Arduo

Capítulo 37

Avanzar por Paktia y Jost fue rápido y sencillo, no había soldados, algo preocupante.

-Marco, necesito que consigas una computadora, o siendo más ambiguo, necesito saber por qué no hay resistencia- dijo Milos a la radio mientras atravesaba la frontera paquistana

-Thai, se supone que más tropas provenientes de India se unirían- dijo Milos mientras miraba el desolado paisaje- tengo un mal presentimiento sobre esto-

-¡Chinos!- grito Seiji a la radio

El grito de Seiji rompió el silencio y las balas detonando se encargaron que el silencio no fuera restaurado.

-¿Cómo te diste cuenta?- preguntó el coronel a la radio mientras disparaba

-Uno se metió a mi carro blindado cuando Rima salió a orinar- contestó Seiji mientras acuchillaba soldados chinos

-Son muy resistentes- dijo el sargento Marco a la radio- al carajo, sujétense todas-

La formación que llevaban los diez vehículos terrestres se rompió para convertirse en una competencia de ver quien atropellaba más chinos.

-Recuerden, no tenemos balas infinitas mejor atropéllenlos- dijo Seiji mientras subía a su vehículo blindado

Seiji arranco su vehículo blindado y mientras sus compañeras al lado de Lucas y Rima disparaban desde los pequeños orificios en el vehículo él aplastaba soldados chinos con el vehículo.

-Esto es genial- dijo Seiji mientras pisaba el acelerador

-Todos aléjense del edificio blanco- dijo el coronel a la radio

-Muchos edificios son blancos- contestó el E. Faraday

-Correcto- dijo el coronel

Los misiles comenzaron a impactar los edificios causando que todo el pueblo se volviera escombros, los cuerpos de los soldados chinos estaban adornando los escombros de una manera tétrica.

-¿Qué vez Carrie?- preguntó Milos mientras seguía avanzando

-Nada, no hay más soldados chinos-contestó Carrie

-Bien, todos alto, pueden descansar- dijo Milos a la radio

Samara abrió la puerta blindada y fue la primera en bajar, apenas piso el piso y una bala le rozo la mejilla.

-¡Francotirador!- grito Regan y bajo del vehículo con su rifle

Como si del regreso de un dios se tratase, los soldados chinos salieron de los escombros disparando a las soldados que salían de los vehículos, sin embargo, el equipamiento que las soldados tenían encima era suficiente para que las balas no les hicieran daño lo cual les beneficio para tomar sus armas y comenzar a disparar.

-Esto fue una emboscada- dijo Seiji mientras recargaba su rifle

-Carrie, los francotiradores- dijo Milos mientras disparaba a los soldados

-No los veo, como a las boinas rojas- contestó Carrie

-Pero estos son más fáciles de matar- dijo Zinvori mientras disparaba en pequeñas ráfagas

Chacnicte disparaba de frente a la cabeza de los soldados chinos, Izel evitaba acercarse, Yoali disparaba en el chaleco o el casco de los soldados para que Olith los matara, Ucuí junto a Zalir disfrutaban el matarlos con las armas blancas siendo ellas las culpables que hubiera muchas extremidades y cabezas sin torso, Jun armada con dos subfusiles corría a los soldados para vaciar los cargadores en sus cabezas, Koltzin en una mano un machete y en la otra su rifle, atacando de frente y a la distancia, Albedh adoraba el activar minas y lanzarlas como si fueran discos haciendo que los chinos las pisaran y volaran en pedazos, Aradia lanzaba las granadas incendiarias cuales migajas de pan a los soldados que ella veía como palomas hambrientas, Zinvori botó su rifle y tomaba el de los chinos para matarlos, Regan junto a Samara eran una pareja de asesinas, no al nivel de Ucuí y Zalir ya que Regan y Samara solo se preocupaban por matar a los soldados, no descuartizarlos, Carrie en su cubierta buscando a los francotiradores que disparaban a las soldados, Kayako junto a Lía acompañando a Seiji, las tres juntas eran imparables, en una formación de triangulo disparaban en trescientos sesenta grados, el coronel pasaba más tiempo recibiendo balas por la Dra. Suki y salvándola de soldados chinos que estaban peligrosamente cerca, el sargento Marco junto a Milos y las estrategas protegían a las soldados que apenas disparaban, la zona se llenó de cientos o tal vez miles de cadáveres de soldados chinos, Carrie y Rima fueron por los francotiradores que parecían ya no tener balas ya que dejaron de disparar capturándolos y llevándolos ante Milos el cual estaba enojado.

-Sé que apenas tuvieron tiempo de entrenar- decía Milos a las soldados- estuvimos casi una hora detonando balas y matando a los soldados chinos, tú, ¿A cuántos mataste?-

-A uno- dijo la soldado con cierto orgullo

-¡¿Pueden contar los cadáveres?!- preguntó Milos mientras señalaba todas las pilas de tierra que los demás dejaron al enterrar los cadáveres

-Creo que no señor-

-¡Entonces, alguien dígame, ¿Por qué ella solo mato a un soldado?!-

Todas se miraron como si estuvieran frente a un jurado y todas tuviesen que declarar algún tipo de verdad incómoda que pondría en peligro la reputación del país.

-Nosotras no recibimos entrenamiento- dijo una soldado mientras apretaba su pantalón

-Es verdad, la mitad éramos lavanderas- dijo otra soldado

-Yo pertenecía a la unidad médica- dijo otra soldado

-Yo era una cocinera- dijo otra soldado

-¿Alguien me podría decir que hacen aquí?-

-Yo señor- dijo la soldado que hablo primero

-Escucho-

-Había muy pocos soldados, más bien solo quince, fueron los que recuerdo, quince soldados hombres de los cuales siete estaban heridos de gravedad, el teniente coronel que era el que nos daba las indicaciones recibió una indicación, usar a todas las personas que tuviera a su disposición para seguir avanzando, todas nosotras, los soldados que había murieron a manos de los humanoides y aprendimos a disparar viendo a los soldados hacerlo-

Milos pensó un poco la situación, soldados que no eran soldados, a Estados Unidos se le acabaron los hombres y mandaban soldados que no eran soldados, la guerra apenas empezaba.



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En el texto hay: futuro, guerra, bélico

Editado: 16.11.2021

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