Omnisciente
18 de julio, 00:30 h, Johann-Bernhardt Universitätsklinikum…
—¿Mi amor? —pronunció Axl, confundido, sin poder procesar la situación tan extraña e incómoda en la que se encontraba.
—Axl, hablemos —dijo Greta detrás de él.
Negó de inmediato, mientras le ofrecía una mirada de desprecio a Dominic.
—Ven —insistió ella, tirando de su bata.
En medio de la confusión que la expresión y la actitud de Axl causaban en Jade, se dejó guiar por ella, pues estaba a punto de estallar: de irse encima del hombre al que consideraba un maldito.
Estando fuera, un poco alejados y en compañía de Genevieve, Greta por fin habló:
—No recuerda lo que sucedió —informó Greta.
—¿Solo eso? —respondió con ironía—. Cree que es su esposo —soltó una falsa carcajada, pues lo único que deseaba era destrozar todo a su alrededor.
—No se equivoca, tú lo dijiste, jamás se divorciaron —añadió ella, echando ácido a la herida.
—Deja los rodeos y dame los resultados de los estudios —exigió mientras intentaba contenerse.
—Perdió la memoria, su mente está en blanco, pero solo un año de vida y es el reciente —explicó.
Genevieve no pudo evitar soltar un pequeño jadeo, pues la impresión se volvió mayor y la incertidumbre la hizo fijarse en Axl: un ataque de ansiedad lo empeoraría todo. Ella conocía sus sentimientos por Jade y lo difícil que fue para él desistir ante su compromiso.
—Toma —le extendió los resultados.
Axl pasó su vista por cada uno de los estudios y comenzó a negar; la Tomografía Axial Computarizada, alrededor de la zona en donde estuvo la bala, mostraba un edema leve: hinchazón en el cerebro a causa de la acumulación de líquidos en las células cerebrales. Además, la Resonancia Magnética Nuclear indicaba que había una lesión en el lóbulo temporal izquierdo, comprometiendo parcialmente el hipocampo y confirmaba el edema.
—¿Quién fue el incompetente que realizó esto? —averiguó, negándose a creer que los resultados eran conclusivos y correctos.
—Están bien. Me aseguré de ello y de repetirlos —Greta refutó.
—Se movió, algunas imágenes están borrosas y aparece la leyenda "incompleto" en ciertos estudios —justificó su decisión.
—Los repetimos —respondió con rapidez, deseando eliminar toda duda en él.
—No me interesa. Yo me encargaré de hacerlo, no confío en el personal poco capacitado.
—Eres su superior, haz algo —intervino Genevieve al ver la actitud de su hermano.
—No lo es, somos iguales —replicó él—. Ambos somos jefes de departamento, no le rindo cuentas a la doctora Delvaux.
—No eres más que un imbécil —aseguró Greta, alejándose.
Se había rendido, no discutiría con él, tampoco perdería su tiempo, ya que Jade ya no estaba en urgencias, así que a no ser que presentaran una demanda, no debería volver a involucrarse.
—Suerte —deseó a Genevieve desde la distancia.
Al igual que Greta, Axl se alejó, dejando a su hermana completamente sola, en una situación en la que dialogar o buscar un consenso no era la solución.
Axl regresó a la habitación y, hablando únicamente con Jade, le informó que había algunos errores en los estudios y que debían volver a realizarlos. Y aunque Jade no mostró oposición, Dominic dudó, deseando acompañarlos, pero Axl de inmediato se interpuso.
—No puedes ingresar a la sala y no necesita compañía —informó con dureza.
—Estaré bien —aseguró Jade, entendiendo de alguna forma la tensión que existía entre ellos: presentía que ella era el motivo.
Después de una despedida que empeoró el humor y parte de la actitud de Axl, tanto él como ella se dirigieron a la Sala de Resonancia.
Estando en la sala, Jade se sentó sobre la camilla y para agilizar los exámenes, Axl le propuso lo que parecía un pequeño desafío.
—¿Puedes ponerte de pie y caminar hasta la máquina? —preguntó luego de dejarla a una distancia prudente.
—Creo que sí, hace un rato fui al baño, bueno, mi esposo me ayudó —reveló, y el rostro de Axl se vio cubierto por la amargura.
Él no hizo más que animarla, sin embargo, no se apartó de su lado. Cuando Jade se puso de pie, sus piernas no tardaron en fallar, pero Axl estaba cerca, por lo que su respuesta fue inmediata: la tomó de la cintura, volviéndose su apoyo.
—Te tengo —dijo, transmitiéndole seguridad y confirmando su hipótesis de debilidad muscular, posiblemente fatiga.
Jade lo observó desde su altura y sonrió, lo hizo sintiendo cómo sus mejillas ardían de lo rojas que se encontraban. Se sentía un poco confundida, por el hecho de que Axl se le hacía familiar y no entendía la razón, pues su mente había decidido obviarla. Y lo que se le ocurría en ese momento era una completa locura.
—¿Te conozco? —lanzó su pregunta. No lo pensó, solo deseaba una respuesta.
—Es complicado —murmuró, mientras se atrevía a acariciarle el rostro.