Arduo

Capítulo 40

-Ya hemos terminado-

-Gracias- agradeció Milos con una voz recuperada

Milos abrió los ojos, miro a sus lados, todas sus compañeras y las soldados cansadas durmiendo en el pavimento, el E. Faraday haciendo guardia junto al coronel, Lucas y el sargento Marco, Seiji en el pavimento con la Dra. Suki durmiendo a su lado, Milos se levantó y un dolor punzante le hizo estar alerta, miro sus laterales, tenía puntos del lado izquierdo y una tira de cinta quirúrgica.

-Sargento, ¿Podría venir a ayudarme?- preguntó Milos al sargento Marco

El sargento Marco corrió a ayudar a Milos a ponerse de pie.

-Sargento, hay muchas cosas que decirle-

-Sí, ¿Por qué tengo puntos?-

-Un virus que se transmite por mosquito, dos murieron, las demás estuvieron a poco de morir, Seiji encontró la cura, cura que posiblemente ninguna organización apruebe, todos tenemos puntadas- contó el sargento Marco y levantó su playera mostrando las puntadas

El E. Faraday, Lucas y el coronel también mostraron sus puntadas a Milos.

-¿Y Seiji?-

-Está cansado- contestó el coronel- en dos horas consumió cinco libros en japonés y hayo la cura-

-¿Por qué tan poco tiempo?-

-El virus mataba en cuestión de horas, la primera contagiada murió en una hora, al menos eso fue lo que nos dijo la doctora Suki- conto Lucas

-Seiji se inyecto la sangre de la soldado muerta y eso lo motivo a encontrar la cura más rápido, supero la muerte, fue casi un milagro, un doble milagro- conto el E. Faraday

-En resumen, ¿Todos le debemos la vida?- preguntó Seiji

-Los que íbamos en su avión a él y a usted- dijo el coronel

-No, no me deben nada, fue Seiji el que hizo el aterrizaje, además que donde el aterrizo tenía menos longitud, eso sin decir que no tenía tren de aterrizaje y tampoco las turbinas, todo el mérito es de él, ahora cambiando drásticamente de tema, ¿Cuáles son las noticias?-

-Intercepte una línea de comunicación rusa- dijo el sargento marco y saco la laptop- solo que nadie sabe ruso además de usted-

La red comenzó a sonar, Milos comenzó con una cara tranquila que poco a poco comenzó a transformarse en una menos agradable.

-Estados Unidos ha explotado la mitad de sus misiles sin ser lanzados la otra mitad van a Rusia- dijo Milos- Japón es un peligro biológico, lo bombardearan con misiles incendiarios para que México no se ocupe del virus a su favor-

-¿México está en peligro?- preguntó el coronel

-Eso parece- dijo Milos y trago saliva

-¿Que podemos hacer?-

-Lo mismo que hizo Estados Unidos, explotaremos los misiles sin lanzar, todos, en Rusia-

-Buscare un aeropuerto con un avión que nos lleve- dijo el sargento Marco

-Olvídalo, lo haremos por vía remota-

-Espere, no puedo hackear la base central militar de Rusia, además puede que necesite códigos nucleares o algo similar para activar todo-

-El ataque es en quince horas, a México, en quince horas los códigos serán introducidos, solo necesitamos dar la orden de explotar los misiles antes de despegar-

-¿En quince horas tengo que tener listo un virus que infecte tal vez la computadora militar más protegida en el mundo?-

-Tendremos, despertemos a Seiji-

El coronel despertó a la Dra. Suki y le dio la orden de despertar a Seiji, esta inyecto adrenalina en Seiji haciendo que se despertara.

-Sabes, estaba teniendo un sueño hermo… ¿No hay buenas noticias?-

-Tenemos que hacer un virus que entre en la computadora más protegida en el mundo- dijo el sargento Marco

-Pudiste hacer una cura en dos horas, ahora necesitamos un virus en quince- dijo Milos

-¿Por qué intuiste que les podría ayudar?- preguntó Seiji mientras se ponía de pie

-Por qué aprendiste japonés leyendo libros de cirugía y diste con un centro de prostitución irrastreable, por eso- contestó Milos

Seiji se quedó pensando un rato, levantó su playera y toco suavemente sus puntadas.

-Está bien, lo hare, hagamos un virus que infecte a la madre Rusia-

-Excelente, coronel, Faraday, Lucas, necesito que recorran todo Japón y vallan a las tiendas de mangas, empaquen todos los libros que puedan- ordenó Milos

-¿Le gusta leer los comics japoneses?- preguntó el E. Faraday

-A mí no, pero si regresamos a México conozco a alguien que le encantaran, ahora, manos a la obra-

Las soldados durmieron por dos horas más y después las despertaron, en esas dos horas los seis asaltaron las tiendas de eléctricos para hacer un servidor improvisado con distintas computadoras, el servidor serviría para el gran código que comprendería el virus.

-Señor, estamos listas- dijo una soldado mientras equipaba su rifle

-Correcto, ¿Quiénes saben manejar?- preguntó el coronel

Varias soldados levantaron la mano al igual que el E. Faraday y Lucas.

-En un carro caben cinco personas, en cada un irán cuatro o tres, nosotros iremos al frente-

-¿A dónde iremos?- preguntó una soldado

-A salvar literatura japonesa- dijo el coronel

Si soy sincero, es aburrido para mi escribir como tres hombres escriben líneas de código en una terminal y arreglan los errores que cada línea contenía y el cómo arreglar un error traía otro error y así sucesivamente por quince horas seguidas, y créeme que leer eso también te será aburrido querido lector, creo que será más interesante narrar como las soldados entraban a cada librería y llenaban los carros con libros.

-¿De verdad mangas?- preguntó Samara mientras metía libros en el carro

-Todos los dibujos son muy lindos- señalo Regan mientras ojeaba un libro

-Hace que me enamore de las chicas- dijo Zinvori

-¿Debería sentir celos de un dibujo?- preguntó Aradia mientras cargaba algunas torres de libros

-Se te abrirán las puntadas- dijo Carrie mientras ayudaba a Aradia



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En el texto hay: futuro, guerra, bélico

Editado: 16.11.2021

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