Atrapados Entre Filo y Fuego

Capitulo 10

━ «❤︎» ━

El amanecer apenas asomaba cuando Elyria sintió algo extraño. Su cuerpo estaba envuelto en calidez, una sensación reconfortante… demasiado reconfortante. Se removió ligeramente y sintió un peso sobre su cintura.

Su mente tardó unos segundos en reaccionar, pero cuando abrió los ojos y vio una silueta masculina junto a ella, su respiración se cortó. Kieran.

Él estaba dormido a su lado, con un brazo fuerte rodeando su cintura y su rostro muy cerca del suyo. Demasiado cerca.

El corazón de Elyria dio un vuelco. ¿Qué demonios hacía él en la cama?

No pudo evitar soltar un pequeño jadeo de sorpresa mientras intentaba moverse, pero el ligero movimiento hizo que Kieran también despertara. Sus ojos azulados se abrieron lentamente, aún adormilados, pero en cuanto vio a Elyria tan cerca, su cuerpo se tensó.

Hubo un silencio incómodo en el que solo se escuchaban sus respiraciones.

—¿Qué haces? —preguntó Elyria con la voz algo agitada.

Kieran parpadeó y se dio cuenta de su posición. Su brazo aún estaba sobre ella. Se alejó rápidamente y se sentó en la cama, pasando una mano por su rostro.

—No es lo que piensas.

—¿Entonces qué es? —Elyria frunció el ceño, incorporándose y cubriéndose con las sábanas, aún sorprendida.

Kieran no la miró. Se puso de pie y caminó hacia el tocador donde había dejado su capa.

—Dormía en el sillón como siempre, pero hacía frío. —Dijo con indiferencia—. Debí haberlo hecho inconscientemente.

Elyria lo observó con incredulidad.

—¿Me estás diciendo que, inconscientemente, caminaste dormido hasta la cama y me abrazaste?

Él carraspeó.

—Es posible.

Elyria no supo si creerle, pero tampoco quería pensar demasiado en ello. Sus mejillas estaban levemente sonrojadas, y eso la molestaba. Era su enemigo, no debía importarle.

Kieran se quedó en silencio por unos segundos, observándola con atención.

—¿Por qué estabas llorando? —preguntó de repente.

Elyria sintió que algo dentro de ella se tensaba. Por un instante, su mente la transportó a la noche anterior. El jardín, el frío, la soledad… el llanto que no pudo contener.

No respondió de inmediato. Bajó la mirada, sintiendo una punzada en el pecho. No quería recordar.

Kieran la observó unos segundos más, pero al notar que no respondía, simplemente dijo:

—Si no me lo quieres decir, está bien.

Elyria levantó la mirada, sorprendida. No esperaba que él lo dejara pasar tan fácilmente.

Kieran suspiró y comenzó a cambiarse de ropa, desabrochando la túnica que llevaba puesta mientras hablaba.

—No quiero que te enfermes... —dijo sin voltear a verla mientras tomaba otra prenda—. Necesito que me ayudes en algo.

Elyria sintió una pequeña punzada de curiosidad.

—¿En qué?

Kieran no respondió de inmediato. Terminó de abotonarse y luego, sin mirarla, caminó hacia la puerta.

—Arréglate y baja al comedor.

Sin darle más explicaciones, salió de la habitación, dejándola sola con sus pensamientos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.