El dia siguiente me levante de buen animo, no se si habrá sido porque dormí de un solo tirón
sin algún problema, por lo que me dijo Daniel o porque ayer pase un gran dia junto a él y a
Luke pero me sentía bien.
Mire el reloj y marcaban las once de la mañana, habia dormido bastante.
Después de prepararme para el dia bajé a desayunar, mientras que lo hacia me acorde del
pequeño Luke, de cuando me conto le encanta el pastel de chocolate y como también es el
mio se me ocurrio la idea de comprar una en la pasteleria que mi padre me la sabia comprar a
cada tanto. Eran unas delicias de tortas las que hacían. Apenas terminé salí en mi auto en
búsqueda de la pasteleria.
La verdad que hace tiempo que no venia y al pasar por las calles me llegaba la nostalgia
porque el pequeño centro que tenia el pueblo habia cambiado. Ahora habia mas sitios en
donde uno puede ir a entretenerse. Justo cuando pensaba que no iba a encontrar ese lugar lo
vi. Todavía seguía siendo el local mas pequeño.
Estaciono el auto al frente y bajo con una sonrisa en la cara. Realmente extrañaba estar en el
pueblo. Antes la atendían los dueños que era un matrimonio de unos cuarenta años cada uno
pero ahora no se de quien estará a cargo.Al entrar a la tienda suena la campana de arriba de la
puerta avisándole asi a algún empleado que tenia que atender. Del interior de la tienda sale
una señora de unos cincuenta años o mas.
-Buenos días a Delicious ¿en que puedo ayudarla?
-Buenos días, estoy buscando un pastel que sea de chocolate, preferentemente solo de
chocolate y sin frutas- mientras le hablaba la miraba y si mi memoria no me falla ella es la
misma señora que nos atendia a mi padre y a mi.
La mujer, que no recuerdo su nombre, me mostró uno, que tenia guardada en la otra parte de
la tienda, me dijo cómo estaba hecha pero sinceramente no le preste mucha atención porque
me habia quedado embellecida con la torta que tenia al frente mio. El chocolate era una de
mis debilidades y podía olvidarme de todo lo que tenia a mi alrededor si tenia chocolate cerca.
Después de decirme de como estaba preparada la guardó en una caja. Cuando le iba a pagar
me quedo mirando como lo habia hecho yo antes con la torta, su mirada me ponía nerviosa y
no sabia que decirle, quería mi pastel.
-¿Eres Ashley? ¿La pequeña Ash hija de Mark?
-Si, soy su hija.
-Guau pero que grande que estas, toda hecha una mujer.- no sabia que contestarle, solo me
quedó asentirle. A pesar que me acordaba de ella era mi padre quien conversaba con la señora
y su marido.- ¿Cómo está tu padre? Hace años que no sabemos nada ni de él ni del resto de la
familia.
Y aca venia la parte complicada.
-Mi padre sufrio un accidente hace varios meses y esta en estado de coma.- por la reacción
que tuvo la mujer se notaba que le afecto la noticia.
-Dios mio- se llevo una mano a la boca- ¿Pero hay posibilidades de que despierte?
-Desafortunadamente no, han sido unos meses muy duros.
-Claro, me imagino y cuéntame ¿Qué te trae por aquí?
-He venido a descansar por el fin de semana.
-¿Tan poco tiempo?
Dios esta mujer hace más preguntas que el pequeño Luke.
-Sí, tengo que volver a la universidad- y antes que me vuelva a hacer otra pregunta le digo que
estoy apurada sin ser irrespetuosa y salgo rápido del lugar.
Con razón cada vez que veníamos con mi padre demorábamos como una hora en volver.
Prácticamente esa mujer te hacia un interrogatorio.
Cuando llego al auto dejo el pastel en el asiento del copiloto y después entro al del copiloto y
hago mi viaje hasta mi casa. Solo espero que a ese pequeño le guste la sorpresa y que su padre
no me quiera matar.
Apenas aparco el auto en la entrada de mi casa me bajo con la caja. Primero la voy a cortar un
pedazo y se la voy a llevar a Luke. No quiero que se enferme del estómago por haber comido
mucho.
Una vez que tengo el pedazo en una bandeja todo listo para llevárselo tocan el timbre y algo
me dice que deben ser Daniel y Luke.
Cuando abro la puerta efectivamente eran ellos.
-¡Ash!- grita Luke y se tira mis brazos, yo gustosa lo recibo también lo abrazo.
-Hola pequeño, justo estaba pensando en ti.- lo alzo y lo pongo en un costado de mi cuerpo –
Hola Daniel- nos saludamos con un beso en la mejilla.
-Buenos días Ash- contesta Daniel a la vez que su hijo habla.
-¿En serio? ¿Qué es?- pregunta Luke.
-Si, te compre un super pastel de chocolate – le digo mientras le empiezo a hacer cosquillas en
su estomago. El niño empezó a reir a carcajadas.
-¡Mi favorita!- logra gritar entre risas – quiero comer ahora.
-Pero después de almorzar- le dice su padre a lo que Luke hace una cara triste.
-Hagamos un trato. Si para el almuerzo te comes todo lo que te sirvan, vas a comer de la torta,
sino no habrá torta para ti. – le digo mientras los tres nos acomodamos en los sillones de la
sala.
-¿Pero no podré comer un poquito ahora así como con más ganas el almuerzo para poder
llegar al postre? – dice con una inocencia que me da tanta ternura que si no estuviera Daniel,
porque sé que lo desaprobaría, le daría ese pequeño incentivo.
-Luke…- dice Daniel retándolo.
-Pero papá, es solo un pedacito.- con su pulgar y su dedo índice marca la distancia.
Daniel lo ve y se nota en su cara que no aguanta la risa pero aun asi se mantiene firme y le
vuelve a decir que no. Luke bufa y se baja de mis manos para irse al sillón y quedarse con pose
de enojado.
-¡Ey! Campeón –Daniel se arrodilla para estar a la misma altura de su hijo – primero tienes que
comer tu almuerzo porque no quiero que te caiga mal el chocolate y después estes con dolor
de estómagos y sabes que cuando eso pasa te tengo que llevar al médico para que te den
algún medicamento.-
-¡NO! ¡Medicamentos no!- Luke puso cara de espanto.