viajaban, algunas algas y otras especies marinas se encontraban ahí, era algo realmente sorprenderte de ver y tuve que contenerme mucho para no tocar en algún momento la pared de agua, después de un tiempo el colorido camino se vio empinado hasta llegar  a la entrada del reino, que consistía en el primer nivel y un muro que de cerca era enorme, nos colocamos en una superficie alta y el hombre cerro el camino, pronto detrás de nosotros el mar había tomado nuevamente su estado y no pareciera que debajo existiera el sendero de piedra. La entrada era blanca debido a que todo estaba construido principalmente con mármol. Había dos grandes pilares que adornaban la puerta y sobre ella el puesto de vigilante.

- ¡Erasmus, abre la perta! – grito el hombre y desde la altura se asomó otro, este no era tan fornido y utilizaba una túnica verdosa con un yelmo dorado y armadura.

- ¡Llegaron los reyes! ¡¿Sueno la caracola?!

- No, son visitas de la princesa