Capítulo 44: traición
Mi seguridad se fue por el desagüe, no sabía si podía contener la ira de Aideen, Aunque al principio no parecía un problema después de un rato ella estallo de un modo literal, capa tras capa de hielo se fueron desmoronando, tuve que utilizar todo de mi para mantener la última en pie y soportar el fuego que ella emanaba; finalmente termino, había humo por todos lados de lo que había sido hielo, el suelo estaba negro y ella estaba en medio llorando inconsolablemente.
Llegue hasta ella e inclusive yo me sentí afectado por su llanto e Intentaba contener las lágrimas, no podía evitarlo, mi mente solo decía “detente, no la toques”, Pero mi cuerpo se movía por sí solo. La abrace fuertemente ¿Por qué me sentía de este modo? Lo que sentía no era lastima, pero de algún modo quería consolarla, ella se aferró a mí con todas sus fuerzas y no paraba de llorar, era hiriente, desgarrador, como tener a una pequeña niña entre mis brazos. Lloro hasta quedar dormida, el sol ya había salido y no tenía ni idea de cómo podría explicar esta situación a los demás. Cuando llegue con ella en brazos Hana soltó unas tazas que se rompieron con el impacto, a Sven no pareció importarle y Tsubasa comprendía la situación, para mi suerte Fred seguía dormido en su habitación.
Una vez que Aideen y Fred se levantaron, pedimos algunos caballos y seguimos nuestro camino, Tsubasa había estado preguntando sobre el paradero de mi hermano y si lo había logrado ver en el pueblo, solo una persona creyó ver algo por el camino hacia el reino de hielo, no era seguro pero era lo único que teníamos.
Nos dividimos en tres caballos, Aideen y Fred, Tsubasa con Hana y yo con Sven, gracias a ellos llegamos al borde en menos tiempo de lo esperado, este era del lado sur por lo tanto había dos elecciones a tomar, el camino cortó que era por lo que restaba del reino de hielo, lo cual insistía en un extenso campo blanco y agua congelada hasta el castillo o seguir el camino largo y rodear el borde donde era más probable encontrar donde descansar, comida y los caballos pudieran resistir. Estábamos por decidirnos el rodear cuando una nota llego a nosotros, un ave azul nos la trajo no decía de donde venía pero llego directo a los brazos de Tsubasa.
El reino de hielo corre peligro
Fue lo suficiente para tomar otras medidas y volver a dividirnos. Fred seguía lastimado y Sven no podía separarse de Tsubasa, decidimos que Hana, Aideen y yo iríamos por el camino corto, cruzando por el reino de hielo. Sin embargo Hana decidió que lo mejor sería quedarse junto a Fred y Tsubasa por si algo sucedía en el camino. Al final Aideen y yo tomamos el camino corto atravesado el reino de hielo, pero debimos hacerlo sin el caballo ya que difícilmente podría soportar las temperaturas dentro del lugar.
Mientras Aideen y yo recorríamos el lugar nos topamos con unos iglúes en medio de la nada, desde mi última visita había entendido que nadie vivía a las afueras, era muy extraño ver hogares y sobre todo tantos, habían alrededor de doce iglúes distintos. Nos acercamos más y miramos a varias personas del reino, cuando nos vieron se quedaron impresionados. Un hombre grande se alzó entre los demás.
- Príncipe Alek ¿qué hace aquí?
- Eso podría preguntarles a ustedes, los límites del reino no son un buen lugar para vivir ¿porque están aquí? - Algunos se voltearon nerviosos.
El hombre que se presentó como Boris Zolnerowich, nos pidió entráramos a una de los iglúes, yo me quede de pie mientras Aideen tomaba asiento, mire que ella comenzó a soplar sus manos para calentarse y sin preguntarle si lo quería le lance la capucha que tenía puesta, ella no dijo nada y se tapó con ella.
- Como sabe príncipe Alek, nosotros no le somos muy devotos, por lo sucedido con el príncipe Luka, pero ahora le ruego que nos perdone y nos propicie su ayuda.
- Eso es nuevo ¿qué es lo que ha pasado?
- La reina Natasha me informó a mí, que soy un influyente en el pueblo y algunos otros que el príncipe Luka había sido visto en perfecto estado. Estábamos llenos de regocijo. Pero… las cosas después se tornaron complicadas.
- ¿De qué modo?
- Como sabe la reina tiene a Dimitri como su prometido, nadie sabía mucho de él y era extraño que de pronto se apareciera como concejero justo después del fallecimiento de sus padres y como un candidato potencial a rey. Después de la noticia que la reina nos dio sobre el príncipe luka no la volvimos a ver y quien atendía todos los asuntos reales era Dimitri bajo el nombre de la reina.- Eso no tenía sentido, mi hermana no era del tipo de chicas que dejaran a los demás hacer su trabajo.
- Pero la razón principal por la cual decidimos marcharnos es el hecho de que Dimitri utiliza su poder para obligarnos a trabajar el doble y torturaba a quienes se oponían. Por eso príncipe ahora que está aquí, pido su perdón y que esté dispuesto a ayudarnos para recuperar el reino.
- ¿No tienen miedo de mí? De que quiera apoderarme yo del trono, ¿qué tan desesperados están como para pedirme perdón y ayuda?
- ¡Alek! ¿Pero qué es lo que dices?-
- Aideen tu mejor que nadie debes entenderlo, el cómo me trataron todos estos años, he estado lejos por culpa de su odio… - Boris bajo la mirada.- pero aun así, no dejare que el reino sea consuma en todo este lio, además he odiado a Dimitri desde el momento en que conocí, no estaría mal darle una lección o dos. Boris, préstame un trineo y tus mejores lobos ¡Iremos a recuperar el reino!