Arduo

Capítulo 20

Milos se despertó, era una habitación blanca, estaba recostado en el suelo, se levantó dándose cuenta de que solo tenía una toga de la cintura hacia abajo, en sus músculos se veían todas las cicatrices que las agujas de nopal dejaron, estaba por caminar cuando las luces se apagaron, al volverse a encender, Milos se encontraba rodeado de muchas personas con diferentes atuendos de diferentes épocas.

-¿Qué hace el aquí?- pregunto un hombre vestido como soviético de la segunda guerra mundial

-Él llegó aquí, nadie lo trajo- contesto una mujer

-Haber… Milos, ¿Ese es tu nombre?- pregunto un hombre vestido como mafioso de los años noventa

-Sí, es mi nombre-

-Bien Milos- dijo el mafioso- ¿Qué hace un impuro como tú aquí?-

-No lo sé, antes, ¿También era aquí?-

-Sí, fue aquí- contesto una mujer saliendo del tumulto de personas

-No has contestado Milos- insistió el mafioso

-No lo sé, ¿Qué es este lugar para empezar?, ¿El cielo?-

-No, no es el cielo, aún estás vivo- dijo la mujer

-¿Aun?-

-Sí, estás vivo y más te vale que despiertes pronto- dijo la mujer mientras se acercaba a Milos

-Se supone que este espacio en el universo es solo para los de nuestra clase, ¿Qué hace un impuro aquí?- pregunto una mujer vestida militarmente

-Sí, ningún impuro puede entra aquí- dijo la mujer mientras miraba a Milos- y no en teoría, realmente no pueden entrar aquí, la sangre que cada uno de nosotros porta es muy especial-

-La doctora Dilara dijo algo de que algunos de mis glóbulos son diferentes-

-Claro que lo son- dijo la mujer- tiene mis células por su madre-

-¡¿Qué?!- se sorprendieron todos en la sala

-Sí, su madre recibió mi corazón, no tuve hijos y quería que alguien tuviera algo de mí, su madre, como ustedes ya sospechan, era mi amada, por ello es que le done mi corazón cuando lo necesitara, además que también le done algunos litros de sangre, historia muy larga-

-No, espera, ellos están muertos y… ¿Cómo que mi madre tenía problemas desde antes de mí?-

-Sí, ella tenía problemas de corazón, éramos amigas de la universidad, problemas de anemia y se desangraba por la nariz constantemente, recibía muchos trasplantes míos, parece que ella nunca tuvo la necesidad de usar ese don-

-¿Don?-

-Si niño- dijo el mafioso- el don que nosotros tenemos, es por ello que estás aquí, te pondremos a prueba para que te otorguemos o no el don-

-¿Qué tengo que hacer?-

-Hacer algo bueno, rescatar personas o tomar venganza-

-¿Solo eso?-

-Si- dijo el soviético- solo eso, este don es muy complicado de controlar, debes de tener cuidado-

-¿Cómo lo activo?-

-Ya lo sabrás- dijo la mujer y se desapareció

Milos volvió a despertar, estaba en un camión encadenado de pies y manos, miro a sus lados y sus compañeras también estaban encadenadas, el camión paro, Milos cerro los ojos para simular que aún dormía, sintió como alguien lo cargo y lo tiro en lo que aprecia ser arena, no escucho algo más, parecía ser él el único en la arena.
Milos abrió los ojos, todo estaba oscuro, forzó sus manos y rompió las cadenas, las luces se encendieron, parecía un coliseo, en las alturas, estaba todo el pelotón que él comandaba en los asientos de los espectadores, todos encadenados.

-¿Qué demonios pasa?-

-Sargento Mayor Milos- dijo una voz desde el altavoz- veo que has despertado, es momento de que pelees-

-¿Pelear?-

-Es como nos divertimos aquí Sargento, su mejor hombre contra nuestro mejor hombre, y usted sargento, es el mejor de sus hombres, despertaremos a los suyos para que puedan apreciar la muerte de su sargento-

-Valla mierda- dijo Milos y una descarga eléctrica despertó a todos los espectadores

Los espectadores se comenzaron a conmocionar, las compañeras de Milos tenían un rostro de preocupación, todos los soldados estaban mirando con cierta curiosidad, pero también preocupación, inclusive, a los estrategas se les notaba la preocupación en su mirar, Milos dedujo que ellos tenían nada que ver en ese coliseo.

-¡Qué comience la pelea!-

Una reja se abrió, entre la sombra emergió un hombre de casi dos metros y medio de alto y una gran musculatura, Milos no tenía temor, pero el mirar a alguien hacia arriba imponía cierto respeto.

-A pelear-

Milos no tenía la más mínima idea de lo que pasaba, el gigante corrió para golpearlo más Milos comenzó a correr esquivándolo, Milos era capaz de correr por todo el día, sin embargo, parecía que eso no le gustaría a quien sea que miraba.

-Queremos que esto sea rápido, por minuto te costara la vida de tres de tus hombres, usted decide Sargento Mayor-

Milos dejo de correr, miro al gigante y esquivo un golpe, Milos intento regresar el golpe, pero no le hizo algo a aquel gigante, este, tomo a Milos y lo comenzó a azotar en un muro.

-Oh mierda… vamos maldito don… actívate…- decía Milos mientras era azotado

-Primer minuto sargento-

Se escucharon tres disparos, Milos vio como tres cadáveres cayeron a la arena, y estuvo a su lado cuando el gigante lo lanzo a estos, Milos miro uno de los cadáveres, la mirada fría sin vida de aquella chica con la cual converso antes, la que vigilaría los cadáveres de los quince hombres que murieron en la frontera española, las manos encadenadas, la arena mojándose con la sangre y las lágrimas, ese rostro que solo expresaba “no estoy lista para irme”, todo eso causo en Milos un sentimiento de impotencia, él no pudo hacer algo para salvarla.

-Tic Tac sargento-

Milos tenía odio en su mirar, el mismo sentimiento que emano de Rose cuando esta vio morir a su madre ahora era presente en Milos, solo que los de Rose eran como un suspiro a lado del gran tornado que Milos sentía en su interior.
Milos se levantó del suelo, tenía los brazos envueltos en un fuego azul, el gigante corrió hacia él y lo comenzó a golpear, Milos levanto la mirada, era su turno, dio un salto y comenzó a golpear el rostro del gigante, este cayo al décimo, Milos lo siguió golpeando en el suelo, lo tomo de los pies y comenzó a dar giros, lo soltó y la fuerza centrípeta hizo volar al gigante hasta el muro en el cual quedo con los huesos rotos y humedeciendo la arena con su sangre, Milos corrió con fuerza a un Muro y apenas chocar, lo tiro.



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En el texto hay: futuro, guerra, bélico

Editado: 16.11.2021

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