Atrapados Entre Filo y Fuego

Capítulo 1| El Precio de la Paz

El campo de batalla era un océano de muerte. Las banderas de Caelora y Draconis ondeaban con orgullo sobre montañas de cuerpos inertes, teñidas con la sangre de aquellos que habían jurado defenderlas. Los cuervos, impasibles, arrancaban la carne de los caídos, indiferentes a si alguna vez fueron héroes o villanos.

El sol, oculto tras un velo de humo y cenizas, parecía avergonzado de iluminar tanta devastación.

Desde las altas murallas de su fortaleza, el Rey Aldric de Caelora observaba la escena con el rostro endurecido por la guerra y el tiempo. La victoria ya no importaba. ¿De qué servía ganar si solo quedaban ruinas?

A su alrededor, los generales debatían estrategias, pero sus voces sonaban huecas. Sus tropas estaban al borde del colapso, los alimentos escaseaban y el enemigo no mostraba signos de flaqueza. Draconis tenía ventaja en número, recursos y ferocidad.

Caelora estaba perdiendo.

Uno de sus comandantes, con la armadura todavía manchada de sangre, dio un paso al frente y se inclinó.

—Majestad, nuestros hombres están exhaustos. Las bajas aumentan con cada amanecer. Si seguimos así... No quedará nadie.

La frase quedó suspendida en el aire como un eco de la verdad que nadie quería pronunciar.

Aldric apretó los puños sobre el descansabrazos de su trono. Miró a su alrededor y, por primera vez en su reinado, vio miedo en los ojos de sus hombres. Miedo a la derrota, al fin de un reino que generaciones habían construido con sudor y sangre.

Entonces, habló:

—Enviad un emisario a Draconis.

Un murmullo de incredulidad recorrió la sala.

—¿Vais a rendiros, majestad? —preguntó uno de sus consejeros, tembloroso.

El rey giró lentamente la cabeza y lo fulminó con la mirada.

—No. Voy a ofrecerles algo más valioso que la guerra.

Paz.

A cambio de mi hija..




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