Arduo

Capitulo 31: ¿El final?

Al Anbar fue un estado relativamente fácil, sin todo el armamento dado por las mujeres sirias, hubiese sido más complicado, ahora las tres fracciones del pelotón se dirigían hacia Samarra.

-Alto- dijo Carrie

Todos se detuvieron.

-Francotiradores en la gran mezquina-

-¿No se supone que esta ciudad estaba siendo protegido por la Unesco?- pregunto Lucas

-La Onu, la Unesco, todas esas organizaciones fueron erradicadas a medida que avanzábamos por Europa, y la de Estados Unidos fue tomada por rebeldes, y al cede oficial en suiza fue destruida por un bombardeo, no queda organización de las naciones unidas- dijo Milos mientras cargaba el lanzamisiles grad

-Wow, wow, wow, ¿Que va a hacer con ese grad?- pregunto Zinvori

-Cargarlo, no lo usaré con ese monumento, a menos que no haya de otra-

-Yo me ocuparé de los francotiradores- dijo Carrie y se cubrió detrás de un tanque

-Yo te ayudaré- dijo Lucas y también se cubrió

-Señor, ¿Tiene más de esos?- pregunto Rima

-Si lo tengo, así como también un buen presentimiento sobre ustedes- dijo y saco un rifle francotirador de la cajuela y se lo dio a Rima

Resultado, todos los francotiradores de la torre fueron neutralizados, consecuencia, los rusos se acercaban por el frente.

-Solados, buenas noticias, no tendremos que pelear- dijo Milos por la radio y disparo el lanzamisiles

Los misiles corrieron por el aire estrellándose en la arena generando una explosión de por lo menos cinco metros de diámetro, la sedienta arena bebió totalmente la sangre de los soldados que perecían ante lo inevitable, Carrie era la francotiradora que más resaltaba, Rima fallaba algunos tiros y Lucas se tomaba su tiempo para no fallar los tiros, solo unos minutos de disparos y la ciudad era suya, el avión que regresaría a casa a Milos y sus compañeras llegaría en solo unas horas.

-Estoy nerviosa- dijo Zinvori- ahora más-

-Será mejor que te relajes- dijo Aradia- cosas malas pasan cuando una persona está muy nerviosa-

-¿Me pregunto qué trabajo me dará el señor de la Fuente?- pregunto Regan

-Seré libre por primera vez en mi vida, estoy emocionada- dijo Samara y se recostó en el hombro de Regan

-¿Habrá espacio para las dos en alguna organización de asesinos?- pregunto Carrie

-Espero que sí, o podemos crear una- dijo Zalir

-Mi padre las puede contratar a todas- dijo Rima- incluso a usted coronel-

-Bueno, a menos que me contraten para ir a China, de otra manera, no quiero el trabajo-

-¿Por qué esas ansias de morir coronel?- pregunto la E. Eva

-Por qué no tengo una razón para vivir-

-¿Por qué?- pregunto el E. Faraday

-Mi hija murió por leucemia, mi esposa se suicidó, mis padres murieron hace años, y no me he dedicado a otra cosa que matar enemigos del estado, ¿Cuál es la motivación?-

-¿Todas las historias son así de tristes?, ¿Por qué tan callado Sargento Marco?- pregunto Milos

-Yo no regresaré a casa, aun, y eso en cierta manera me pone un poco feliz-

-Tampoco regresaré yo, y créame que eso no me agrada- dijo Lucas

-Parece que tenemos a otro suicida- dijo Regan

-No es eso, no soy algún tipo de suicida, solo que pensar que llegue como un pobre individuo que solo era bueno en las computadoras y que ahora soy un hombre que rescato a muchas niñas de manos de los rusos, salve a mi pelotón en Turquía y supe manejar un pelotón, me hace feliz-

-Ya lo superarás- dijo Milos

Las horas no fueron muy interesantes, los soldados llenando cargadores, limpiando los tanques y sus armas, otros duchándose, otros dándole mantenimiento a los tanques, Milos y el grupo platicaban de las diversas batallas, batallas cuáles es imposible describir en un folio y como en los libros de matemáticas, dejo como ejercicio para el lector, ejercicio imaginativo claro está.
Siguieron platicando por un tiempo hasta que llego un avión, avión del cual bajo el general Castillo junto al sargento Trujillo acompañando a otro hombre que estaba encadenado y se podían ver sus ojos rojos.

-Sargento mayor Milos, aborde el avión junto a sus compañeras, son libres- dijo el general Castillo

-No, espere- dijo el sargento Trujillo- que él lo libere-

-¿Quién es él?- pregunto Milos poniéndose de pie

-Básicamente su remplazo- dijo el general Castillo- ya suba al avión, cuando llego parecía tener prisa-

Las compañeras de Milos se levantaron y corrieron para subirse al avión si siquiera mirar a aquel hombre, Milos tomo la llave y quito las esposas, estas cayeron al suelo con una fuerza similar a la que cae un meteorito.

-Mierda- dijo Milos y comenzó a ser golpeado por aquel hombre

Milos se defendió también iniciando una lucha la cual solo se podía asemejar a la lucha entre dos grandes dioses, dioses al mismo nivel de poder, Milos atacaba con golpes altos, el hombre con golpes bajos, esquivaban, rodaban, chocaban los puños con una fuerza increíble, todos los soldados ya habían hecho un círculo alrededor de ellos, las compañeras de Milos ya se habían abrochado los cinturones y no estaban ni enteradas que fuera se libraba una pelea.

-¿Por qué tardan tanto?- pregunto Regan

-No lo sé, me iré a asomar- dijo Aradia y estaba por levantarse cuando Samara la detuvo

-Yo iré- dijo Samara y desabrocho el cinturón para poder levantarse

-Yo te acompañaré- dijo Regan y se levantó para seguir a Samara

Samara y Regan salieron del avión, apenas asomarse y ver el gran círculo, supieron que era Milos en el medio de una pelea, Samara y Regan se abrieron paso entre los soldados para llegar al centro del círculo, al mirar a Milos peleando con aquel hombre, no podían creer quien era, los querían detener, pero si se ponían a mitad de la pelea, saldrían lastimadas.

-¿Qué podemos hacer?- pregunto Samara



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En el texto hay: futuro, guerra, bélico

Editado: 16.11.2021

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