Capitulo 07. Kate Blackstone.

Cuando era pequeña cometía muchos errores, no era hiperactiva sino que era mas bien torpe, tropezaba muy seguido o olvidada muchas cosas, e incluso era despistada. Cuando metía la pata o ocasionaba algún desastre no era a propósito. Siempre me ponía a llorar y mi padre como algún tipo de consuelo siempre decía, "no te preocupes mucho por el pasado, preocúpate mas por el presente y jamas olvides tus errores", en ese entonces era muy pequeña como para entender lo que significaban esas palabras y solo lo contradecía porque no lo entendía. Hasta que un día jugando en frente de la casa lace muy fuerte una pelota y rompí una vasija muy importante para mi madre, me asuste mucho y traté de ocultar la evidencia como cualquier niño haría, en ese momento mi padre me sorprendió con las manos en la masa, traté de explicarle y solo me respondió del mismo modo que siempre lo hace. Justo antes de que pudiera terminarla lo interrumpí diciendo que no entendía absolutamente nada de lo que trataba de decir, para mi sorpresa tuvo una reacción que nunca hubiera imaginado. Solo se reía a carcajadas, como si de un gran chiste se tratase, hasta lagrimas le salieron. Al final se calmo y dijo tranquilamente.

-Claro que aun no lo vas a entender. Todavía eres muy pequeña. Seria una genio si a tu edad lo comprendieras.

-¿Y por qué siempre lo dices?

Se sentó a mi lado y empezó a hablar.

-Cuando tu abuelo aun seguía con vida solo se la pasaba regañandome, haga lo que haga el solo me miraba por unos instantes y luego me castigaba. No me decía el por qué, así que tuve que darme cuenta por mi mismo, a veces ni siquiera tenia una razón. Claro, tampoco es como si mi padre estuviera con nosotros, tenía problemas con el alcohol y lo único que sabia era causar problemas, con el paso del tiempo fui tomando mas conciencia de lo que me rodeaba y cuando tuve la oportunidad escape de aquel lugar. Allá afuera mi único maestro fueron los errores.

-¿Tu maestro fueron los errores. Eso es posible?

-Si... pues recordarlos te ayudan a no volver a cometerlos. Te hacen mas fuertes y mas inteligentes.

-¡¡¡¿Enserio?!!!

-Si. Pero eso tienes que aprenderlo por ti misma mientras vas creciendo. Ven, limpiemos esto antes de que venga tu madre. De seguro nos mata a los dos.

-Jajaja esta bien.

Mi padre siempre fue amable y compasivo con cualquiera que cruzara su camino, incluso si era necesaria la violencia el nunca la hubiera usado ya que jamas era buena idea. Siempre decía que todo se puede solucionar con palabras y la mayoría de las veces lo lograba e incluso a pesar de su físico tan intimidante y postura desafiante nunca recurría a la violencia. A partir de esa conversación mi punto de vista hacia mi padre cambio radicalmente... hasta ese fatídico día donde por un simple objeto mi vida entera se vino abajo.

Cuando era pequeña vivía con mis padres y mi hermano el cual solo me superaba por cinco años. Mis padres trabajaban para una compañía de marketing y negocios muy grande donde tenían un puesto muy alto, tanto que cualquier fallo que cometieran podrían hacer que la compañía entera se viniera abajo por lo que no vivíamos nada mal. Teníamos muy buena educación e incluso eramos muy unidos como familia, mi hermano y yo no teníamos casi peleas y nuestros padres sorprendentemente tenían tiempo para nosotros. Pero...

De pronto nuestros padres dejaron de pasar tiempo con nosotros y se enfocaron mas en su trabajo, pensamos que ya momento de ponerse mas serio. O quizás ocurre algo muy importante para la empresa y por eso no nos preocupamos, igualmente nos teníamos el uno al otro. Para ese entonces yo tenía dieciséis años así que no me preocupaba quedarme sola o con mi hermano. Generalmente pasábamos día y noches jugando videojuegos, viendo películas de terror o series. A veces me ayudaba con mis tareas del hogar o del colegio y viceversa. Un día nuestro padres tuvieron que ir a un viaje de negocios y, como siempre hicieron los preparativos una semana antes del viaje, siempre han sido muy pulcros y ordenados, al llegar el día del viaje nos dijeron que tardarían alrededor de dos semanas debido a la importancia del viaje, ademas de que irán en autobús en vez del avión de la empresa, igualmente no nos preocupamos y solo afirmamos sin chistar. Al cabo de unas pocas horas, mientras mi hermano Joel y yo jugábamos con nuestra consola de videojuegos a el se le agota la batería de su mando y decide buscar en las habitaciones por un par nuevo.

-¿Revisaste en la despensa? -dije algo distraída.

-Si, Ya revise pero no hay ninguna... creo que revisare en el cuarto de mamá y papá.

-Buena suerte. En ese lugar solo hallaras polvo y puros papeles viejos. -dije con tono bromista.

-Si si, lo que tu digas. Confío en mi memoria.

Estaba en el juego así que respondí, al cabo de un rato llego mi hermano con el par nuevo de baterías.

-¡Wow! Que suerte la tuya. Pudiste encontr-

De la nada mi hermano tenía un rostro pálido de preocupación.

-¿Hey que ocurre?

-Acabo... De ver... -decía titubeando.

-¿Que fue lo que viste?

-Una... Maleta.

-¿Una maleta? -aun sin caer en cuenta.

Me tomo por el brazo hasta la habitación de nuestros padres donde se encontraba el objeto. Y ahí fue cuando caí en cuenta sobre lo que pasaba. Quizás otras personas pensarían que la reacción mía y de mi hermano era exagerada. Pero hay que tomar en cuenta que, al hacer los preparativos de una semana antes del viaje y al ser en extremos pulcros y ordenados ellos jamas dejan nada, ni el mas mínimo papel, lapicero o lápiz. Ahora compartíamos la misma reacción, no sabíamos que hacer exactamente ¿llamamos a nuestros padres? ¿No decimos nada y esperamos hasta que vuelvan? ¿O solo hacemos que no hemos visto nada? Y aunque esta ultimas parecía mas atractiva decidimos no usarla. Pasamos un buen tiempo meditando y analizando el asunto y lo que deberíamos hacer, dije que llamarlos era la mejor opción. No han pasado ni tres horas desde que se fueron y el lugar donde generalmente recogen a nuestros padres para llevarlos a la estación queda alrededor de una hora de aquí, ademas que puede ser importante aquella maleta negra con bordes dorados. Al cabo de un rato decidimos llamarlos y decirles sobre el objeto, su reacción era de esperarse y que fue mas como un grito que otra cosa, iban por algo de camino así que tratarían de volver lo mas pronto por la maleta, estaba mas que claro que era importante así que nos relajamos un rato viendo alguna película de terror, siempre las veíamos para relajarnos un rato y disfrutarlas por mas malas que algunas fueran.