Brandon.
Tengo muchas facetas para mostrar pero la que mas he ocultado es la de ser caballeroso. La mascara tierna de un hombre me parece lo mas gay que puede existir, no soy de regalarle flores y esas cursilerías a las mujeres, no soporto el romanticismo y esas polladas de lo que es el amor.
Las mujeres para mi son todas iguales, no le veo ninguna cosa que les diferencie. Tampoco es que no me gusten, me atraen pero no para formar una relación sino para follarlas, y es que unas piernas abiertas y un buen cuerpo le levantaría la polla a cualquiera.
Nunca me he enamorado y tampoco creo que lo haga, no estoy para perder el tiempo en sentimientos absurdos, el amor para mi es una gilipollada.
Papá y mamá no tuvieron un matrimonio perfecto y eso de alguna forma me afectó, veo las relaciones como algo idiota y sin sentido, me va y viene la opinión de los que no están de acuerdo conmigo.
No vivo ni como con los demás.
❇ ❇ ❇
Camino por la calle buscando al maldito hijo de Thomson, este imbécil cree que puede dejar así la deuda que tiene conmigo. Si no me paga el dinero de la droga que se ha soplado, me veré obligado a sacarle los dientes.
Y ganas no me hacen falta.
—. ¿Donde coño estás, Broy? —mascullo entre dientes
Papá puede regalar la droga que le de la gana, pero yo no . Que se suden las cosas como yo me las he sudado, nada se tiene en esta vida a punta de regalos.
Y eso lo tengo mas que claro.
Miro a las personas atento de que una de ellas pueda ser él, aunque sé que ni de coña este tonto anda a pie, pues siempre presume el puto coche de carreras.
Pobre engreído.
Papá nunca me regaló las cosas que tengo, pues siempre he tenido que arriesgar mi pellejo para poder ganarlas. Esos niños pijos que viven del dinero de sus padres no llegan a nada, tendrán dinero ajeno toda la vida.
Resoplo cuando dos mocosas pasan por mi lado y casi me tumban, quiero gritarle lo estúpidas que son pero eso no está en mi cabeza ahora.
Sólo tengo en mente la golpiza que le daré a Broy.
Una de esas crías se resbala y la atajo para que no se estrelle contra el piso, debería de agradecer que no le dejé besar el suelo.
Me habría reído tanto.
Esta niña pesa menos que una mujer promedio, podría estar desnutrida o será una de esas locas anoréxicas.
Miro a la idiota que tengo en los brazos y casi me atragantó con mi propia saliva, los ojos que tiene esta cría son los mas lindos que he visto en mi puta vida.
La belleza de esta ella no se compara con la de ninguna mujer, estoy tan embobado que no puedo ni pestañear.
¿Pero que coño?
La chica reacciona y se safa del agarre en que la tengo, se repone y se aleja de mi mirandome de reojo. Tiene las mejillas sonrojadas y eso me engancha mas.
Me estoy volviendo aguado de repente.
—. ¿Estas bien? —le pregunto.
Asiente mirando el suelo.
No puedo creer que en verdad esté casi babeando por una mocosa que no llegará ni a los 15.
La otra chica llega y no pierde el tiempo de escanearme de arriba a abajo, se muerde el labio viendo mi...
Esta no es tan tierna.
—. ¿Te has lastimado la lengua? —ignoro a la chica de piel morena y me concentro en la pequeña de ojos marrones.
Niega con la cabeza y me provoca reír por lo inocente que es, odio ligar con crías pero está me está descolando por completo.
Me atrae.
—. Pues por lo menos merezco un gracias ¿No lo crees? —sonrío con cinismo.
Ella mira hacia otro lado esquivandome.
—. Gracias —apenas y le oigo.
Le miro de arriba a abajo y arrugo el entrecejo al ver que no tiene casi senos, sus piernas son delgadas y cortas, puedo decir que no es tan voluptuosa como me gustaría pero aun así me resulta hermosa.
Es común, pero me encanta.
Me gustaría jugar con su cuerpo un ratito.
—. También merezco un beso ¿Sabias? —suelto una pequeña risa al ver como abre los ojos a la par.
Si, esta es el tipo de cría que se sonroja con todo y se vuelve agua con nada.
Me sorprendo al ver como me ignora y se da la vuelta dejandome confundido, la chica morena se acerca a mi y me sonríe.
Tu no me gustas.
—. Disculpa a mi amiga, es que nunca ha hablado con chicos guapos —vuelve a sonreír y se aleja contorneando las caderas.
No la veo a ella, sólo a la hermosa cría de cabello castaño.
Soy un imbécil por decir lo que voy a decir, pero esa niña me dejó loco.
—. ¡Siempre a la orden de salvar a un ángel! —exclamo con una sonrisa sintiéndome el mas idiota de los idiotas.
No obtengo respuesta de su parte y eso sólo hace me interese mas en ella.
Será mía, lo juro.
❇ ❇ ❇
La carretera está despejada, justo como me gusta, no soporto estar rodeado de coches y bullicio peatonal. Me encanta la cuidad, pero llega un punto que te hostiga y quieres liberarte de todo el ambiente urbano que le rodea.
—. No me importa si no te gustan las crías, liga con esa niñata —cruzo la curva saliendo de la ciudad.